Desde Texas, donde se extrae por fracking, México transportará con un gasoducto submarino gas “natural” para electrificar el Corredor Interoceánico, incluyendo la refinería Dos Bocas y el Tren Maya. Este gas emite metano, uno de los gases causantes del calentamiento global.
Ciudad de México, 6 de agosto (SinEmbargo).– Una de las principales fuentes de electricidad de la refinería Dos Bocas y del Tren Maya será el gas “natural” (emisor de metano) que será transportado a través de un gasoducto desde Texas hacia Tuxpan-Coatzacoalcos (Veracruz) y luego hacia Paraíso (Tabasco) y Yucatán, de acuerdo con los permisos ambientales de la empresa TransCanada (TC Energy) encargada del proyecto, en coordinación con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“La refinería de Dos Bocas es de un uso muy intensivo de energía y la matriz que hay no es suficiente para alimentarla y el otro uso es para dos centrales de ciclo combinado que se pretenden construir en la península de Yucatán (CC Mérida y CC Riviera Maya), las cuales necesitan quemar gas natural para alimentar al Tren Maya [que es eléctrico]”, explicó en entrevista Juan Manuel Orozco de la organización civil Conexiones Climáticas.
El metano es uno de los gases de efecto invernadero con mayor potencial de causar el calentamiento global y se deriva de la quema del gas “natural”. Está asociado a enfermedades respiratorias. Sin embargo, más del 10 por ciento de los recursos federales del anexo para “la adaptación y mitigación del cambio climático” es para transportar este gas con emisiones de metano inodoras y altamente flamables, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023.
La organización Conexiones Climáticas –que documentó con imágenes satelitales el derrame petrolero en el Golfo de México– está informando a los habitantes de las comunidades de Tuxpan, Tamiahua, Coatzacoalcos y Paraíso sobre los riesgos de las posibles fugas tóxicas del gasoducto tanto para su vida como para el corredor de arrecifes coralinos y para la pesca, su principal fuente económica.
“El problema del metano es que no se puede ver ni oler y no te puedes dar cuenta cuando hay fugas (menos cuando es submarino como este), y esas fugas de metano son mucho más contaminantes que el CO2: tiene un potencial de calentamiento de la atmósfera alrededor de 70 veces más alto”, dijo el activista Juan Manuel Orozco durante los mismos días en que Norteamérica, Europa y Asia están atravesando olas de calor inéditas con incendios forestales que Naciones Unidas calificó ya como “ebullición global”.
“Se dice que el gas natural es una fuente de transición energética porque contamina menos que el combustóleo, el carbón. Pero no necesitamos contaminar menos, necesitamos dejar de contaminar”, aseveró sobre el discurso de TransCanada respecto a que el gasoducto aporta a “energías limpias”.
La Manifestación de Impacto Ambiental-regional del gasoducto Tuxpan-Coatzacoalcos-Paraíso presentada por TransCanada dice que la infraestructura energética –submarina y terrestre– cruzará por vegetación de manglar, un árbol aliado contra inundaciones y huracanes, pero “no se afectará dicha vegetación, ya que la instalación del ducto se realizará por el método de Perforación Horizontal Direccional”, como muestra la imagen. El documento de la empresa obvia la presencia del corredor arrecifal en el Golfo de México y también, pese a tratarse de metano, descarta un significativo impacto a la calidad del aire.
ELECTRICIDAD PARA EL CORREDOR
Desde Conexiones Climáticas cuestionan que parte del presupuesto federal destinado a la bolsa para “mitigación y adaptación a la crisis climática” sea destinado al servicio del transporte de gas “natural” que emite metano, un gas de efecto invernadero causante del calentamiento global (calor o lluvias intensas, sequía extrema…).
De los 10 mil millones de pesos que componen el anexo del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2023 para el “uso de tecnologías y combustibles más limpios”, 9.5 mil millones de pesos se destinan a la CFE y “no sabemos muy bien en qué lo gasta”, dijo el activista Juan Manuel Orozco.
Además, de los 122 mil 423 millones de pesos del anexo para la “adaptación y mitigación del cambio climático”, alrededor de 21 mil millones de pesos (17 por ciento) es para el servicio de transporte del gas natural de la CFE a nivel nacional.
“Con ese porcentaje de los recursos que tienes para adaptarte al cambio climático estás financiando un proyecto que lo único que va hacer es aumentar las temperaturas y agravar el cambio climático porque con la capacidad del gasoducto vamos a estar emitiendo más de 74 mil toneladas de CO2 al día”, observó Orozco sobre el gasoducto desde Texas hacia Tuxpan-Dos Bocas.
México depende del gas natural importado de la cuenca del Pérmico, entre Nuevo México y Texas, donde se perfora con la técnica del fracking, la cual está asociada a contaminación de acuíferos y enfermedades.
Desde 2016, en el marco de la reforma energética de Enrique Peña Nieto, se desarrolló la primera parte del proyecto que ya está operando. Se trata del gasoducto Sur de Texas-Tuxpan (770 km) por 2 mil 600 millones de dólares entre la CFE e Infraestructura Marina del Golfo (IMG), sociedad conjunta entre TransCanada Energía y IEnova.
Ahora, ante la estimada mayor demanda de electricidad industrial para el Corredor Interoceánico, TransCanada está desarrollando la segunda parte, el gasoducto de Puerta al Sureste que transportará 1,390 Millones de Pies Cúbicos Diarios de gas “natural”, detalla en su Manifestación de Impacto Ambiental.
Consiste en la construcción de un ducto tanto terrestre como submarino que transportará gas “natural” desde Tuxpan a puntos de entrega de la CFE en Coatzacoalcos y luego hacia Paraíso, la sede de la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex), que se estima esté produciendo a su máxima capacidad en 2024.
En junio, el Presidente Andrés Manuel López Obrador detalló que la inversión del gasoducto Tuxpan-Paraíso asciende a los 4 mil 500 millones de dólares y el proyecto energético se sumará a ductos terrestres que transportarán el gas a Reforma (Chiapas) y de ahí a Yucatán, por donde también pasará el Tren Maya, cuyos 1,380 kilómetros de vía serán electrificados.
“Ya está suscrito un convenio entre esta empresa TransCanada y la CFE para llevar el gas por mar de Tuxpan a Coatzacoalcos en una primera etapa, de Coatzacoalcos a Dos Bocas, y de ahí ya al gasoducto de Dos Bocas a Tabasco y de Tabasco a Yucatán”, dijo el Presidente en conferencia matutina.
A la par, la Secretaría de Economía abrió licitaciones –con incentivos fiscales– a empresas interesadas en invertir en los diez “polos de desarrollo” del Corredor Interoceánico, que cuenta con vías ferroviarias, aeroportuarias y puertos marítimos en Coatzacoalcos y Salina Cruz para el comercio internacional, entre otros productos, de semiconductores, automotriz, farmacéutica, agroindustria y petroquímica en tiempos del nearshoring.