John Connor, de 51 años, es el primer estadounidense en dirigir la orden con sede en México. Su elección el jueves fue una señal de que jerarquía de la Legión de Cristo, muy enraizada en México, se dio cuenta de la necesidad de indicar un cambio de rumbo, 10 años después de su primera promesa de reforma.
Por Nicole Winfield
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — La orden religiosa Legionarios de Cristo, desacreditada hace años por su fundador pedófilo, eligió a un sacerdote estadounidense como su nuevo superior mientras trata de recuperarse de escándalos de abusos sexuales y encubrimiento que renovaron los llamados para su disolución.
John Connor, de 51 años, es el primer estadounidense en dirigir la orden con sede en México. Su elección el jueves fue una señal de que jerarquía de la Legión de Cristo, muy enraizada en México, se dio cuenta de la necesidad de indicar un cambio de rumbo, 10 años después de su primera promesa de reforma.
Entre los religiosos de la Legión, Connor es considerado un reformista. Pero también fue acusado de mala gestión en el caso de un sacerdote acusado por varias mujeres de sobrepasar los límites emocionales y físicos en Estados Unidos. El cura fue apartado recientemente del sacerdocio, aunque los primeros reportes sobre su conducta se recibieron en 2017.
Connor, que estaba al frente de la Legión de Cristo en América del Norte desde 2014, se disculpó con los afectados. Y reconoció que la orden en general no gestionó los casos de abusos de forma adecuada y ahora debe “sortear los pecados de nuestro pasado” para tratar de recuperar la confianza de los fieles.
El Vaticano asumió el control de la orden en 2010 tras determinar que su fallecido fundador, el reverendo Marcial Maciel, agredió sexualmente a al menos 60 seminaristas, engendró al menos tres hijos y construyó el culto para ocultar sus delitos.
El delegado papal nombrado para gestionar la institución, el cardenal Velasio De Paolis, también fallecido, recibió amplios poderes para limpiarla de las influencias tóxicas de Maciel y renovarla. Pero en cuatro años de reformas, De Paolis se centró en reescribir los fundamentos de la orden y se negó a reabrir los casos de encubrimiento de abusos sexuales que implicaban a otros sacerdotes de la Legión.
Esos casos están saliendo a la luz ahora, arrojando dudas sobre la reforma vaticana. Las víctimas criticaron la forma en la que fueron ignoradas y antiguos miembros revelaron sus propios casos de abusos psicológicos a manos de miembros de la congregación que siguen en el poder. La conferencia episcopal de México ha exigido un cambio. Y antiguo partidarios se preguntan si el Vaticano debió eliminar la orden hace 10 años cuando tenía esa opción sobre la mesa.
“Estoy empezando a reevaluar mi esperanza de que la Legión pueda ser reformada”, escribió la teóloga moral estadounidense Janet E. Smith en el National Catholic Register esta semana.
Connor fue elegido durante una asamblea de una semana en la que participaron miembros de la congregación de todo el mundo y que estuvo dominada por la nueva crisis de abusos. El foco de las discusiones fue el reporte interno del 21 de diciembre que halló que 33 curas de la orden y 71 seminaristas habían abusado de menores, además de Maciel y sus 60 víctimas. Un tercio de los sacerdotes agresores fueron a su vez víctimas de abusos.
La Legión se ha comprometido ahora a centrarse más en los sobrevivientes. En el pasado, organizó una campaña de varios años para desacreditar a las victimas originales de Maciel y demoró las compensaciones para los que denunciaron en 2018.
En su comunicado anunciando la elección de Connor, la orden dijo estar comprometida con un nuevo rumbo, “con los corazones y las mentes centrados en las víctimas (…) para analizar la magnitud del daño causado, la intensidad del sufrimiento infligido, las causas y las consecuencias”.