El pintor mexicano, José Clemente Orozco Flores, considerado con el fundador del muralismo, nació el 23 de noviembre de 1883, en Zapotlán el Grande, ahora Ciudad Guzmán, Jalisco. Un día como hoy, pero de 1949, fallecería en la Ciudad de México, a los 66 años de edad.
A los 7 años se trasladó junto con su familia a la Ciudad de México, donde comenzó a tomar clases nocturnas de dibujo en la Academia de Bellas Artes de San Carlos durante tres años.
En 1916, presentó su primera exposición individual en la librería “Biblos”, la cual fue poco comprendida por la novedad de su arte, y un año después en 1917, pintó algunas de su obras más reconocidas: “Soldaderas”, “Combate” y “El retrato de su madre”.
Con el resurgimiento de la pintura mural en 1922, la obra de José Clemente Orozco apareció en los muros del patio grande de la Escuela Nacional Preparatoria del Antiguo Colegio Jesuita de San Ildefonso, asi como “Omnisciencia”, un mural en la Casa de los Azulejos en 1925. En 1926, realizó la interpretación del periodo posrevolucionario en la Escuela Industrial de Orizaba.
De 1927 a 1934, radicó en Nueva York, donde pintó una serie de cuadros y varios murales en torno a la fraternidad, la esclavitud, el trabajo, las artes y las ciencias, conforme a las teorías de la simetría dinámica. De regreso a México realizó un gran tablero en 1934 para el Palacio de Bellas Artes que Justino Fernández denominó “La katharsis”.
De 1936 y 1939, trabajó en Guadalajara, donde pintó los muros del foro del paraninfo de la Universidad, además la escalera del Palacio de Gobierno y la capilla del Hospicio Cabañas. En 1940, estuvo a cargo de la decoración de la Biblioteca “Gabino Ortiz” de Jiquilpan, Michoacán, y ese mismo año regresó a Nueva York para pintar, por encargo del Museo de Arte Moderno, un tablero dividido en seis partes movibles, que tituló “Dive bomber”.
El 15 de mayo de 1943, José Clemente Orozco tomó posesión como Miembro Fundador de El Colegio Nacional, Institución en la que presentó seis exposiciones a partir de esa fecha.
En 1946, fue reconocido con el Premio Nacional de Artes, y según la crítica especializada en los últimos años su estilo se fue simplificando, buscando sobre todo un carácter más dramático y violento, que le aproximara más al expresionismo.
Su talento quedó plasmado también en la iglesia del Hospital de Jesús de la Ciudad de México y en 1947 el arquitecto Mario Pani le ofreció la primera oportunidad para realizar una obra al exterior en el recién terminado edificio de la Escuela Nacional de Maestros. En el vestíbulo de este recinto pintó al fresco unos tableros que denominó “El pueblo se acerca a las puertas de la escuela”.
Un año después hizo el tablero “Juárez” para la sala de la Reforma del Museo Nacional de Historia, en el Castillo de Chapultepec, y entre 1948 y 1949 pintó la media cúpula de la Cámara de Diputados de la ciudad de Jalisco y el frontón del recinto.
José Clemente Orozco falleció el 7 de septiembre de 1949 en la Ciudad de México, y fue sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres, honor que, por primera vez en México, se dio a un pintor.
Hoy, a 63 años del fallecimiento del pintor jalisciense, la colectiva "Gráfica Contemporánea 2012" presenta obras de más de 100 artistas nacionales e internacionales, entre ellos, José Clemente Orozco, y se exhibe en la Fundación Sebastián, en la Ciudad de México hasta el 15 de septiembre próximo.
La exposición se suma al XV aniversario de la Fundación e incluye también obra de Henry Moore, Juan Soriano, Raúl Anguiano, Joan Miró, Salvador Dalí, Antonio Tápies, Rufino Tamayo, Armando Morales, Omar Rayo y Gunther Gerzso, entre otros. El objetivo de la muestra es convertirse en un punto de reunión y exhibición del campo de la gráfica a través de esta vasta selección.
–Con información de Notimex
