Ese trastorno, que afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo y al 5 por ciento de la población adulta en América Latina y el Caribe, según datos de la Organización Mundial de la Salud, podría además ser causa directa de problemas gastrointestinales, cardiopatías y enfermedades respiratorias, de acuerdo con la investigación publicada en Molecular Psychiatry.
Ciudad de México, 7 de septiembre (RT).- El gen asociado con el trastorno depresivo mayor (TDM) –o "perro negro", como es coloquialmente conocido– aumenta la propensión a contraer 22 posibles enfermedades que hasta la fecha se creían inconexas, revela un estudio de la Universidad del Sur de Australia (UniSA).
Ese trastorno, que afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo y al 5 por ciento de la población adulta en América Latina y el Caribe, según datos de la Organización Mundial de la Salud, podría además ser causa directa de problemas gastrointestinales, cardiopatías y enfermedades respiratorias, de acuerdo con la investigación publicada en Molecular Psychiatry.
La investigación conducida por UniSA fue la primera en utilizar en este campo un análisis conocido como aleatorización mendeliana, lo que permitió evaluar los factores de riesgo genéticos del TDM en relación con 925 enfermedades. Para ello, analizaron información de 337.536 individuos registrados en el BioBank del Reino Unido, con lo que pudieron comprobar que "las personas que viven con enfermedades mentales graves, como la depresión, tienen tasas mucho más altas de enfermedades físicas que las de la población general", explicó Anwar Mulugueta, investigador de UniSA.
Los resultados del estudio indican que los portadores de los genes causantes de la depresión tienen mayor predisposición a contraer enfermedades tan diversas como infecciones intestinales por E. Coli, asma, hemorragias gastrointestinales, infecciones del tracto urinario, esofagitis, entre otras. Por lo que, en palabras de Mulugueta, "esta investigación pone fin al enigma del huevo y la gallina, demostrando que la depresión causa enfermedad, y no solo al revés".
Para Elina Hyppönen, directora del estudio, el entender la relación entre la depresión y las comorbilidades es de suma importancia para brindar una atención más especializada e individual a los pacientes que sufren de dicha condición; lo que permitirá prevenir algunos de los efectos secundarios asociados a los medicamentos utilizados para tratar la depresión.