Las medidas de austeridad del Gobierno federal, la venta del avión presidencial y la estrategia en el combate al huachicol colocaron al Presidente como el mejor evaluado durante el primer trimestre de Gobierno desde 1980; sin embargo, inversores de Wall Street no avalan la medida, pues tres cuartas partes de ellos creen que la economía mexicana se encuentra peor que un año antes.
Ciudad de México, 7 de febrero (SinEmbargo).- Al acercarse la fecha de los primeros 100 días del Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador la población mexicana “ama” sus resultados, sin embargo los mercados financieros se manejan en un terreno de incertidumbre pues observan que la situación económica del país es peor a la de hace un año.
La ciudadanía mexicana expresó que el Presidente López Obrador ha tenido un excelente desempeño durante sus primeros 100 días de gobierno, de acuerdo con la última encuesta realizada por El Financiero que demostró que 78 por ciento de las personas avalan su actuación, convirtiéndose en el mejor resultado presidencial desde 1980, de acuerdo con Bloomberg.
Sin embargo, una encuesta a inversores de Wall Street, a cargo de Credit Suisse Group AG demostró que en febrero tres cuartas partes de este sector afirmó que la situación económica de México se lee peor que la del mismo periodo del año anterior.
Para el medio especializado en economía, los datos entre la población y los mercados son contrastantes, pues mientras que la sociedad avala como positivas las medidas tomadas por AMLO en cuanto al combate a la delincuencia organizada, como el robo de hidorcarburos, y los programas de asistencia social, sumados a una estrategia de promoción gubernamental, a través de las conferencias matutinas transmitidas por Youtube, los mercados aseguran que esto se debe a un periodo de “luna de miel”.
De acuerdo con Duncan Wood, director del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson, la popularidad del Presidente con el electorado se debe también a una “estrategia de comunicación política increíblemente inteligente”.
“Los mexicanos han respondido muy bien a su mensaje sobre corrupción, igualdad y desarrollo. Pero los mercados están buscando un plan específico que muestre cómo se podría generar el crecimiento económico en México, y hasta ahora no han visto ninguno”, afirmó.
Por ejemplo, la calificadora estadounidense Standard and Poor’s (S&P) cambió de “estable” a “negativa” la perspectiva de Petróleos Mexicanos (Pemex), corrigiendo a la baja el perfil crediticio individual de la petrolera al ubicarse en “b-” desde un “bb-“, debido a la debilidad de fundamentos crediticios y consideró insuficiente el plan del Gobierno mexicano para reestructurar a la petrolera.
A esta estimación se sumó el banco estadounidense Goldman Sachs que observó que el panorama para las tasas de interés para México disminuirá en 1.7 por ciento y prevé que la economía nacional crezca un 1.5 por ciento.
El economista de la firma en América Latina, Alberto Ramos, planteó que estas previsiones se alinean con otros países latinoamericanos, como para Brasil que esperan crezca en 2.2 por ciento, 0.4 puntos porcentuales menos que los previstos.
Pero para Wood las sospechas de riesgo de inversión en México no han disminuido, pues durante una conferencia cuestionó a 150 inversionistas si se sentían cómodos para invertir en el país y sólo dos personas dijeron que sí, “si hubieras preguntado esto hace dos años, todos en la sala habrían levantado la mano” concluyó.
Pese a esto, quienes apoyan al Presidente de México, miden el progreso nacional con base en otras estimaciones, como la elevación del salario mínimo en la zona fronteriza, que de acuerdo con Bloomberg propició la subida de los niveles de confianza del consumidor, que alcanzó su nivel más alto en 18 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A esto se suman las medidas de austeridad del Gobierno federal, la venta del avión presidencial, pero también la utilización del ejército en el combate al huachicoleo. Pero el punto más álgido de apoyo a AMLO sucedió antes de que tomara posesión como Presidente, cuando informó la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), acción que movilizó a los mercados y a los inversores, además de golpear al peso.
“De un solo golpe envió un fuerte mensaje al capitalismo de ‘cuates’ en México”, confirmó Rogelio Ramírez de la O, quien asesoró a AMLO en 2006. El economista expresó que respeto por el valor de los contratos, “pero si cambiamos el modelo, vamos a tener una economía mucho más saludable a largo plazo”.
De la O informó también que el mandatario mexicano ha sostenido reuniones con líderes empresariales que buscan generar inversión público-privada para la construcción de uno de sus mayores proyectos de Gobierno la construcción de una refinería, la de Dos Bocas en Tabasco, así como para la del Tren Maya.
Para Bloomberg otro signo de que el status quo se ha visto fracturado desde el triunfo de López Obrador fue el aumento en las movilizaciones obreras, traducidas en huelgas en el estado de Tamaulipas por trabajadores de maquiladoras y de empresas multinacionales.
Pero estas acciones no son del agrado de los inversores a lo que se suman los constantes ataques durante la segunda quincena de febrero que el Presidente espetó en contra de los organismos autónomos, que derivaron en una investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, en contra del titular de la Comisión Reguladora de Energía, Guillermo García Alcocer.
De acuerdo con el politólogo de la UNAM Javier Oliva el hecho de que el Presidente tenga de su lado a la mayoría en ambas Cámaras legislativas es un riesgo para la democracia mexicana, pues tiene una fuerte influencia en ellas y se requieren mayores pesos y contrapesos que se ven neutralizados por AMLO.