Antonio Saucedo salió de su casa en Naucalpan, Estado de México a comprar comida y unas cervezas. No regresó. Sus familiares los buscaron y tres días después lo encontraron en el Ministerio Público de la Manzana de Roma en Tlalnepantla.
El joven mientras estuvo desaparecido fue torturado, tiene inflamado el cerebro y fractura craneal. Sus familiares piden que se le dé atención médica y se investigué a los integrantes del Ministerio Público que cometieron actos de tortura contra Antonio.
Por Kenia Luna
Estado de México, 7 de agosto (A Fondo EdoMex).- La vida de la familia Saucedo se volvió un infierno desde el pasado 27 de mayo, cuando uno de sus miembros desapareció y hoy se debate entre la vida y la muerte en una cama del Hospital General de Cuautitlán, víctima de un abuso policial por parte de supuestos Policías Ministeriales de Naucalpan.
“Al principio no sabíamos qué pasaba, todo fue confuso porque un día antes de su desaparición mi padre vendió una camioneta y creíamos que por esa transacción se trataba de un secuestro, ya que lo buscamos en todos los Ministerios Públicos de Naucalpan y en tres días no supimos nada de él, no lo encontramos por ningún lado”, comentó en entrevista a este medio Eloy, hermano de la víctima.
Los hechos
El pasado 27 de mayo, Antonio Saucedo salió de su casa para comprar comida y unas cervezas para festejar con sus familiares la venta de una camioneta, en Praderas de San Mateo, municipio de Naucalpan.
Mientras esperaba su turno vio que detuvieron a una chica, a quien sólo conoce de vista, posteriormente se fueron con otro joven y finalmente, los supuestos ministeriales en una RAM roja se pararon frente a él, dijeron una clave policiaca entre ellos y detuvieron a Antonio.
Fue a través de algunos vecinos que los familiares de Antonio se enteraron de los hechos.
El viacrucis
“Desde el 27 hasta el 30 de mayo nosotros no supimos nada de él, fuimos a todos los Ministerios Públicos de Naucalpan, al Ayuntamiento y nunca lo encontramos; nadie llamó ni lo dejaron a él avisarnos, fueron días horribles porque no sabíamos que estaba detenido, pensamos que se trataba de un secuestro”, agregó el hermano de Antonio.
El jueves 30, gracias a los familiares del otro chico que fue “levantado” junto con Antonio y otra chica, los encontraron en el Ministerio Público de la Manzana de Roma, en el municipio de Tlalnepantla.
Cuando los familiares preguntaron el delito por el cual los jóvenes se encontraban detenidos, primero se les dijo que únicamente por cohecho, pero cuando quisieron pagar la fianza se les informó que se les relacionaba con cuatro homicidios y robo.
“Es imposible que mi hermano pueda estar relacionado con eso que ellos dicen, a las otras personas sólo las conoce de vista y el se dedica a trabajar”, asegura Eloy.
Durante los días que Antonio y quienes hoy sabemos que se llaman Areli y Francisco estuvieron desaparecidos, fueron golpeados y torturados, a Antonio le dieron toques en los genitales, le quemaron los codos y con una aguja le picaron el pecho, a Francisco le arrancaron las uñas y la chica sufrió abuso sexual.
El mismo día que los encontraron en el Ministerio Público de Tlalnepantla, por la noche fueron trasladados al penal de Barrientos, allí fueron recibidos a golpes.
La audiencia
Tras las torturas y las golpizas los asegurados tuvieron dos primeras audiencias, donde se presentaron testigos de los hechos de los cuales se les acusa y ninguno de ellos los reconoció, sin embargo, se dio fecha del 15 de agosto para el cierre de investigación.
Hasta ahora es incierto que Antonio pueda presentarse a la próxima audiencia ya que desde hace una semana se debate entre la vida y la muerte en el Hospital General Cuautitlán debido a las secuelas que le dejaron las torturas y los golpes.
“Hace una semana comenzó a convulsionar y sin avisarnos lo trasladaron al hospital Juárez, mi hermano por temor no firmó, después de todo lo qué pasó pensó que lo desaparecerían y lo regresaron, después le dio un paro respiratorio y lo trasladarían al hospital de Ecatepec, pero finalmente llegó a Cuautitlán, lo reportan grave”, asegura Eloy.
Saucedo Arias tiene un cuadro de neumonía y permanece inconsciente ya que después de varios estudios que se le hicieron en una clínica particular se determinó que tiene inflamado el cerebro y fractura craneal, aunque autoridades del hospital consideran que los estudios están alterados, sin embargo, ellos no cuentan con la infraestructura para realizárselos.
“Ahorita ya lo que pedimos es que logre salvar su vida, que lo atiendan bien porque ya nos arruinaron la vida; esto que hemos vivido es un infierno que no le deseamos a nadie, pero estando el bien con las atenciones necesarias lo demás podremos superarlo”, comentó el hermano de la víctima.
La familia Saucedo consideró cambiar a un mejor hospital a Antonio, sin embargo, un médico particular al que pudieron presentarle los estudios que le han practicado les recomendó esperar a que se desinflame su cerebro y les advirtió que el estado de salud de Antonio es grave.
La familia solicita a las autoridades mexiquenses que atiendan el caso y de ser necesario un traslado para una mejor atención, después que se realice una investigación en contra de los abusos policiacos de estos supuestos ministeriales de Naucalpan, a quienes sólo identifican por la RAM roja y a quienes se les ha relacionado con otros casos de abuso como éste.
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