La priista Dulce María Sauri consideró que el PRI debe analizar si quiere regresar al pasado apoyando la iniciativa de Reforma Eléctrica del Presidente López Obrador o mirar hacia el futuro en materia de energía.
Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).– La propuesta de Reforma Eléctrica del Presidente Andrés Manuel López Obrador es una “iniciativa nostálgica” que busca regresar al pasado, por lo que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) está en una encrucijada entre hacer una alianza con el pasado o hacer alianza con el futuro, consideró Dulce María Sauri Riancho, expresidenta de la Cámara de Diputados.
“Es una iniciativa nostálgica porque busca recrear un pasado”, dijo en entrevista en el programa “Los Periodistas”, conducido por Alejandro Páez y Álvaro Delgado, en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire. “Coincido en que el PRI está en la encrucijada entre hacer alianza con el pasado o hacer alianza con el futuro, y hacer alianza con el pasado significa avalar una reforma que lleva al sector energético y a la CFE hacia el tiempo en que única y exclusivamente el servicio de energía eléctrica, en todas sus fases, era proporcionado por el Estado”.
La también exgobernadora de Yucatán aseguró que está de acuerdo con fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero no a costa de eliminar la competencia con los privados ni de generar energías limpias.
“Nadie está cuestionando el propósito de fortalecer a la CFE, la cuestión es si la fortalecemos con esta alianza con el pasado, eliminando a toda su competencia en la generación y dejando que obligadamente se tenga que adquirir la energía que genera la CFE a pesar de que es energía más cara y muy contaminante”, destacó. “Buscaría otras leyes qué reformar para fortalecer a la CFE porque yo la considero la empresa eje del desarrollo energético de México; hacerla más productiva, hacerla más audaz, por eso estoy planteando esta irrupción de energías limpias en la parte de la generación”.
La propuesta de reforma constitucional para fortalecer a la CFE en detrimento de las privadas en México ha abierto un debate entre partidos de oposición, empresarios y especialistas del sector energético. La iniciativa, enviada al Congreso el pasado 1 de octubre, propone que la empresa estatal tenga el 54 por ciento del mercado de generación en el país, además de nacionalizar la explotación del litio.
“La empresa pública tiene que ser fuerte, lo que tenemos que analizar es si la CFE tiene que tener otra vez la exclusividad de la generación. Yo considero que la respuesta es no, pero sí debe mantener la regulación”, señaló Sauri, quien destacó que los legisladores priistas deben analizar muy bien la iniciativa porque se está jugando el futuro de México.
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–Álvaro Delgado (AD): Acaba de dejar la Legislatura. Usted conoce la iniciativa presidencial y el PRI está en una encrucijada y siendo el PRI el factor bisagra en el Congreso para que esta reforma se apruebe, ¿cómo ve lo que está haciendo su dirigente nacional y si efectivamente el PRI va a avalar esa reforma con los costos que eso significa con su alianza con el PAN?
–Dulce María Sauri (DM): Coincido en que el PRI está en la encrucijada entre hacer alianza con el pasado o hacer alianza con el futuro y hacer alianza con el pasado significa avalar una reforma que lleva al sector energético y a la CFE hacia el tiempo en que única y exclusivamente el servicio de energía eléctrica, en todas sus fases, era proporcionado pro el Estado. Un servicio que cada vez quedaba más pequeño para la expansión eléctrica en el territorio nacional y que la empresa pública podía ofrecer tarifas, aparentemente de apoyo a las familias y empresas, pero que repercutía negativamente en todos.
Este debate comenzó a desgranarse desde 1992 cuando aparecieron las primeras empresas que entregaron a la CFE las termoeléctricas bajo un esquema y posteriormente con la reforma la Ley del Servicio de Energía Eléctrica aparecieron las primeras empresas de autoabastecimiento. Son aquellas que ahora se conocen como los contratos legados. En 2014 cuaja la Reforma Energética y en los siguientes meses se establecen las reformas a las leyes del Servicio de Energía Eléctrica y a la Ley de la Industria Eléctrica para hablar de esta gran empresa que es CFE.
