El ex directivo paraguayo Nicolás Leoz, el argentino Julio Grondona y el brasileño Ricardo Texeira, todos ellos hombres poderosos del futbol sudamericano por décadas, fueron acusados el lunes de recibir sobornos a cambio de sus votos a favor de Qatar para ser sede del Mundial de 2022.
Ciudad de México, 7 abril (La Opinión).- Cinco años después de la caída de Sepp Blatter como presidente de FIFA, que simbolizó la profunda corrupción en el máximo organismo del futbol mundial, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó el lunes nuevas acusaciones y detalles que reavivan el “FIFAGate”.
Los fiscales dijeron por primera vez lo que en realidad todos sospechaban: representantes de Rusia y Qatar compraron votos para obtener la sede de sus respectivas Copas del Mundo; la primera, efectuada en 2018 y la segunda programada para 2022.
Además, dos ex ejecutivos del conglomerado Fox fueron mencionados como parte de un esquema para ayudar a obtener los derechos de transmisión y mercadotecnia de la Copa del Mundo en 2018 y 2022. La compañía española Imagina Media Audiovisual y la uruguaya Full Play Group también fueron acusadas.
Como parte del procesamiento, el ex directivo paraguayo Nicolás Leoz, el argentino Julio Grondona y el brasileño Ricardo Texeira, todos ellos hombres poderosos del futbol sudamericano por décadas, con un historial de corrupción, fueron acusados el lunes de recibir sobornos a cambio de sus votos a favor de Qatar para ser sede del Mundial de 2022. Cabe mencionar que Grondona murió en 2014 y Leoz en 2019.
Mientras que el trinitario Jack Warner y el guatemalteco Rafael Salguero, ex directivos en el área de la Concacaf, recibieron sumas millonarias para votar a favor de Rusia como sede del Mundial de 2018. The New York Times reportó que Warner recibió 5 millones de dólares, con parte del dinero proveniente de compañías con sede en Estados Unidos operando en beneficio de la candidatura de Rusia 2018.
EJECUTIVOS DE TV INCÓMODOS
Las autoridades presentaron 53 nuevos cargos en la Fiscalía federal para el Este de Nueva York, en Brooklyn, contra Hernán López y Carlos Martínez, ex ejecutivos de Fox.
También contra Gerard Romy, ex presidente de Imagina Media Audiovisual, todos por fraude electrónico, blanqueo de dinero y otros delitos relacionados, según un comunicado de la Fiscalía. Romy y Full Play fueron acusados además de conspiración de crimen organizado.
Está previsto que las acusaciones formales contra López, Martínez y Full Play se presenten el próximo 9 de abril ante la jueza Pamela K. Chen.
La acusación cita que López y Martínez, responsables del desarrollo y la realización de los negocios de transmisión para Fox en América Latina, se unieron a Full Play y otros conspiradores en un plan que implicó el pago anual de millones de dólares en sobornos a funcionarios de la Confederación Suramericana de Futbol (Conmebol), a cambio de los derechos de transmisión de la Copa Libertadores, entre otros eventos.
Añade que López y Martínez confiaron en la lealtad asegurada mediante el pago de sobornos a ciertos funcionarios de la Conmebol para obtener incluso información confidencial de licitación para los derechos de transmisión en Estados Unidos de los Mundiales de 2018 y 2022, derechos que Fox obtuvo con éxito.
CONCACAF INCLUÍDA
Igualmente, la acusación señala que Romy participó en estrategias para pagar millones de dólares a funcionarios de alto rango de la Unión de Fútbol del Caribe (CFU) y de federaciones dentro de la Unión Centroamericana de Futbol (Uncaf), que operan bajo la Concacaf, para asegurar los derechos de transmisión de las eliminatorias mundialistas.
En relación con el esquema de CFU, Romy y sus conspiradores presuntamente acordaron pagar a Jeffrey Webb, un alto funcionario de la CFU y expresidente de Concacaf, un soborno de 3 millones de dólares.
De acuerdo con The Associated Press, “ha habido 26 declaraciones de culpabilidad que se han anunciado públicamente” durante el “FIFAGate”.