Los pobres se le amontonan al Presidente. En cuatro años de Gobierno, Enrique Peña Nieto ha completado tres Secretarios en Desarrollo Social, cartera clave para abatir la pobreza y miseria. Mientras, a las filas de la tragedia, se han sumado casi tres millones de mexicanos, según los investigadores y las propias cifras oficiales. La renuncia de Luis Videgaray Caso a la Secretaría de Hacienda ocasionó la tercera sacudida para la Sedesol. Su titular, José Antonio Meade fue removido para que sustituyera a Videgaray. Apenas había llegado en agosto de 2015 en sustitución de Rosario Robles Berlanga quien fue nombrada en 2012.
Por Linaloe R. Flores y Daniela Barragán
Ciudad de México, 7 de septiembre (SinEmbargo).– Tres secretarios y un agregado de pobres a un ritmo de 105 mil por mes. Ese es el resumen de la política para combatir la pobreza en México en cuatro años de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
En el último tramo del sexenio, cuando ya deberían verse resultados, la Cruzada Nacional contra el Hambre [el programa estelar de combate a la pobreza] y Prospera [el antiguo Oportunidades que en 2014 cambió de nombre] no tienen un impacto claro y en cambio, los cálculos de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Colegio de México (Colmex) y las propias cifras oficiales arrojan por lo menos tres millones de mexicanos sumados a la tragedia de la pobreza.
La noche del martes 6 de septiembre, Luis Videgaray Caso presentó su renuncia a la Secretaría de Hacienda. El Presidente de la República nombró en esa cartera a José Antonio Meade quien ocupó la Secretaría de Desarrollo Social desde el 27 de agosto de 2015, cuando Rosario Robles Berlanga fue removida para ocupar la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). Con ello, la Sedesol -dependencia fundada en 1992 por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) completó tres secretarios.
Cuando la Cruzada fue lanzada, investigadores como Alfonso Sánchez Almanza de la UNAM advirtieron que la Cruzada generaría más pobres porque se encontraba focalizada a la miseria. Luego, un estudio del investigador Julio Boltvinik Kalinka, del Colegio de México (Colmex), basado en el Índice de Tendencia Labora de la Pobreza (ITLP) del Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval) arrojó que más de 3.6 millones de personas cruzaron el umbral de la clase media baja hacia la pobreza en 2014. El cálculo se basó en la evolución de los ingresos por trabajo captados por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) comparados con el costo de los alimentos crudos.
En 2015, el Coneval admitió que la tragedia había crecido de 45.5 a 46.2 por ciento y de 53.3 a 55.3 millones de personas. Y entonces, el Gobierno federal lo reconoció de esa forma.
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En la campaña de 2012, Enrique Peña Nieto firmó ante Notario Público 266 compromisos para ser cumplidos durante su Gobierno. Parte del último, titulado “Economía familiar” se refiere a los programas de combate a la pobreza. En la lista comprometida quedó estipulado: “Los programas de Oportunidades y Seguro Popular van a continuar y crecer”.
Hasta su Segundo Informe de Gobierno, rendido el 1 de septiembre de 2014, el Presidente Enrique Peña Nieto no había presentado una política de abatimiento a este mal y sólo se contaba con la Cruzada Nacional contra el Hambre, un programa basado en una iniciativa del ex Presidente brasileño, Inacio Lula Da Silva. Ese día del Informe, el programa Oportunidades fue renombrado como Prospera.
Si en 2015, la noticia fueron los dos millones de mexicanos que se sumaron a las filas de la pobreza bajo la administración de Robles Berlanga, para 2016 la noticia la dio el Inegi, al cambiar la forma en como se miden las carencias y los ingresos en México, lo que provocó que para el Coneval fuera imposible publicar las cifras actualizadas de pobreza en el país.
El pasado 15 de julio, Inegi publicó el Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS), en el que indicó que los ingresos de los más pobres habían aumentado 33.6 por ciento durante el último año y que en consecuencia, la captación del ingreso de esos hogares ascendió a un billón 524 mil 262.5 millones de pesos. Cada gráfica de dicho informe incluyó una nota al pie: “Los datos no son comparables con años anteriores”.
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El hecho desató una ola de reacciones de especialistas y organizaciones civiles, ya que Inegi había eliminado la pobreza “por decreto estadístico”.
En los días siguientes, la pregunta fue, ¿quién es el responsable de que no haya cifras de pobreza en México? Inegi argumentó que lo hizo para mejorar, en adelante, las cifras; Julio Santaella, Presidente de Inegi, le echó la culpa a su antecesor Eduardo Sojo. Coneval se escandalizó y señaló que Instituto había jugado mal, sin avisarles y sólo generó sospechas.
El ahora ex secretario de la Sedesol, Meade Kuribreña, durante toda la discusión llamó a ambas instituciones a evitar la confrontación y a fortalecer los métodos de medición de pobreza, para no caer en la “gran tentación” de “politizar las cifras”. Como Santaella, refirió que el levantamiento del MCS la trabajó la anterior administración, pero defendió las decisiones de Inegi.