Quiero reiterar una cuestión, estamos hablando de la generación de energía eléctrica porque la transmisión, la distribución siguen siendo de exclusividad del Gobierno y de la CFE. Electricidad que se genera por cualquier fuente es transmitida en la red que maneja la CFE y eso quedó firme en la reforma de 2013; pero hubo otro elemento importante que tiene que ver con la producción de lo que ahora denominamos energías limpias, es decir, todo aquello que representa un compromiso con las meta para combatir el cambio climático. Esto quiere decir, proyectos eólicos y fotovoltaicos. Seguimos en el terreno de la generación de energía eléctrica.
La reforma del Presidente López Obrador no es una sorpresa, en la legislatura anterior tuvimos tres episodios importantes: el primero de ellos fue un acuerdo por el cual la Secretaría de Energía pretendió trastocar el orden por el cual el Cenace toma la energía de las fuentes, primero toma la más barata para integrarla al Sistema Nacional y va hasta llegar a la energía más cara, que generalmente es la más contaminante. Este acuerdo fue controvertido, fueron amparadas diversas empresas que se veían dañadas por esta forma de entrar la energía.
Después vino la reforma a la Ley del Servicio de Energía Eléctrica, justamente con este propósito, que con la mayoría simple que se requiere para reformar una ley, Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados y en el Senado lo lograron. Por cierto, hay una acción de inconstitucionalidad ante la SCJN. Después vino la Reforma a la Ley de Hidrocarburos para sacar del mercado a aquellos importadores de gasolinas que ya tenían establecidos sus centros de acopio y transferencia para ser una alternativa a las gasolinas que produce Pemex.
Viene la reforma constitucional que contiene todos estos elementos, nadie está cuestionando el propósito de fortalecer a la CFE, la cuestión es si la fortalecemos con esta alianza con el pasado, eliminando a toda su competencia en la generación y dejando que obligadamente se tenga que adquirir la energía que genera la CFE a pesar de que es energía más cara y muy contaminante. Por cierto, vale la pena señalar la estrecha relación que hay entre la creciente producción de combustóleo que se usa cuando no se tienen las plantas coquizadoras y porque el petróleo crudo produce mucho combustóleo. Estas plantas serían las que predominarían en la producción desde la visión que tiene el Presidente.
–Alejandro Páez (AP): De todas maneras tenemos que regresarnos al pasado porque venimos de allá y le acabamos de heredar a Enrique Peña Nieto una deuda de 436 mil millones de dólares de la CFE y esa viene del pasado y en el pasado está el PRI y el PAN. Pareciera como que ahora nos da miedo darle tareas al Estado, como si en el pasado el PRI no hubiera hecho grandes proezas. Hubo proezas del PRI, agarrar y poner un foco en el último pueblo es una proeza loable y ahora queremos entregar un sector como éste a los privados, eso es lo que hay que analizar del pasado para poder tomar decisiones.
–DM: Absolutamente de acuerdo en que hay que analizar el pasado, pero no significa volver al pasado. Es cierto, la CFE, Luz y Fuerza del Centro fueron las empresas que hicieron esta gran hazaña.
–AP: Déjeme volver al pasado porque solamente este año vamos a pagar 62 mil millones de dólares por la CFE. Tenemos que volver al pasado porque ahí está el costal que nos dejaron y si no atendemos esas deudas pues entonces qué hacemos.
–DM: No voy a controvertir las cifras porque no las traigo claras, pero sí le puedo decir que en los últimos cinco años la CFE generó utilidades, remanentes porque es una empresa pública y no tiene utilidades, pero se quebró en el año 2020 por una serie de políticas equivocadas. Estamos hablando de la generación, porque una empresa pública fuerte es la que controla toda la transmisión nacional, la integración del sistema nacional, que la CFE siga controlando el sistema de transmisión nacional, siga controlando la distribución. El terreno donde está la controversia es en la generación, donde la CFE compite con los particulares que generan en termoeléctricas que generan en plantas de energía solar o eólicas. La CFE tiene la exclusividad sobre las plantas hidroeléctricas, por cierto me parece muy adecuada la determinación de la CFE de invertir en la rehabilitación de las plantas hidroeléctricas, es la energía menos contaminante y la más barata.
Entonces, estas cuestiones están fuera de discusión, la empresa pública tiene que ser fuerte, lo que tenemos que analizar es si la CFE tiene que tener otra vez la exclusividad de la generación. Yo considero que la respuesta es no, pero sí debe mantener la regulación, ¿debe mantener la exclusividad en la transmisión? Sí.
