El próximo 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, con el lema “Unamos esfuerzos para prevenir el suicidio”, con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia de la prevención y atención de los padecimientos mentales.
México, 6 oct (EFE).- En México, una de cada cuatro personas entre 18 y 65 años ha padecido un trastorno mental, entre ellos depresión, ansiedad, esquizofrenia y trastorno límite de personalidad, informaron este domingo instituciones mexicanas de salud.
Precisamente la depresión es uno de los padecimientos que más se presenta entre la población mexicana, la cual se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima.
Mediante un comunicado conjunto, la Secretaría de Salud de México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) apuntaron que “los padecimientos mentales son controlables con tratamiento médico adecuado”.
Señalaron que éste se puede otorgar en los diferentes hospitales e institutos de alta especialidad, los cuales cuentan con servicios de atención psicológica y psiquiátrica para la población que lo requiera.
El próximo 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, con el lema “Unamos esfuerzos para prevenir el suicidio”, con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia de la prevención y atención de los padecimientos mentales.
Apuntaron que debido al desconocimiento y mitos en torno a este problema de salud, las personas afectadas “tardan hasta 10 años en recibir atención especializad” lo que merma su calidad de vida.
Según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en México se estima que el 81 por ciento de las personas que padece algún padecimiento mental no recibe atención a su padecimiento.
Además, los trastornos mentales son muestra de que el cerebro también se puede enfermar y dichos padecimientos impactan en todos los miembros de la familia de quien la padece y pueden experimentar estrés grave y crónico asociado a la convivencia con el paciente.