Mara, estudiante de la UPAEP, estuvo desaparecida desde el 8 de septiembre del año pasado y su cuerpo fue hallado días después en Tlaxcala.
El secuestro de la joven ha desatado una ola de indignación no sólo en Puebla, sino en todo el país. La estudiante tomó un taxi Cabify que, se supone, son seguros, pero nunca llegó a su casa.
El año pasado el Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr) reportó 100 feminicidios al final del 2017, siendo Puebla uno de los estados con más delitos de esta índole.
Por Edmundo Velázquez
Puebla/Ciudad de México, 7 de septiembre (PeriódicoCentral/SinEmbargo).- Este 8 de septiembre se cumple un año de la muerte de la alumna de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Mara Castilla Miranda, y el principal sospechoso de su feminicidio, el chofer de Cabify, Ricardo Alexis “N”, solamente es juzgado por privación ilegal de la libertad.
Mientras tanto, sus padres Gabriela Miranda y Alejandro Castilla permanecen pendientes de cada audiencia sobre el caso. La familia sufre “como un infierno”, según relató Karen, la hermana mayor de Mara.
“Tememos que por algún error o un vacío liberen a este tipo, es imposible que a un año solamente esté en prisión por privación ilegal de la libertad. Es increíble lo complicado que es conseguir justicia en México”, dijo en entrevista.
Durante este año, Gabriela y sus dos hijas, Karen y Julieta, decidieron tomar terapia. Karen dejó definitivamente Puebla y ahora, la Upaep le permite realizar su carrera en Relaciones Internacionales a distancia.
Karen aseguró que su familia aún no supera la falta de Mara, pero que poco a poco están sanando las heridas y no descarta volverse una activista en contra de la inseguridad que vive todo el país.
Por lo pronto, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha sostenido el delito de feminicidio en contra de Ricardo Alexis y mientras tanto, se teme que a través de recursos legales, el único sospechoso sea liberado.
LA VIDA SIN MARA
A un año de los hechos, la familia de Mara Castilla continúa viviendo en Xalapa, Veracruz, según confirmó su hermana Karen, quien aún es alumna de la Upaep, pero ya no radica en Puebla.
“Vivía en Puebla con mi hermana. Vivíamos solas en el departamento. Y pues mis papás pensaron que iba a ser muy difícil que estuviera sola y pues acordamos que regresaría. Ella era mi roomie, mi compañera de cine, mi mejor amiga. Iba a ser muy complicado estar en el depa sola”, relató Karen.
Karen sigue estudiando Relaciones Internacionales bajo un sistema a distancia de la Upaep. Con su hermana menor, Julieta de 17 años, y su mamá, acude a terapia.
“Las tres hemos estado recibiendo ayuda de un psicólogo. Ha sido muy difícil, los primeros meses, fueron horribles. Siguen habiendo días muy, muy malos. Hemos hecho una red de apoyo entre nosotras para sobrellevar lo que pasó”, agregó.
Algo que le ha parecido increíble e indignante ha sido el acceso a la justicia. Hasta la fecha considera incluso una falta de respeto para familiares de víctimas que tengan que sufrir tanto para acercarse un poco a la justicia.
“Tenemos en mente que queremos buscar justicia, pero no sabíamos lo difícil que es hacer justicia. Está horrible. Es una falta de respeto”.
Las audiencias para la familia son complicadas, según admitió en entrevista Karen Castilla. Cada que sus padres viajan a Puebla para volver a estar frente al juez reviven el trauma de haber perdido a su hija:
“No pensamos que iba a ser tan tardado, tan doloroso para la familia. Cada audiencia es un nudo en la panza, un desgaste. Y es horrible pensar que por errores o vacíos en la ley vaya a salir. Siempre nos dicen que no pero va ya un año y no es posible que sea que esté libre por privación ilegal”.
Algo que ha ayudado a la familia a vivir sin Mara ha sido el cariño de tanta gente, la manifestación que incluso organizaron los universitarios de Puebla para exigir justicia y el cariño que ha provocado que se unan mucho más personas.
“No es consuelo ni nunca lo va a ser. Pero por lo menos sabemos en dónde está ella. Sabemos dónde se le puede llorar. Hay muchas familias en México que no pueden decir lo mismo”.
Karen Castilla admite que el pasar por esta experiencia le ha hecho analizar el volverse una activista para ayudar a las familias mexicanas a acceder a la justicia y dejar de normalizar la violencia del país.
LAS ÚLTIMAS HORAS
La historia es ya conocida. Mara Castilla acudió la noche del 7 de septiembre con sus amigos al bar “Abolengo” donde se realizó la fiesta de bienvenida para los alumnos de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP).
Al salir de “Abolengo”, Mara y sus amigos decidieron cambiar de lugar e irse a “Container City”; sin embargo, no se les permitió la entrada debido a que el lugar ya estaba lleno y no habían hecho reservación.
Entonces, los estudiantes encontraron abierto el bar de “The Bronx” y ahí permanecieron. Según los amigos de Mara, salieron alrededor de las 4:05 de la mañana. Pero en un video del bar trascendió que la joven salió alrededor de las 3:15 con un hombre. Los amigos aseguraron que solamente fue para fumar un cigarro.
Mara Fernanda y sus amigos salieron del lugar y subieron al auto de uno de ellos, pero en la Recta a Cholula los detuvieron en un retén de alcoholímetro. Mara decidió bajarse del vehículo e irse por su propia cuenta a su casa y pidió una unidad de Cabify para que la llevara.