–AD: La iniciativa no está cancelando la participación privada en la generación de energía, le deja 46 por ciento de la generación.Lo que se está planteando es que los privados son los que tienen para subir la energía a las redes de transmisión de la CFE por encima de lo que genera a través de las hidroeléctricas. Eso es lo que se busca corregir hasta donde yo entiendo. Usted puede decir si efectivamente los privados quedan proscritos, porque eso usted está diciendo.
–DM: No he dicho proscritos, he dicho que retomar la exclusividad de la CFE en la generación y en ese sentido la iniciativa plantea un porcentaje, pero hay una cuestión y es que la ley actual estable que la energía que entra primero es la más barata, el problema está en que las plantas de la CFE no sólo tiene problemas tecnológicos, sino de plantas de ciclo combinado que utilizan gas natural, pero ahora con el problema de la sobreproducción que tiene Pemex de combustóleo, estas plantas están siendo obligadas a usar esto. A eso me refiero. A lo que la iniciativa daría prioridad es a entrar todo lo de la CFE y luego lo del sector privado, independientemente que sea más limpio o más barato, eso es lo que en un país que aspira a desarrollar un sector energético moderno no se debe contemplar.
–AP: ¿Qué hacemos con el combustóleo?
–DM: El tema del combustóleo en el sector petrolero tenemos qué ver cómo agilizar la introducción de las plantas conquizadoras.
–AP: Pero llevaban 40 años sin producir.
–DM: Si ustedes estudian los procesos de reconversión de las refinerías que no tuvieron el resultado que debieron de haber tenido porque era para poder procesar el crudo pesado. Hace 40 años la mayoría de la producción petrolera de México era de crudo ligero, esto fue cambiando y ahora es crudo pesado. Ese tema hay que resolverlo en el sector petrolero, pero no tiene que pagar el sector eléctrico los problemas del sector petrolero, habría que dosificarlo, pero mantener el vigor de la modernización del sector eléctrico.
–AD: Estamos hablando de una asunto que tiene que ver con lo técnico, medio ambiente, un recurso clave para el desarrollo del país, pero la entraña del tema es un asunto político. El PRI ha sido un partido de ideología pragmática, lo mismo votan una cosa que otra. Con todo respeto, al PRI le vale sorbete lo técnico cuando de ganar votos se trata o de conquistar o retener el poder. El planteamiento es muy claro, ¿estar con los intereses que predominan con empresas o hace cálculos para que eso no le afecte en las elecciones?, aliado a no aliado con el PAN.
–DM: No voy a controvertir a estas aseveraciones, pero sí puedo decir que en términos de la nueva Legislatura esta es una encrucijada porque necesita por una parte debatir, como cualquier asunto en la Cámara de Diputados, y el debate se debe dar. ¿Qué hay para considerar? El pasado, que es fundamental, incluso el pasado cardenista que el Presidente ha estado apelando en los últimas mañaneras; el pasado inmediato que es el que se da en la Reforma Energética de 2014, y también escuchar las alternativas de solución que se plantean, pero esas alternativas se oyen, se estudian desde los documentos básicos del PRI.
Podemos ser de ideología flexible, pero lo que ha sido el PRI a lo largo de su historia es un partido reformista y un partido que bajo el PRM apoyó decididamente la nacionalización del petróleo de Lázaro Cárdenas o el que apoyó la nacionalización de la industria eléctrica, que hizo posible que al integrar una empresa nacional se sirviera no sólo a las grandes urbes de México sino a todo el país y que la electricidad llegara prácticamente al 99 por ciento de los hogares mexicanos; pero este partido también es el que tuvo la visión de abrir su economía si quería continuar creciendo y a partir de 1985 empezó un proceso en los tratados comerciales y que forma parte de una economía global. Todo esto hay que tomarlo en consideración cuando se debate este tipo de reforma.
Si ustedes me preguntaran, ¿qué quieres?, yo les diría una CFE muy fuerte y lo haría a partir de proyectos de la nueva generación, de los proyectos eólicos, de los proyectos fortovoltaicos, de estar a la vanguardia tecnológica en la producción de energía para poder sostener el cambio que viene. Solo de pensar que en 2030 la Unión Europea todos los vehículos serán eléctricos, no podemos quedarnos en la etapa de combustibles fósiles.
