México

Rumbo al patíbulo

Es hoy. “Alito” intentará alterar estatutos para quedar como líder máximo hasta 2032

07/07/2024 - 12:05 am

Militantes del PRI alertan que la Asamblea Nacional que se realizará este 7 de julio consolidará el control de Alejandro Moreno como dirigente pese a los nulos resultados que el partido ha tenido desde 2029, cuando asumió el cargo. 

Ciudad de México, 7 de julio (SinEmbargo).– El Partido Revolucionario Institucional (PRI) celebrará este domingo su Asamblea Nacional entre críticas al dirigente Alejandro Moreno Cárdenas, pues militantes han alertado que buscará extender su mandato hasta 2032 sin un proceso de reflexión verdadero y sin importarle que el partido atraviesa la peor crisis en su historia.

“Una y otra vez Alejandro Moreno ha privilegiado mantener su permanencia en la dirigencia nacional sobre los intereses del partido, con una actitud de defender como si fuera un patrimonio propio la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional y no dar entrada a otras voces. Proteger al partido representa luchar para que concluya su periodo y se vaya de la dirigencia nacional”, expuso Dulce María Sauri, exdirigente nacional del PRI.

SinEmbargo reveló esta semana que la Asamblea Nacional pretende discutir una reforma al artículo 178 de los estatutos del partido para permitir que los titulares de la Presidencia y la Secretaría General nacional─actualmente encabezada por Carolina Viggiano─ y a nivel estatal puedan ser las electas hasta por tres periodos consecutivos, lo que le permitiría a Alejandro Moreno dirigir al partido hasta 2032.

Esta sería la segunda vez que Moreno Cárdenas, conocido como “Alito”, extiende su dirigencia. Fue electo para dirigir el partido de 2019 a agosto de 2023, pero a finales de 2022 impulsó cambios a los estatutos del partido que le permitió extender su gestión hasta agosto de este año, con el argumento de esperar la elección federal.

Por ello, más de 100 militantes del PRI, exdirigentes, exgobernadores y exlegisladores, exigieron esta semana que se aplace la Asamblea Nacional hasta después de agosto, cuando la dirigencia de Moreno tendría que acabar, con ello buscan impedir que se modifiquen los estatutos a conveniencia del exgobernador de Campeche. 

Entre los firmantes se encuentran la y los exdirigentes Dulce María Sauri, José Antonio González Fernández y Enrique Ochoa Reza; así como el exsecretario de Turismo Enrique de la Madrid Cordero, y las y los exsenadores Francisco Arroyo Vieyra, Fernando Gómez Esparza, Mario Niebla Álvarez, Eric Rubio Barthell, Myrna Hoyos Schlam y Georgina Trujillo Zentella.

En el pronunciamiento, las y los priistas señalaron que desde que “Alito” Moreno dirige el partido “el trabajo se orientó fundamentalmente a cultivar al círculo de los afines a la dirigencia, con el fin de centralizar decisiones para suscribir sin consulta acuerdos políticos relevantes, designar cargos, administrar recursos de las prerrogativas y nominar candidaturas”.

Esta acusación es similar a la que han hecho en los últimos años militantes de distintos estados. En junio de 2023, por ejemplo, el PRI se quedó sin representación en el Congreso de Hidalgo porque nueve diputados, además 15 presidentes municipales y el dirigente estatal dejaron el partido por acusaciones de arbitrariedades e imposiciones desde el Comité Ejecutivo Nacional.

“El PRI se ha convertido en un partido de amigos, de compadrazgos, de gente que tiene que obedecer a las decisiones de la dirigencia nacional y ese tipo de decisiones son las que nos tienen hoy en la condición política en la que estamos, en donde hemos pasado a tener una representación mínima en la Cámara de Diputados, en los estados, hay lugares en donde el PRI incluso está por perder el registro, o solamente podrá tener un diputado local y plurinominal”, denunció también esta semana la Diputada Montserrat Arcos.

 

Mientras dirigió el Organismo Nacional de Mujeres Priistas, Montserrat Arcos atestiguó cómo Alejandro Moreno desplegó todo un sistema para poder quedarse con millones de pesos destinados para la capacitación de mujeres, también se ha pronunciado en contra del control de la dirigencia nacional en los estados.

“Alejandro Moreno llegó a la dirigencia y modificó los estatutos para que él en todos los estados pueda decidir quién es regidor plurinominal, Diputado, Diputada plurinominal, candidatos. Se quiere reelegir él y a las dirigencias que son cómplices. Quiere decir que estos dirigentes que hoy están apoyando, engañando a la militancia en sus estados no están ayudando a un partido siendo institucionales, están traicionando a la militancia, a su partido, por ayudar a alguien enfermo de poder”, dijo en entrevista Francisco Pérez, dirigente en Querétaro de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP).

