Economía

Grupo civil lanza plataforma para exhibir públicamente la corrupción con medicamentos

07/05/2019 - 2:30 pm

El desabasto de medicamentos se ha arrastrado desde sexenios pasados y afecta a cientos de pacientes. En el país no hay Losartan (presión arterial), Metropolol (hipertensión e infarto agudo de miocardio) o Imatinib (tumores gastrointestinales). El “huachicol” de medicinas puede ser por robo hormiga de farmacias públicas, en la cadena de suministro y en las licitaciones públicas o adjudicaciones directas, denunciaron organizaciones civiles.

Ciudad de México, 7 de mayo (SinEmbargo).– Ante el riesgo al derecho a la salud y la vida, un grupo de organizaciones ha llamado a identificar los casos y responsables del desabasto de medicamentos en el país mediante denuncias en la plataforma huachicoldemedicinas.org por parte de pacientes, familiares y personal médico para reportarlo “en voz alta” a las autoridades.

La ciudadanía puede compartir su historia en un video diciendo su nombre (puede ser de manera anónima para evitar represalias), edad y padecimiento; hospital, la medicina negada, fecha y el argumento dado; y un mensaje de exigencia.

Luis Fernández, director de Nosotrxs, explicó que el desabasto –un problema que venía desde antes de la administración pública actual– se genera por corrupción e ineficiencia administrativa en procesos de compra del sistema de salud pública, la utilización temporal de fondos de programas sociales y fallas en la base de datos.

Actualmente, en el país hay desabasto de Losartan (presión arterial), Metropolol (hipertensión e infarto agudo de miocardio) o Imatinib (tumores gastrointestinales).

El ciudadano puede denunciar el desabasto de manera anónima. Imagen: Captura de pantalla.

LA CORRUPCIÓN

El “huachicol” de medicinas, cuando intermediarios o funcionarios se roban medicinas para beneficios propios, puede ser por robo hormiga de farmacias públicas para vender en privadas, en la cadena de suministro y en las licitaciones públicas o adjudicaciones directas en monopolio.

“Detrás de esas cadenas de corrupción se está jugando la vida de muchas personas”, dijo Mauricio Merino, coordinador de Nosotrxs.

El mercado de medicinas y fármacos está valuado en 185 mil millones de pesos anuales, de acuerdo con la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias, y el robo para el mercado negro asciende a entre 13 mil y 30 mil millones de pesos anuales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 10 por ciento de medicinas derivan del mercado ilegal a nivel global, y en México 8 millones llegan a consumirlos.

Luis Adrián Quiroz de DVVIMSS expuso que le preocupa que los servidores públicos del sector salud que se roban el medicamento no dimensionan que son parte del problema y son directa o indirectamente usuarios del servicio de salud.

“Ellos mismos se están metiendo el pie y son los primeros afectados porque repercute en su práctica profesional, y tendrán algún familiar o ellos que padecerán la misma problemática”, dijo.

LA INEFICIENCIA

Además de la corrupción, Luis Adrián Quiroz de DVVIMSS, acusó que “en un hecho histórico”, después de 15 años los pacientes de VIH-SIDA debieron salir a las calles a exigir medicinas disponibles para su tratamiento por la mala estrategia de licitación del Gobierno federal. Hay 97 mil personas en riesgo.

Lamentó que ocurrió lo mismo que en la lucha contra el robo de gasolinas: se cortó de tajo en vez de garantizar compras previas sin corrupción, mejores precios y de calidad.

Quiroz aseguró que si continúa el desabasto en medicinas para pacientes con VIH, recurrirán al amparo.

Si no se aprende del error y la Secretaría de Hacienda no logra la compra consolidada, puede haber una crisis de desabasto en 2020, alertó.

Brenda Ponce, de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer (AMLCC), y Elvira Melo de la Asociación Mexicana de Fibrosis Quística, advirtieron que al ser enfermedades crónicas, recibir o no los medicamentos a tiempo hacen la diferencia entre la vida y la muerte.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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