Ciudad de México, 7 de septiembre (SinEmbargo).– Integrantes de la organización Chihuahua Vs Fracking demandaron al Gobernador César Duarte Jáquez anteponer la protección del agua a cualquier interés de empresas y respetar los derechos humanos de los habitantes de la entidad, además de prohibir el fracking en la entidad debido “a sus graves implicaciones para la población y el medio ambiente”.
A través de una carta, los activistas exhortaron al mandatario a prohibir el método de fracturación hidráulica para la explotación de hidrocarburos no convencionales, porque aseguraron que los impactos nocivos que tendrá esta técnica, debido al uso de enormes cantidades de agua, rebasan los posibles beneficios a corto plazo, “ya que cada día se necesita mayores cantidades de agua limpia y segura para el abasto de las ciudades, la agricultura, la ganadería, y el medioambiente”, destacaron.
En el documento que fue entregado en el Palacio de Gobierno de la entidad el pasado 4 de septiembre, la ONG expuso los riesgos centrales por los que se oponen al fracking, y advierten de los riesgos que esta técnica representa para la salud humana como para el medio ambiente.
Por su parte, el Coordinador de la Comisión de Energía del Senado de la República, David Penchyna, aseguró el pasado jueves durante su visita a Chihuahua, “que el fracking no es el diablo”.
Ante empresarios, políticos y académicos, el Senador priista afirmó que “los detractores lo han puesto como si fuera el diablo y no hay tal, en Texas en las tierras arriba la gente cría ganado y abajo extraen el gas sin contaminar, esas tierras no perderán valor agropecuario de ninguna manera”.
El Senador dijo en relación al llamado gas shale que Chihuahua será uno de los mayores beneficiados por las reservas que se tienen en la región de Ojinaga.
Sin embargo, de acuerdo con los estudios del doctor Luca Ferrari Pedraglio, citados por la ONG, las reservas en Chihuahua “aún están en evaluación, ni siquiera en exploración”, por lo que fue calificado en la misiva como “una especulación muy grande sobre estas reservas y acuerdos entre empresas y gobierno para presionar la consolidación de esta alternativa”.
La ONG sostuvo en el documento enviado al Gobernador, que el fracking, representa un gran consumo de agua y su contaminación irremediable, la contaminación del aire, y las fugas de gas, de agua contaminada o tóxicos utilizados que representan un problema crónico para el cual la industria no tiene ninguna solución.
Además, destacaron que la reinyección a presión de aguas, la fractura de las rocas en el subsuelo, y la liberación al exterior de gas y otros componentes genera: el asentamiento del suelo después de la fracturación y extracción del gas lo que ha provocado terremotos en Inglaterra y Oklahoma y otros lugares donde no había antecedentes de actividad sísmica.
El documento explica que la técnica utilizada en Estados Unidos desde 1947, consiste en la inyección, a muy alta presión de una mezcla de agua, arena y 650 sustancias químicos entre las que se encuentran conocidas sustancias cancerígenas que se utilizan para fracturar la piedra donde se encuentra atrapado el gas y así liberarlo.
La cual inicia con la perforación de un pozo vertical, una vez alcanzada la profundidad deseada (mil a 5 mil metros) se realizan nuevas perforaciones horizontales que se van irradiando del pozo vertical inicial entre 1 y 1.5 kilómetros.
Luego de efectuar una serie de explosiones en el subsuelo se inyecta una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a por pozo, usando cantidades de agua que varía según el pozo, entre 9 millones y hasta 29 millones de litros del vital líquido. En la ausencia de una fuente directa de agua, se requieren cientos de tráileres pipa para transportar agua al área donde se encuentre el pozo, ya que el subsuelo absorbe rápidamente el agua, es necesario repetir continuamente el procedimiento de inyección. El agua tiene que ser limpia, ya que la presencia de sales y otros elementos pueden neutralizar la actividad de los químicos utilizados.
Regresan la mezcla tóxica a la superficie junto con el gas y el petróleo para su separación. Una vez recuperado el gas, el agua residual tiene que almacenarse de manera segura, pero, hacer un manejo adecuado del agua residual es costoso y, técnicamente, es casi imposible eliminar los metales pesados y los elementos radioactivos liberados por el fracking Por lo general estas aguas residuales se reutilizan en otras inyecciones o se desechan en ríos y arroyos después de un tratamiento.
Por otro lado, solamente se recupera entre un 15% y un 85% de la mezcla inyectada inicialmente.
Chihua Vs Fracking, acusó a la industria petrolera de no permitir a la ciudadanía el acceso a la información, debido a los acuerdos confidenciales que establecen en torno a la misma. Y destacaron que pese a ello, los ciudadanos y ciudadanas han podido reunir importantes estudios de información científica y médica sobre los impactos del fracking en la salud juma y el medio ambiente, los que comparten en la misiva.
Ante ello, la ONG, exige al Gobernador de Chihuahua, “anteponer la protección de las fuentes de agua a cualquier interés de empresa nacional o extranjera, con el fin de garantizar la calidad y cantidad suficiente del agua para suministro urbano, rural y ambiental para nosotros y las futuras generaciones”.
Además le demandan despertar los derechos humanos de los chihuahuenses y garantizarles el derecho a un ambiente sano, el cual está ahora en riesgo. Y finalmente le exigen prohibir el fracking en la entidad por sus “graves implicaciones para la población y el medio ambiente”.
