Francisca Navarro Valdéz, rescatista de animales, llevó a “Lyla” al veterinario, pues al encontrarla tenía una lesión en sus genitales. El médico corroboró lo que la activista sospechaba: la perrita había sido ultrajada.
Hermosillo, Sonora, 7 de marzo (ProyectoPuente/SinEmbargo).- Previo a la valoración de una veterinaria, se abrió una carpeta de investigación en Hermosillo, Sonora, por maltrato animal en contra de la perrita “Lyla”; su dueña asegura que fue abusada sexualmente.
La denuncia fue interpuesta ante un agente del Ministerio Público en la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJE), en la Agencia del Ministerio Público Investigadora, especializada en delitos de abigeato (robo de animales).
“Se perdió, duró dos semanas perdida, y la buscaba y no la encontraba, pero pensaba que a lo mejor andaba ahí, no coincidía nomás, y el día martes salió el señor, el velador, y ya me dijo que tenía dos semanas perdida y que un guardia de ahí cerca había visto que dos hombres la habían levantado, la habían echado a un carro, y ya no me gustó obviamente, ‘me preocupé’, me dijo el velador. Creo que la vi en el Oxxo de Las Lomas”, comentó “Panchita” Navarro, activista y rescatista de animales.
Por su parte, la FGJE confirmó a través de su cuenta de Facebook que abrió la carpeta de investigación por el delito de maltrato o crueldad animal en agravio de “Lyla”.
“La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJE), abrió carpeta de investigación por el delito de maltrato o crueldad animal en agravio de ‘Lyla’, un canino criollo, luego de recibir la denuncia correspondiente”, dice el escrito.
Una amiga de ella fue quien al ver las publicaciones la ubicó en la colonia, al sur de la ciudad y acudió al sitio, se percató que sí era ella, pero se encontraba con una lesión en sus genitales.
La activista expresó que la llevó al veterinario y corroboró que había sido abusada sexualmente.
Francisca Navarro Valdéz, rescatista de animales, comentó que el delito en contra de los animales es más común de lo pensado, y los actores materiales de esto son personas que padecen de sus facultades mentales, y de no detenerlos a tiempo, los sospechosos seguirán sus abusos en contra de seres humanos.
Este caso de zoofilia sería el segundo registrado por la asociación desde el 2011 a la fecha.
En el estado de Sonora, el maltrato animal está tipificado como delito en el código penal, pero no así el abuso sexual o cualquier acto de zoofilia.
Francisca recordó que a “Lyla” la encontró cuando tenía cuatro meses de edad, y fue en el Parque Industrial, al sur de Hermosillo, donde la rescató, y se dedicó a alimentar a una manada de perros.
“Es una perrita que vive en el Parque Industrial, alimento a esa manada y los he esterilizado a todos, a ‘Lyla’ la esterilice desde los cuatro meses de edad, nunca entró en celo, nunca se cruzó con ningún perro, es una perrita sana totalmente”, comentó.
La rescatista tiene en su haber 500 canes de la calle, esterilizados durante los últimos siete años, y calcula que ha atendido a 300 mascotas con dueño.
-Con información de Luis Ángel Carlin.
