Humberto Musacchio acaba de publicar El Taller de Gráfica Popular, un libro editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) que expone la historia de esta institución y su acompañamiento en las luchas populares del siglo pasado.
Ciudad de México, 7 de junio (SinEmbargo).– A finales de 1933 se fundó en México la Liga de Escritores y Artistas Revolucionario. Su idea era hacer difusión de su obra mediante carteles, volantes, mantas. Los encargados de esto integraron lo que fue el Taller de Gráfica Popular, cuya existencia fue muy importante para el pueblo porque recogió sus luchas, sus denuncias y las expresó.
De esta manera el periodista Humberto Musacchio describió, en entrevista, el papel que tuvo a lo largo del siglo pasado el Taller de Gráfica Popular en las diferentes causas sociales, sobre el cual escribe en un libro del mismo nombre que es editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).
“Fue Jesús Álvarez Amaya que me dio acceso al archivo del taller, en algunos casos tuve que valerme de reproducciones, no de grabados originales, pero creo que en general el grueso de los grabados que se reproducen en el libro son originales porque se trataba de dar una visión en conjunto de lo que había sido el taller, tanto su historia, las personas, los hechos de los que participaron, como su obra artística”, platicó Musacchio.
Humberto Musacchio explicó que hubo talleres similares en Estados Unidos que cumplieron una función muy importante durante años, “en Sudamérica hubo algunos también, en Europa después de la Segunda Guerra creo que hubo varias instituciones así, y es paradójico que en la Unión Soviética se condenaba al Taller de Gráfica Popular porque supuestamente no expresaba la grandeza del movimiento obrero o popular, tonterías del estalinismo”.
En ese sentido ahondó que el Taller de Gráfica Popular “reprodujo muy fielmente las luchas populares, la situación de la mayoría de los mexicanos en la pobreza, todavía ahora entendemos ese problema, y eso pues es un gran mérito de los artistas del taller, la mayoría eran de origen muy humilde y eso contribuyó también a darle más fuerza a su trabajo artístico”.
“Hay arte político que es muy bueno aunque se le ha tratado de descalificar, sobre todo por los enemigos de la Escuela Mexicana, pero creo que lo que está en el centro de la actividad de un artista, está en el arte, si tiene interés en los movimientos populares en reflejarnos en su obra, pues venga, además México tiene una formidable, poderosísima tradición con la Escuela Mexicana de Pintura y no hay que olvidar que el Taller de Gráfica de alguna manera expresa en blanco y negro lo mismo que expresaba la Escuela Mexicana”, reffirió.
Musacchio expuso que no hay que olvidar que uno de los grabados, uno de los símbolos del movimiento de 68, fue un grabado de un hombre amordazado por una cadena con un candado un grabado de 1954 del Taller que 14 años después el movimiento estudiantil lo hizo suyo. “O sea ,la presencia del taller sigue ahí, de repente cuando hay un movimiento popular tú ves que los grabados del taller vuelven a cobrar vigencia. El taller está metido en la cabeza y en la sangre de los mexicanos que luchan por mejorar la situación”.
“El trabajo del taller ha estado presente durante muchos años, no solo en volantes, carteles, sino también en libros, en revistas, en periódicos, de repente te encuentras grabados del taller, grabados desde hace 40 y más años, 50, 60, o sea que el taller está vivo, lo que pasa es que la institución a la que Cuauhtémoc Cárdenas le dio un edificio, ha tenido serios problemas. Yo he ido en los últimos meses varias veces a tocar, no hay quien me abra la puerta, no hay gente adentro, no hay nadie trabajando, no sé, creo que ya el Taller de Gráfica pasó mejor vida, o a peor vida”, lamentó.