Alrededor de las 5:03 de la madrugada inició el viaje de Mara Castillo con destino a Torres Mayorazgo. Su conductor era Ricardo Alexis “N”. El conductor finalizó el viaje en la dirección que le indicó Mara pero ella nunca llegó a su destino poco después de 5:40 horas.
Aún se desconoce qué ocurrió después pero, las cámaras de Torres Mayorazgo permitieron identificar que Mara nunca bajó del vehículo. Alrededor de las 6:47 horas. Ricardo y Mara entraron al Motel del Sur en el vehículo donde habría abusado sexualmente de ella para después asfixiarla y envolverla en una sábana.
Ricardo salió del Motel después de las ocho de la mañana. Llevaba el cuerpo de Mara en la cajuela y lo llevó hasta Santa María Xonacatepec para abandonarlo en una barranca. Después se retiró a su casa en Xaloztoc, Tlaxcala.
Alrededor de las 8:30 horas, Karen Castilla, la hermana de Mara, se comunicó con el chofer para indicarle que su hermana aún no llegaba. Ricardo Alexis le dijo a Karen que dejó a su hermana a la entrada y ella se bajó. Sin embargo, le comentó que en el lugar había dos autos más, entre ellos una camioneta negra pero desconocía si se subió a uno de ellos.
Karen pidió revisar las cámaras de vigilancia del fraccionamiento e identificó que el auto Chevrolet Sonic placas UAY5468 sí llegó al lugar, pero su hermana de 19 años nunca se bajó del vehículo.
Para el mediodía del 8 de septiembre Gabriela Miranda, la madre de Mara, se enteró que su hija estaba desaparecida por lo que viajó de inmediato a Puebla. Ese mismo día realizaron la denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
Al día siguiente de la desaparición de Mara Castilla; es decir, el 9 de septiembre, Ricardo Alexis se presentó a declarar por voluntad propia ante las autoridades y aseguró que dejó a Mara en su domicilio y que durante el trayecto, escuchó que la joven universitaria se vería con otra persona.
Dos días después, Ricardo Alexis fue detenido en el estado de Tlaxcala pues según las autoridades, fue localizado vía GPS debido a que llevaba consigo el celular de Mara Castilla. El ex conductor de Cabify fue trasladado al estado de Puebla y presentado ante las autoridades correspondientes por el delito de privación ilegal de la libertad pues hasta ese momento, no había sido localizada Mara.
Tras la audiencia de control de detención e imputación del delito, ingresó al penal de San Miguel. El 15 de septiembre, mientras se realizaba la audiencia de vinculación a proceso, las autoridades confirmaron que el cuerpo de Mara había sido localizado sin vida en los límites de Puebla y Tlaxcala. El 18 de septiembre, se realizó otra audiencia a solicitud de la Fiscalía General del Estado (FGE) para obtener algunos datos de investigación, entre ellos, pruebas de ADN de Ricardo Alexis; sin embargo, su abogado se negó y el Juez de Control rechazó la solicitud de la Fiscalía al considerarla improcedente.
RICARDO ALEXIS SÓLO ES ACUSADO DE PRIVACIÓN DE LA LIBERTAD
El 4 de octubre, la Fiscalía General del Estado realizó la imputación por el delito de feminicidIo y Ricardo Alexis nuevamente fue vinculado a Proceso. Francisco Tlahuicole Hernández, su abogado particular, interpuso un amparo pues explicó que el artículo 19 Constitucional indica claramente que no pueden existir dos autos de vinculación en el mismo proceso.
“Nosotros aprovechamos los errores de la Fiscalía. Ellos debían separar los procesos: privación ilegal de la libertad en una causa y feminicidIo en otro, quizás, más adelante, se podían juntar pero no podían hacerlo así en ese momento. Tal vez la presión social y las prisas los hicieron actuar de esa manera”, declaró el abogado a PÁGINA NEGRA.
En total, la defensa de Ricardo Alexis interpuso tres amparos y todos fallaron a su favor: desde un inicio la detención fue considerada ilegal y por ende, todo lo que derivó de esa detención también. Se tiró la vinculación a proceso por feminicidIo y en caso de que la Fiscalía quisiera volver a formular la imputación, no pude utilizar los datos de prueba que ya había presentado porque fueron considerados ilegales.
Por el momento, Ricardo Alexis sólo está bajo proceso por privación ilegal de la libertad. Además, la prisión preventiva necesaria que tiene un su contra es por un plazo máximo de dos años y ya lleva uno en prisión; es decir, la Fiscalía cuenta con un año para lograr la sentencia, misma que por el delito de privación ilegal de la libertad es, máximo, de tres años.
Se está a la espera de que la Fiscalía General del Estado realice la acusación formal contra Ricardo Alexis pero para ello, debe presentarse con todos los medios de prueba para sustentar lo que acusan. En cualquier momento, pueden realizar nuevamente la imputación por el delito de feminicidio pero como ya se mencionó, no pueden utilizar los mismos datos de prueba. La pena mínima para este delito es de 45 años.
“Si no lo hacen es por estrategia o porque no tienen más datos de prueba para imputar el delito”, afirmó el abogado.
Ricardo Alexis se mantiene aislado de los demás reos en el penal de San Miguel y el Juez de Control ordenó una investigación por posibles actos de tortura en su contra.
“Como ustedes saben, porque lo denuncié públicamente, Ricardo Alexis sufrió tortura dentro del penal y ya se tiene una investigación por esto. Él está aislado y claro que tiene afectaciones (…) Al inicio y por estrategia no declaró, pero en su momento lo va a hacer”, concluyó el abogado.