El conflicto se dio por terminado cuando ambas instituciones se sentaron a dialogar. En un comunicado de prensa conjunto, el Coneval anunció que no habría cifras de pobreza actualizadas y por su parte, el Inegi dijo que se sentarían a analizar si era posible dar, en algún momento, la cifras ausentes.
EL NUEVO ENCARGADO DE LA POBREZA
Luis Enrique Miranda Nava, nuevo Secretario de Desarrollo Social, ocupaba hasta ahora la Subsecretaría de Gobierno en la Secretaría de Gobernación, a cargo de Miguel Ángel Osorio Chong. Ha estado en el equipo de Enrique Peña Nieto desde que este gobernó el Estado de México (2005-2011) donde ocupó justo el cargo de Secretario de Gobierno. Después de los cambios en el gabinete, se ocupará de la dependencia rectora de los programas para erradicar la pobreza en México que hasta la fecha cuenta con un padrón de beneficiarios del programa Prospera de 25 millones 637 mil 99, según su página de datos abiertos. Y, para especialistas en el sistema electoral, como Eduardo Huchim, las listas de pobres significan votos en "los paralelos de la política nacional".Miranda Nava nació en Jocotitlán, Estado de México, el 3 de junio de 1964. Su padre, Luis Miranda Cardozo, fue presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México. Su currículum no presenta ningún dato que lo relacione con experiencia en combate a la pobreza.
Es conocido el compadrazgo con Enrique Peña Nieto a quien conoce desde que Arturo Montiel Rojas gobernó el Estado de México (1999-2005). Los dos pertenecieron a ese grupo apodado como “Golden boys”. La autoría del mote se atribuye a Manuel Cadena quien era de una generación arriba y nombró así a quienes en sus treinta y pocos acompañaban a Montiel porque según él, brillaban en conjunto.
En el Gobierno del Estado de México se inició como Coordinador de Asuntos Jurídicos, puesto desde el cual, le tocó el movimiento de los comuneros de San Salvador Atenco quienes se oponían a la construcción del Aeropuerto Internacional de Texcoco. Los de Atenco dieron una batalla en las carreteras con palos y machetes que se inició con Montiel, pero concluyó cuando Peña Nieto era Gobernador. En contra de sus líderes, fueron interpuestas varias demandas penales.
En 2006, la Policía Federal Preventiva y la Agencia de Seguridad Estatal del Estado de México se enfrentaron con los opositores al Aeropuerto, aglomerados en el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Hubo dos muertos, 207 detenidoso (10 menores de edad), 146 detenciones arbitrarias, y 26 violaciones de mujeres.
En 2012, durante la campaña electoral, Salvador Atenco se convirtió en el episodio más reclamado al entonces candidato Enrique Peña Nieto. Justo por el recuerdo de las heridas que dejó ese episodio surgió el grupo #Yosoy132 en la Universidad Iberoamericana (UIA).
En 2006, Luis Miranda Nava era candidato a la alcaldía de Toluca por el PRI, pero perdió la elección frente al candidato del Partido Acción Nacional, Juan Rodolfo Sánchez Gómez.
Miranda Nava es Licenciado en Derecho por la Universidad Isidro Fabela, incorporada a la Universidad Autónoma del Estado de México. La cédula profesional, número 6871740 la obtuvo en 2011, poco antes de incorporarse a la campaña de Peña Nieto para la Presidencia de la República. Luego, se convirtió en vicecoordinador político del equipo de transición.
Su declaración patrimonial en la Secretaría de la Función Pública se reduce a su currícula escolar y laboral. No declara ni propiedades inmuebles, ni bienes muebles ni inversiones. Suscribió que está de acuerdo en hacer público su posible conflicto de interés; es decir con quienes no puede hacer ningún contrato como servidor público; pero no brindó ningún nombre de cónyuge o familiar.
El sexenio de Enrique Peña Nieto lo arrancó como Subsecretario de Gobierno en la Secretaría de Gobernación, en cuyo cargo está Miguel Ángel Osorio Chong. Desde ahí, se encargó de las negociaciones con los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que en 2013 se apostaron en el Zócalo de la Ciudad de México. Fue Miranda Nava quien firmó el primer acuerdo de paz con los maestros disidentes el 2 de mayo de 2013. “Privilegiar el diálogo como una vía de construcción de propuestas orientadas al mejoramiento de la educación”, fue uno de los compromisos aquella vez. Pero el acuerdo fue roto por los hechos.
Tres años después, en Nochixtlán, Oaxaca, once personas murieron y 40 más resultaron heridas cuando elementos de la Policía Federal y estatal intentaron desbaratar un bloqueo carretero de los maestros disidentes. Después, en la Segob se instalaron cuatro mesas de negociación. Miranda Nava se quedó a cargo.