La larga valla de metal que fue colocada el viernes frente al Palacio Nacional de México, despacho y casa presidencial, fue transformada la noche del sábado por colectivas feministas en un “muro de memoria”.
Ciudad de México, 7 de marzo (EFE/SinEmbargo).- Mensajes de protesta superaron este domingo la muralla que fue colocada frente al Palacio Nacional, en la Ciudad de México, a horas de la marcha de mujeres.
“México feminicida”. “Aborto legal ya”. “Un violador no será Gobernador”. Esos son los mensajes que fueron proyectados sobre Palacio Nacional, donde vive el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
La larga valla de metal que fue colocada el viernes frente al Palacio Nacional fue transformada la noche del sábado por colectivas feministas y amaneció convertida este domingo en un “muro de memoria”.
La contención, colocada a unos días de la marcha feminista del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fue para evitar provocaciones y proteger edificios históricos, dijo el sábado, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, una acción que grupos feministas y opositores al mandatario calificaron como un impedimento a la libre manifestación.
Ante ello, un grupo de mujeres decidió intervenir la barda metálica al pintar los nombres de cientos de mujeres que fueron “Víctimas de Feminicidio”, como escribieron en la leyenda central de la protesta pacífica.
“No nos alcanza el espacio para colocar los nombres de las miles de mujeres que han sido asesinadas en México en los últimos años”, escribieron en redes las mujeres de la intervención, quienes lamentaron que el Gobierno mexicano “proteja mejor a los edificios históricos que a las mujeres”.
Calificado como un “muro de paz” por integrantes del Gobierno federal, tras la intervención las feministas lo llamaron “muro de memoria” al recordar los casos de centenares de mujeres asesinadas.
Este domingo activistas convocaron al lugar a colectivos feministas para que lleven flores al lugar que desde ahora se apunta para ser el centro de las protestas del 8-M en la capital mexicana.
Por la tarde, decenas de mujeres y organizaciones colocaron ramos de flores sobre la contención que se ubica en el Zócalo capitalino, además pintaron cruces, figuras humanas y nombres en memoria de mujeres víctimas de violencia.
Además, otros grupos y colectivos llamaron a las feministas a colocar cemento en la base de la barda para convertirlo en una antimonumenta.
Este domingo, López Obrador retomó el tema de la valla en un video, durante una gira por el sureste del país para supervisar las obras del Tren Maya, en el que dijo que “es mejor poner una valla que poner frente a las mujeres que van a protestar a los granaderos (policía antimotines), como era antes, no los podemos enfrentar, tenemos que evitar eso, que no haya violencia, que nadie salga dañado, herido”.
En el mensaje, publicado en redes sociales previo a la inauguración del Pabellón de la Reina Roja en la zona arqueológica de Palenque, Chiapas, el presidente señaló cuestionó sus opositores quieran promover una campaña de desprestigio y “una gran nota nacional e internacional por colocar la valla de protección para que no se genere violencia”.
Además afirmó: “yo no soy machista, estoy a favor del derecho de las mujeres y estoy a favor de la igualdad.
Los temas de género y el apoyo a las causas feministas no han sido el fuerte de López Obrador, quien ha señalado que el movimiento feminista en México está manipulado, declaraciones por las que ha sido señalado por colectivos y organizaciones de mujeres de no tener sensibilidad ante la violencia que sufren las mujeres en este país y de no contar con perspectiva de género.
En los últimos años en México las cifras de feminicidios y violencia contra las mujeres han ido en aumento, además del alto índice de impunidad que permite que agresores y asesinos sigan en las calles.
México registró 967 feminicidios en 2020, una cifra casi idéntica a los 969 crímenes por razón de género de un año antes.
La nueva ola feminista en México comenzó a mediados de 2019, cuando tuvo lugar una fuerte protesta en Ciudad de México tras tres casos de supuesto abuso sexual de mujeres por parte de policías y una serie de feminicidios.