El militante expuso que las asambleas municipales que se realizaron fueron “una simulación” ya que se impidió el acceso a priistas por no cumplir una serie de requisitos como comprobar su militancia, aunque acusa que las y los cercanos a la dirigencia estatal no se les impuso esa condición.

A esto se suma el rechazo de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), históricamente aliada del PRI, que ya dejó claro que no respaldan la dirigencia actual del PRI por tratarse de “una camarilla”.

Y aunque no firmaron el pronunciamiento, el exgobernador de Sonora Manlio Fabio Beltrones y la Senadora Beatriz Paredes, aspirante a candidata presidencial en 2023, también rechazaron la intención de Alejandro Moreno de reelegirse. 

Beltrones calificó de “irresponsable” la decisión y se sumó a las críticas que han hecho priistas en las últimas semanas sobre la falta de transparencia en las decisiones tomadas en las entidades previo a la Asamblea Nacional. Por ejemplo, expuso que en Sonora no se convocó a los delegados a las mesas dictaminadoras donde se discutió la reforma que propone extender la dirigencia del PRI.

La Asamblea Nacional que se celebra este domingo es relevante porque, de acuerdo con los estatutos del PRI, tiene la facultad de reformar, adicionar o derogar los documentos básicos del partido y su código de ética; además de definir las políticas y líneas de acción que seguirán y elegir a las personas titulares de la presidencia y la secretaría general del Comité Ejecutivo Nacional.

Militantes han mostrado sus dudas sobre la realización de esta asamblea por la premura con la que se convocó, solo cuatro días después de la elección federal, donde el PRI tuvo su menor cifra de votos para la Presidencia en los últimos años, al pasar de 16 millones 231 mil 456 en 2012, cuando Enrique Peña Nieto fue electo, a 5 millones 736 mil 759 este 2 de junio, donde compitió por primera vez sin una candidatura presidencial propia, en alianza con el PAN y el PRD.

Por su parte, la exdiputada Dulce María Sauri, una de las priistas que exige desde 2022 la renuncia de Alejandro Moreno, denunció que las asambleas municipales y estatales previas a la Asamblea Nancional se desarrollaron en opacidad, pues no se garantizó la participación de militantes críticos para recabar distintas posturas.

“Esta será una Asamblea que se ha desarrollado en un manto de secrecía. No han sido convocados los medios de comunicación a las asambleas estatales en donde se eligieron delegados y delegadas y donde supuestamente se discutió, se discutieron las reformas a los documentos básicos, incluyendo los estatutos, ¿Qué puede pasar? Lo que quiera el presidente del Comité Ejecutivo Nacional con este control que tiene”.

Entre los cambios a los estatutos del PRI que se discutirán  en la 24 Asamblea Nacional del partido está una  reforma al artículo 81 que le daría al Comité Ejecutivo Nacional permiso para contratar deuda. En la propuesta difundida esta semana se argumenta que es una herramienta esencial para el funcionamiento de las instituciones públicas y se propone que éstas puedan superar una cantidad del 20 por ciento del monto de financiamiento público federal anual.

La reforma también permitiría a la dirigencia poner a la venta inmuebles propiedad del PRI. “Están haciendo un consejo político para poder robarse el patrimonio de lo poco que queda del partido en militancia literalmente eso es lo que está pasando y en todo el país”, alertó Francisco Pérez.

Alejandro Moreno Cárdenas también ha anunciado que en la Asamblea Nacional podría discutirse si el PRI mantendrá sus colores, logo y hasta el nombre. La reunión también ha sido criticada por la premura con la que se convocó, solo cuatro días después de la elección federal, donde el PRI tuvo su menor cifra de votos para la Presidencia en los últimos años, al pasar de 16 millones 231 mil 456 en 2012, cuando Enrique Peña Nieto fue electo, a 5 millones 736 mil 759 este 2 de junio, donde compitió por primera vez sin una candidatura presidencial propia, en alianza con el PAN y el PRD.

En 2019, cuando “Alito” Moreno asumió la dirigencia del PRI encabezaba 12 gubernaturas pero en 2021 perdió ocho: Colima, Campeche, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas; en 2022 perdió Hidalgo y Oaxaca y en 2023 dejó de gobernar el Estado de México, uno de sus principales bastiones.

Montserrat Antúnez
Periodista. Comprometida con comunicar temas sobre acceso a la justicia y derechos humanos. Trabaja por un periodismo con perspectiva de género y que respete la dignidad de las personas.
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