El Presidente López Obrador había jugado con la idea de entregar el avión, junto con un año de estacionamiento y mantenimiento pagados, a quien ganara la rifa, pero también temía que le causaría problemas. Por eso anunció que quien gane uno de los premios podría usar parte del dinero para alquilar en 13 mil 500 dólares la hora.
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de febrero (AP).- Los mexicanos ya no deberán preocuparse acerca de dónde estacionar un Boeing Dreamliner, pues el Gobierno anunció que ya no rifará el lujoso jet presidencial: se lo quedará la fuerza aérea. El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la rifa será ahora por un premio de 100 millones de dólares, “equivalente al valor del avión presidencial”.
El premio se dividirá por partes iguales entre 100 ganadores, de manera que cada uno se hará acreedor a un millón de dólares, antes de impuestos.
En la rifa, que se realizará en los próximos meses, nadie ganará el verdadero avión Boeing 787.
Entre los muchos intentos de vender el avión ridículamente caro, López Obrador había jugado con la idea de entregarlo al ganador, junto con un año de estacionamiento y mantenimiento pagados, pero el Presidente temía también que le causaría problemas al ganador, tanto por la codicia que despertaría en parientes, amigos y conocidos como por las burlas en las redes sociales, donde ya han circulado fotos manipuladas en las que aparecen taquerías callejeras y chozas con un gran avión estacionado en la puerta.
López Obrador dijo que no quería entregar un avión que fuera un problema. En cambio, un ganador podría usar parte del dinero para alquilar el avión para un par de viajes, al precio actual de 13 mil 500 dólares la hora.
El Gobierno espera vender 6 millones de boletos al equivalente de 25 dólares cada uno para recaudar 150 millones de dólares. El dinero sobrante será para pagar el mantenimiento del avión mientras el Gobierno intenta venderlo o rentarlo. Si hay un sobrante neto, se utilizará para comprar equipos médicos.
López Obrador viaja en clase turista en vuelos comerciales y considera un derroche el jet, adquirido por su predecesor por más de 200 millones de dólares.
El avión no encontró comprador el año pasado en un aeropuerto en Estados Unidos, donde acumuló 1.5 millones de dólares en gastos de mantenimiento.
Está configurado para transportar apenas 80 personas e incluye una suite presidencial con dormitorio y baño. Los expertos consideran que sería demasiado costoso reconfigurarlo como avión comercial para la cifra habitual de ese modelo, de 300 pasajeros.
López Obrador ha sugerido trocar el avión por equipo médico estadounidense o venderlo por acciones a un grupo empresario. También ha ofrecido rentarlo por horas para pagar las deudas pendientes del avión.