China es el segundo socio comercial de México y también la segunda fuente de importaciones, en su mayoría productos de manufactura, destacó Jorge Morones, vicepresidente del Capítulo Occidente de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China.
Sin embargo, añadió, por el temor al coronavirus, el flujo comercial se ha paralizado, por lo que el escenario es incierto para las empresas en México con relación comercial con el gigante asiático: no les llegan los insumos o bienes para producir y exportar, expuso el directivo de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China.
Ciudad de México, 7 de febrero (SinEmbargo).– Un par de horas antes del mediodía, los locatarios comenzaban a abrir las tiendas del Barrio Chino en la Ciudad de México. Dos mujeres chinas caminaban charlando en su idioma. Una de ellas llevaba cubrebocas. Una comerciante china, también con tapabocas, miraba su celular mientras esperaba que un hombre chino arribara con cajas al restaurante. También cubría su boca con mascarilla. Enfrente, otro locatario fumaba un cigarro.
“Todo normal. En el Año Nuevo Lunar no hubo medidas especiales”, dijo otro comerciante dentro de su local sobre el comportamiento de las ventas por el coronavirus, originado en su país y extendido a más de 20 países. “Está muy lejos el virus. Sería caótico las medidas extremistas”.
Sin embargo, al estar cercados los flujos comerciales por la paranoia ante las más de 500 muertes en un país con más de mil 400 millones de habitantes, no hay envío de bienes, maquinaria e insumos a México ni se sabe hasta cuándo llegarán, lo cual atrasará la producción y exportación, de acuerdo con la Cámara de Comercio y Tecnología México-China.
El gigante asiático es nuestro segundo socio comercial desde 2003 (55 mil millones de dólares en 2019), es nuestra segunda fuente de importaciones (productos mecánicos y eléctricos, equipos de transporte, equipos ópticos, médicos y relojes, muebles, juguetes y plástico, en su mayoría intermedios para producir y exportar) y nuestro tercer destino de exportaciones (minería, equipo de transporte, productos mecánicos y eléctricos, metales y alimentos), luego de Estados Unidos y Canadá. A su vez México es el segundo socio comercial chino en América Latina.
“Prácticamente cualquier empresa en México que tenga alguna relación comercial con China, entre ellas empresas chinas establecidas aquí, pero también las que les compramos o les vendemos a los chinos, estamos teniendo el problema”, dijo vía telefónica Jorge Morones, vicepresidente del Capítulo Occidente de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China, una zona industrial dependiente a la proveeduría china.
“Se tenían varias planeaciones de compras, insumos y productos terminados para consumidor final, y también partes y componentes requeridos para la industria nacional. Pero se juntó el coronavirus con el Año Nuevo Lunar y hoy el escenario es incierto porque no sabemos cuándo los productos o las líneas de fabricación van a regresar al cien por ciento, y por lo tanto no sabemos cuándo los productos van a salir de China ni cuándo llegarán a México”, agregó.
De acuerdo con la Embajada de China, la inversión acumulada en México ha sido de mil 800 millones de dólares con más de 200 empresas chinas asentadas en el país, principalmente de comunicación, infraestructura, manufactura y energía, como Huawei –que canceló el HDC Cloud 2.0 en China por el coronavirus–, ZTE, China Construction America, Nuctech, la estatal Norinco, CNOOC, CPECC, Hainan Airlines, Hofusan, ZKTeco, Baic, Alhua, Mindray, Didi, Baosteel o Hytera. La automotriz Chang An está interesada en instalar una planta.
Además, son más de mil empresas chinas con relación comercial con México sin presencia en el país.
“De por sí no tenemos crecimiento en el país”, dijo Morones. En 2019, hubo una contracción del PIB de 0.1 por ciento. “Primero les va a pegar directamente a ellos y eso lo veremos reflejado en los próximos meses cuando veamos su PIB con relación a las exportaciones. Luego lo vamos a ver nosotros porque efectivamente corremos el riesgo de que algunas empresas paren líneas de producción o al menos haya retrasos en maquinaria y equipo que estamos esperando, y eso impacte en la productividad del país”.