–AP: Ahí es donde no me cabe en la cabeza. Vi la entrevista que le hicieron a Marko Cortés en Reforma tronándoles los dedos al PRI. Y luego a Jorge Romero dado conferencias y tronándoles los dedos al PRI. Es ahí donde digo yo, ¿qué está pasándole a ese partido?
–DM: Le agradezco mucho su preocupación por el respeto al PRI, pero déjeme decirle esto, el PRI es un partido maduro y su dirigencia saben y conocer las coyunturas y dichos; el PRI sabe que finalmente esta es una decisión muy importante, no sólo en términos de la coyuntura política, sino del futuro de México, la viabilidad energética de México pasa por un conjunto de decisiones que estamos tomando ahora y no podemos equivocarnos porque si algo tiene le PRI es que es un partido que trabaja para el futuro. Podrán decirnos que a veces nos acomodamos, cierto. Un partido que ha estado en el gobierno tantos años claro que tiene oscuros y etapas luminosas, pero es un partido de progreso. En el PRI no se han planteado retrocesos, el pasado de la exclusividad del Estado en la generación de energía eléctrica que correspondió a la etapa del Desarrollo Estabilizador, es un pasado que ahora lo contemplamos en el presente como algo que se nos hizo posible estar donde estamos, pero nadie quiere volver allá o cuando menos no considero que haya alguien que esté pensando en volver al pasado.
–AD: ¿Si usted fuera Diputada del PRI y si fuera presidenta usted votaría a favor de esta reforma?
–DM: No. Buscaría otras leyes qué reformar para fortalecer a la CFE porque yo la considero la empresa eje del desarrollo energético de México; hacerla más productiva, hacerla más audaz, por eso estoy planteando esta irrupción de energías limpias en la parte de la generación.
–AP: Se la hubiera quitado a Peña Nieto de las manos en cuanto llegó porque casi la desaparece él solito, ahí está la deuda.
–DM: Vea que después de la reforma lo que sucedió fue una CFE, que de 2016 hasta 2019 tuvo remanentes en su operación. Si nos quitamos un poco la polarización que existe sobre este debate desde hace algunos años y vemos dónde está el problema y vemos que hay dificultades, por ejemplo en los contactos legados, todo lo que se dio antes de 2013 sí tiene que ser revisado, pero son contratos que tiene un periodo de vigencia y que la SCJN concedió que tenían que cumplirse. Después de 2014 los contratos viene con unas reglas muy específicas que al final de cuentas lo que producen es eléctrica más barata, tanto para las personas y empresas. Hay qué ver porque la nostalgia no es buena consejera en la toma de decisiones.
–AP: Habría qué revisar los números de la CFE porque las pérdidas en 2014 fueron de más de 100 mil millones; las de 2015 fueron 93 mil 912 millones de pesos y así se fue. También me hace mucho ruido al leer su artículo y digo, el PRI no voltear a ver el pasado solo cuando le convine porque hace poco de tiempo les estaban reclamando fraude electoral en el Estado de México y eso es de su presente. Es decir, rechazan algunas cosas.
–DM: Yo creo que finalmente las personas, instituciones y pueblos somos síntesis de nuestro pasado, no podemos dejar el pasado y decir que no existió, en el caso del sector energético una cosa es recordar el pasado y otra recrearlo, yo creo que nadie en su sano juicio pensaría en regresar a una expropiación petrolera como la del General Lázaro Cárdenas en el 38 porque son circunstancias mundiales, nacionales de desarrollo de la propia sociedad. Cuando me refiero a que es una iniciativa nostálgica es porque busca recrear un pasado. Yo no dudo de las buenas intensiones, siempre parto de ellas, pero también me acuerdo de la frase que me decía mi abuelita: de buenas intensiones está empedrado el camino del infierno.
–AD: Gracias por comentarnos su visión, seguramente habrá unos diputados que no vayan a votar por la iniciativa, por lo pronto están bien agarrados del pAN, está bien, se ven bien.
–DM: Yo creo que agarrados solamente de la historia porque el PRI es un partido histórico y agarrados del futuro, y si el futuro implica compartir con el PAN, MC, PRD, qué bueno, si el futuro implica compartir con Morena, qué bueno, y si el futuro implica compartir con otros que no sean partidos, también qué bueno. Lo importante es construir el futuro, no regresar al pasado, la nostalgia es un sentimiento bueno para la tropa yucateca, pero no para gobernar.
–AP: Gracias, Dulce María.