Phoenix, 7 Sep (Notimex).- Iglesias cristianas en Arizona ofrecen asilo a inmigrantes indocumentados que enfrentan el riesgo de ser deportados, en un aparente resurgimiento de lo que fuera el denominado Movimiento Santuario de la década de 1980.
Al menos tres iglesias, dos en Tucson y una en Phoenix, han acogido este verano a inmigrantes para albergarlos dentro de sus instalaciones y protegerlos de cualquier acción en su contra por parte de las autoridades migratorias.
La última en sumarse fue la Iglesia Presbiteriana Universitaria de Tempe, un suburbio de Phoenix, al revelar esta semana que está ofreciendo “santuario” a un inmigrante indocumentado programado para la deportación.
El indocumentado guatemalteco Luis López Acabal se refugió en la iglesia el jueves pasado, en un esfuerzo por evitar ser devuelto a su país, sumándose a dos inmigrantes que encontraron cobijo en los templos de Arizona.
El reverendo Eric Ledermann, rector de la Iglesia Presbiteriana Universitaria, dijo en entrevista con Notimex que López Acabal ha sido un esposo y padre modelo en Mesa, Arizona, desde que emigró hace siete años a Estados Unidos.
Sin embargo, explicó que a causa de un supuesto incidente de tránsito menor en el 2007 se encuentra ahora bajo amenaza de ser separado de su familia por la deportación a manos de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos.
Ledermann dijo que López Acabal ha solicitado al ICE en dos ocasiones un aplazamiento de la deportación desde que se vio involucrado en el incidente de tráfico, pero en ambas ocasiones se le ha negado, colocándolo en un inminente riesgo de ser detenido y regresado a su país.
Ledermann y la congregación de su iglesia han acordado permitir que López Acabal use una habitación privada en sus instalaciones y pueda recibir la visita de su familia mientras espera una nueva decisión del ICE.
La congregación también comenzó a abogar en su favor, envió cartas e hizo llamadas telefónicas a congresistas y funcionarios de la administración del presidente Barack Obama, con el fin de que permitan que el inmigrante guatemalteco se quede en el país.
“Esperemos que esto no dure mucho tiempo, pero estamos preparados para que dure”, dijo Ledermann.
El asilo ofrecido por la Iglesia Presbiteriana Universitaria pretende hacer valer la política del ICE de no ingresar a “escuelas, hospitales e iglesias”, para detener a inmigrantes indocumentados.
Dichas instalaciones son consideradas por el ICE como “zonas sensibles” en las que tiene prohibido a sus agentes ingresar a realizar aprehensiones.
Dicha política permite a inmigrantes como López Acabal estar protegidos de manera indefinida, siempre que no abandonen la propiedad de la iglesia.
Las iglesias no proporcionan ninguna protección legal a los inmigrantes, pero al estar en el espacio físico de un templo sí les permite evitar las acciones policiales y de inmigración.
La estrategia inició durante el denominado Movimiento Santuario de la década de 1980, cuando cientos de iglesias en todo el país albergaron a inmigrantes que llegaron a Estados Unidos en busca de refugio de la violencia y la guerra en Centroamérica.
La práctica se extinguió poco a poco con el tiempo, con esporádicas reapariciones, como cuando en el 2006 el inmigrante mexicano Elvira Arellano se refugió en la Iglesia Metodista Unida Adalberto, de Chicago, Illinois.
Sin embargo ahora el uso de las iglesias como “santuarios” para protegerse de las autoridades migratorias parece haber resurgido.
La Iglesia Presbiteriana Universitaria de Tempe es la tercera en declararse “santuario” para un inmigrante indocumentado.
Antes, en junio pasado, la Iglesia Southside Presbyterian en Tucson, Arizona, ofreció refugio al indocumentado mexicano Daniel Neyoy Ruiz, a quien luego de un mes de permanecer en el templo se le concedió una suspensión de un año de su orden de deportación.
Actualmente la iglesia alberga a la indocumentada mexicana Rosa Imelda Robles Loreto, mientras que el ICE revisa su caso.
Robles Loreto, de 41 años de edad, fue detenida después de una infracción de tránsito y liberada tras recibir una orden de deportación que le exigía abandonar el país desde el 8 de agosto pasado.
En vez de trasladarse a México, la madre de dos hijos decidió refugiarse junto con su familia dentro del templo hace tres semanas para evitar la deportación.
“Voy a luchar para estar aquí, no importa el tiempo”, dijo en declaraciones esta semana a la prensa local. “Voy a luchar para mantener a mi familia unida”, indicó.
Una tercera congregación religiosa, la Iglesia Shadow Rock United Church of Christ de Phoenix, también ofreció santuario al indocumentado mexicano Marco Tulio Coss Ponce y a su familia a finales de junio pasado.
Sin embargo en este caso las autoridades migratorias rescindieron su amenaza de deportación un día después de que Coss Ponce se refugió en el templo.