De manera temporal, el gigante tecnológico Google cerró todas sus oficinas en China, Hong Kong y Taiwán; y otras grandes como Amazon, Apple, Microsoft, Nike, Adidas, Tesla, Starbucks, McDonald’s, Yum China (KFC y Pizza Hut), Mango, H&M e IKEA también bajaron las cortinas de sus tiendas o están restringiendo los viajes de negocios hacia allá. Walt Disney cerró sus parques temáticos de Shangai y Hong Kong; Toyota Motor restringió los viajes a China y, al igual que Samsung y la cervecera IB Inbev, detuvo operaciones en fábricas en el país asiático, el cual representa el 18 por ciento del PIB mundial.
Xian Zhang, representante del Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional (CCPIT), coincidió en que esta epidemia va a tener una influencia a las empresas y negocios de China, que crece en promedio entre el 6 y 7 por ciento, por lo que destacó la existencia del Centro de Certificación Comercial para emitir certificados de fuerza mayor para salvaguardar los intereses de aquellas empresas afectadas por la epidemia del coronavirus, incluyendo a las extranjeras en China.
“Será una protección de los riesgos legales para las empresas porque a veces ya tienen un contrato con sus clientes, pero no pueden ofrecer el producto a tiempo debido a que hay un cierre”, expuso.
“Creemos que principalmente son tres efectos. Lo que se afectará más es el sector de servicios porque la gente no puede salir, está en cuarentena en casa, lo que va a dañar restaurantes y compras en tiendas; al sector manufacturero, como la industria del móvil y electrónica, debido al tiempo indefinido para el retorno de la operación; y tercero, el sector comercial debido a posibles recortes o incluso el cierre de líneas aéreas, rutas marítimas y de fronteras por parte de algunos países como resultado del pánico o razones geopolíticas”, dijo a SinEmbargo tras una conferencia en la Facultad de Economía de la UNAM, en sustitución de Hu Fan, quien está en cuarentena porque viajó recientemente al país asiático.
Finalmente, Zhang afirmó que China tiene la capacidad para enfrenta y controlar la epidemia.
“No se puede subestimar la resistencia de la economía china y de los comercios. También esperamos que ustedes como amigos de nuestro país sigan teniendo la confianza en China. A la larga, se ha convertido en la segunda economía más grande del mundo. La epidemia no puede socavar su enorme potencial en consumo, urbanización y nuevos campos económicos como 5G e inteligencia artificial”, aseveró.
La Embajada china destaca entre los proyectos en México el proyecto fotovoltaico de 375MW en Pachamama de Power China, la “Red compartida” de Huawei, el parque industrial Hofusan, el proyecto de explotación de petróleo en aguas profundas en el Golfo de México de CNOOC, la mina de cobre de Jinchuan, la planta de tubería de cobre de Jinlong, la planta de autopares Minhwa, la planta de equipos eléctricos de TCL y Hisens, y la planta de fabricación de textil Hengtian.
“Ahora una medida importante del Gobierno de México para impulsar el desarrollo económico es fortalecer la infraestructura con una serie de proyectos de transporte eléctrico y telecomunicaciones como el Tren Maya, Istmo de Tehuantepec e internet para todos. La parte china está dispuesta a explorar el potencial y participar activamente”, dijo el Embajador de la República Popular China en México, Zhu Qingqiao, en una entrevista publicada por la Cámara de Comercio Jiangsu-México. “Hay más empresas chinas que tienen ganas de venir a México en búsqueda de oportunidades de cooperación”.
El director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, anunció que China Communiucation Construction es una de las 85 empresas extranjeras interesadas en participar en el Tren Maya.
La Asociación de Empresarios Zhonghua en México respondió a este medio que por ahora no emitirán detalles sobre el impacto del coronavirus en sus operaciones.