Según ya habían dicho las autoridades de la capital del país, se trata de la situación más extrema de los últimos 30 años. El problema se ve reflejado en cada una de las imágenes que compartió la NASA.
Ciudad de México, 7 de mayo (RT/AP).– Imágenes satelitales reveladas por la NASA muestran cómo la falta de lluvias provoca una histórica sequía en México, que mantiene sus represas en niveles muy bajos. De acuerdo con los datos, el 15 de abril el 85 por ciento del país atravesaba una crisis por falta de agua.
La situación fue definida por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, como la peor sequía de los últimos 30 años y los datos brindados este miércoles 5 de mayo por la NASA apuntan en sentido similar. En base a imágenes satelitales, la agencia espacial de Estados Unidos detalló que el nivel de agua acumulado en unas 60 represas del centro y del norte del país no llega al 25 por ciento de su capacidad.
Otro punto del análisis realizado por la NASA es el Índice de Estrés Evaporativo (ESI, por sus siglas en inglés), que evalúa la temperatura de la superficie terrestre tomada desde los satélites de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, más datos utilizados para estimar la evapotranspiración, es decir, cuánta agua se evapora de la tierra y de las hojas de las plantas.
Teniendo en cuenta los cambios de la temperatura, al analizar las 12 semanas que van desde principios de febrero hasta fines de abril, se obtuvieron valores de la tasa de evapotranspiración que están por debajo de los normales. Esto significa que la humedad del suelo no es la adecuada para la vegetación, lo que afecta las cosechas.
Casi el 85 por ciento de México está experimentando sequía. Grandes embalses del país, como la Presa Villa Victoria, están en niveles excepcionalmente bajos.https://t.co/w1NygHkp4l pic.twitter.com/8KfxUKrmsV
— NASA en español (@NASA_es) May 6, 2021
LA POSIBLE LLEGADA DE LLUVIAS
La falta de precipitaciones, vinculada con el fenómeno de La Niña, comenzó en los últimos meses del año pasado, lo que ocasionó que las lluvias fuesen 20 por ciento menores a lo normal. Según las estimaciones meteorológicas mexicanas, esta situación recién podría comenzar a modificarse el mes próximo, en coincidencia con la temporada de huracanes, que suelen provocar intensas precipitaciones.
Ya a mediados de abril la directora general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez Cisneros, había afirmado que marzo de este año fue uno de los más secos de la historia, ya que se ubicó en el lugar 71 de los 81 monitoreados desde 1941.
LAS PRESAS SE SECAN
El 85 por ciento del territorio mexicano presenta condiciones de sequía actualmente, y habitantes de la región central dijeron desde el 22 de abril que lagos y presas se están secando, incluido el segundo cuerpo de agua dulce más grande del país.
Algunas de esas presas, como Villa Victoria, al oeste de la capital, están a un tercio de su capacidad normal, y falta mes y medio para que caiga alguna lluvia importante.
Isaías Salgado, de 60 años, fue a llenar su camión cisterna con agua a Villa Victoria, tarea que normalmente le toma media hora. Ese día tardó tres horas y media para abastecer su camión con capacidad para 10 mil litros.
“La presa se está secando”, dijo Salgado. “Si le siguen sacando agua, ya para mayo esto va a secarse por completo, y se van a morir los peces”.
Sheinbaum señaló que a medida que la sequía se agrava, más gente tiende a regar sus prados y jardines, lo que empeora el problema.
Una cuarta parte del agua que abastece a los nueve millones de habitantes de la capital proviene de presas como Villa Victoria y otras dos, que en conjunto están a 44 por ciento de su capacidad. El resto es extraído de pozos dentro de los límites de la ciudad. Pero el propio nivel freático de la ciudad está bajando y las fugas en tuberías merman el abastecimiento.
Rogelio Ángeles Hernández, de 61 años, captura peces en Villa Victoria desde hace 30 años. No le preocupa mucho la pesca. Durante sequías anteriores, los habitantes locales se han podido llevar peces en carretillas a medida que bajaban las aguas.
Sin embargo, el turismo en las presas, como la de Valle de Bravo, más al oeste, está siendo afectado por el descenso en el nivel de las aguas.
En última instancia, será la capital la que realmente va a sufrir.
“La pesca sigue igual, la afectación va a ser para los de la Ciudad de México, que van a recibir menos agua”, afirmó Ángeles Hernández.
Más hacia el oeste, en el estado de Michoacán, el país enfrenta el peligro de perder su segundo lago más grande, el de Cuitzeo. Alrededor del 75 por ciento del lecho está seco, de acuerdo con Alberto Gómez-Tagle, biólogo e investigador que preside el Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales de la Universidad de Michoacán.
Gómez-Tagle dijo que la deforestación, las carreteras construidas a través del lago y la desviación del agua para uso humano han tenido que ver, pero que tres años extremadamente secos han dejado el lago como una llanura polvorienta.
“Los años de 2019, 2020 y lo que va de 2021 han sido más secos que el promedio, y el efecto sobre el lago se acumula”, comentó.
El Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, dijo que gran parte del lago está seco y que las comunidades aledañas ahora padecen tormentas de arena. Agregó que las comunidades podrían tener que empezar a plantar vegetación en el lecho del lago para impedir que ocurran.
En una petición al Gobierno, los habitantes de las comunidades aledañas al lago dijeron que sólo sobreviven seis de las 19 especies de peces del lago. Atribuyeron a las tormentas de arena decenas de miles de infecciones respiratorias e intestinales entre los habitantes locales.
–Con información de Fernando Llano, de AP