El Subsecretario de Seguridad informó de detención de Julio César “N”, presunto cómplice de José Noriel Portillo en el asesinato de dos sacerdotes jesuitas el pasado 20 de junio.
Ciudad de México, 07 de julio (SinEmbargo).- Julio Cesar “N”, presunto cómplice de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, ha sido detenido, informó esta mañana en conferencia de prensa el Subsecretario de Seguridad Pública de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSCP), Ricardo Mejía Berdeja.
Desde Palacio nacional, el funcionario indicó que Julio César “N” fue localizado y detenido con ayuda de las fiscalías de Chihuahua y Baja California el pasado 5 de julio en Mexicali.
Por su parte, “El Chueco” ha sido vinculado a proceso por el asesinato de dos sacerdotes jesuitas y de un guía de turistas el pasado 20 de junio en Urique, Chihuahua.
Mejía Berdeja señaló que “las acciones de inteligencia, vinculadas a un despliegue permanente de Sedena y la Guardia Nacional, permitieron (…) detener en Mexicali a Julio César ‘N’, quien se encuentra relacionado con el homicidio de los padres jesuitas. Este sujeto presuntamente se encontraba con José ‘N’ cuando tiraron los cuerpos de las víctimas en Chihuahua”.
LA RECONSTRUCCIÓN DE LOS HECHOS
El pasado 20 de junio dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados a balazos al interior de la iglesia del pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 18:00 horas, cuando un hombre que era perseguido por sujetos armados entró al centro religioso. Ahí, los agresores ultimaron a la víctima.
Sin embargo, los sujetos también dispararon en contra de los sacerdotes, identificados como Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, quienes también perdieron la vida.
El provincial de la Compañía de Jesús, Luis Gerardo Moro Madrid, acudió el jueves 23 de junio al templo para reconstruir los hechos junto con los jesuitas que sobrevivieron. Informó en entrevista que el mismo Noriel Portillo llevó al guía de turistas Pedro Palma al templo para asesinarlo.
“Se habla mucho de este guía de turistas que lo meten al templo, no que fuera huyendo, sino que ellos lo meten al pueblo. El hombre ya iba golpeado. El padre, uno de los testigos, ve que es una persona que lo está llevando. Y por qué lo querían matar dentro, no sabemos si la interpretación ahí es que no se viera hacia afuera, que no fuera muy público. Entonces es cuando salen ahí también los padres y abogan por él”.
“En algún momento uno de los padres le quiere dar los santos óleos al que está muriendo y le empieza a decir al agresor que piense lo que está haciendo, que está mal. El agresor le dispara. El otro, interviene para convencerlo y entonces se voltea y le dispara al otro padre. El tercer padre que está viendo todo, se queda helado e intenta decirle que está mal. El hombre como que cae en la cuenta, se arrepiente y le pide perdón al padre y le dice que quiere confesarse. Entonces hay unos minutos largos, un tiempo largo en que el asesino le está hablando al padre”, relató el provincial de los jesuitas.
Chihuahua es uno de los seis estados que concentra la mitad de los homicidios del país junto con Michoacán, Guanajuato, Baja California, México y Jalisco, de acuerdo con los registros de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
-Con información de Raíchali y AP