“Para mí no era un objetivo hacer una novela feminista pero creo que está presente en todo”, señaló Elvira Sastre sobre su nuevo libro.
Madrid/Ciudad de México, 7 de marzo (EuropaPress) – La joven poeta Elvira Sastre publica Días sin ti (Seix Barral), su primera novela de ficción que plantea la relación entre una abuela y su nieto desde un punto de vista introspectivo y que ha calificado como “feminista, pero no femenina“.
“No creo mucho en lo de femenino y masculino, es una distinción innecesaria, pero sí son personajes feministas, el feminismo está en todo”, indicó la escritora a EuropaPress.
“Para mí no era un objetivo hacer una novela feminista pero creo que está presente en todo y al final es un valor más que tengo en mi vida. Una de las protagonistas es una mujer mayor que ha superado muchas cosas que, quizás, si fuera hombre le habrían costado menos y, luego, también puedes pensar que el personaje de Gael es feminista porque en ningún momento hay una actuación que lo lleve de otro modo. Es un hombre bueno”, ha explicado Sastre sobre la obra.
A sus 27 años, Sastre cuenta con seis publicaciones de poesía, con 132 mil seguidores en redes sociales y ha ganado recientemente el Premio Biblioteca Breve 2019, pero dice no sentirse “especial”. Así, sobre su trayectoria y el rol de las mujeres jóvenes en la literatura actual, ha dicho sentir “rabia”.
“Me rechina y me da rabia que a veces te destaquen por ser mujer. Me ha pasado y se nota que a veces te llaman y te dicen que quieren a una mujer, y yo no quiero que quieras a una mujer, quiero que me quieras a mí por mi trabajo. Todavía pasa que vas a un festival y la mayoría de ponentes e invitados son hombres mayores”, indicó
“Estamos todos viviendo algo bastante histórico y quiero creer que en algunos años los jovencitos van a pensar en este momento y en esta lucha por cambiar cosas que antes dábamos por hecho y que ahora nos molestan, creo que se han avanzado en muchas cosas pero tampoco nos podemos conformar”, señaló.
UNA HISTORIA INTERGENERACIONAL
Días sin ti es una historia de complicidad a través del tiempo, protagonizada por una abuela, maestra en tiempos de la República, y su nieto Gael, un escultor, contada a través de “la pérdida, el dolor, la tristeza, la muerte, las ausencias, que al final se convierten como en agujeros y parece que vivimos tratando de saltar sobre ellos y a veces hay que saber que están ahí”, describió la autora de poemarios como Baluarte y Ya nadie baila.
En este sentido, quiso reflejar las relaciones con los mayores y “su importancia como guías, que han vivido muchas más cosas que los jóvenes”. “Me apetecía dejarlo reflejado porque en un momento tan de incertidumbre es importante tener la referencia de los abuelos que han pasado una guerra civil, que mas horror que eso”, añadió.
Sobre el tema de la guerra, agregó que “seguimos siendo un país que está dividido en dos bandos”. “Tenemos una guerra civil al lado y parece que no nos hemos enterado de las cosas que nos han pasado, parece que no hemos aprendido nada de tolerancia ni de respeto, ni de saber convivir los unos con los otros”, lamentó.
Así, la autora –que afirma escribir para encontrarse con ella misma– dijo que en la actualidad “es necesario educar en las emociones para que no se estanquen y crear ciudadanos más tolerantes”. “Es algo tan básico y no nos damos cuenta de que los tenemos allí y luego desaparecen”, indicó.