La medida reduce en cientos de miles las visas anuales para "green cards" afectando a varias categorías de inmigración legal familiar. Es una idea que parece contar con el apoyo del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aunque quizá no de todos los republicanos.
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Ciudad de México, 7 de enero (SinEmbargo/LaOpinión).- La lucha contra la inmigración en la era de Donald Trump no será únicamente contra indocumentados o refugiados, sino también contra la inmigración legal que cada año viene al país por medio del patrocinio de familiares.
El Senador Tom Cotton de Arkansas, partidario de Trump, dio a conocer este martes un proyecto de ley que reduciría en cientos de miles de visas la inmigración legal y eliminaría la inmigración de padres y hermanos de ciudadanos y residentes legales.
El proyecto lleva el nombre de “Reformar la Inmigración a Estados Unidos para Reforzamiento del Empleo” o RAISE act y es co-patrocinado por el Senador David Perdue, de Georgia.
Según Cotton, reducir la inmigración legal por lazos familiares “ayudará a aumentar los salarios de los estadounidenses, al reducir la inmigración total a la mitad y balancear el sistema hacia las visas por empleo y capacidades”.
El sumario del proyecto de ley indica que los ciudadanos y residentes legales adultos ya no podría patrocinar una green card para sus padres, hermanos o hijos adultos. La única manera de traer a progenitores sería con una “visa temporal”, si necesitan cuidados y con numerosas restricciones.
Por el momento, éste es sólo un proyecto de ley que tendría que pasar por audiencias y discusiones en ambas cámaras del Congreso, y no está claro que todo el partido republicano, especialmente el ala religiosa y de negocios estuviera a favor.
REACCIÓN POLÍTICA ESTÁ POR VERSE
Ali Noorani, presidente del National Immigration Forum, organización que trabaja con una coalición de empresarios, grupos de fe y asociaciones policiales, dijo que las investigaciones demuestran que “reducir el tamaño de la fuerza laboral reduce la economía”.
“Los republicanos a los que preocupa el crecimiento económico tendrán que hacer muchas preguntas sobre esto”, dijo Noorani. “Además, me pregunto cuántos congresistas republicanos se han beneficiado de nuestro sistema de inmigración familiar a lo largo de los años, descendientes de Alemanes, Irlandese, Italianos, etc.”
El Presidente Donald Trump, por su parte, apoyó el concepto de reducir la inmigración legal durante la campaña cuando dio su discurso sobre el tema en agosto desde Phoenix.
Allí repitió el mismo concepto de que reducir la inmigración legal ayudaría a los trabajadores estadounidenses. “Ha llegado el momento de una comisión que estudie reformas a nuestro sistema legal”.
Trump añadió que buscaría “volver a la proporción de inmigrantes que hubo históricamente el país y seleccionar a los inmigrantes según su posibilidad de éxito y auto suficiencia”.
Esta es una teoría que por largo tiempo han tenido grupos restriccionistas en Washington. De hecho uno de los grupos que más predica esta idea, la llamada “Federación Americana de Reformas a la Inmigración FAIR”, ha sonado los mismos conceptos por años.
FAIR reaccionó favorablemente a la propuesta de Cotton y Purdue, calificando de “nepotismo” el sistema migratorio familiar que ha sido uno de los pilares de la inmigración estadounidense.
“Durante mucho tiempo, las políticas de inmigración de los Estados Unidos se han basado principalmente en el nepotismo, ofreciendo la mayor parte de las codiciadas tarjetas verdes estadounidenses a aquellos con vínculos familiares extendidos en los Estados Unidos, sin importar su nivel de educación, habilidades o capacidad para competir y contribuir a nuestra economía moderna”, señaló la organización en un comunicado.
Numerosas investigaciones, sin embargo, han negado la idea de que expulsar a un número de inmigrantes, aumente las oportunidades para los nativos.
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LO QUE DICEN LAS INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS
Alex Nowrasteh, del Instituto CATO, resumió en una respuesta a Cotton que el comportamiento del mercado no es tan simplista como el y Trump lo explican.
“El Senador Cotton nos dice algo correcto, que hay que poner atención a la oferta y la demanda, pero luego ignoran la demanda. Los inmigrantes aumentan esa demanda, comprando bienes y servicios que crean más trabajos ocupados por gente que no son inmigrantes”, dijo Nowrasteh.
Diversas investigaciones señalan que los trabajadores menos calificados empujan a los trabajadores nativos a entrar al mercado laboral y también a capacitarse para trabajos de mayor nivel y salario.
Por ejemplo, dijo, más mujeres estadounidenses trabajan en lugares donde hay suficientes mujeres inmigrantes que pueden cuidar de sus hijos.
Otro ejemplo de cómo no es tan sencilla la ecuación es el de un pequeño comerciante en una zona donde hay clientes inmigrantes, explica el analista.
“Si las autoridades deportan a la mitad de los clientes, ¿crees que el dueño del negocio va a contratar a más trabajadores, por mayor salario, para reemplazarlos? Lo más probable es que se aguante de contratar a nadie porque sabe que tendrá menos consumidores e ingresos. La respuesta es obvia”, apuntó.
Para Kamal Essaheb, de la agrupación legal pro inmigrante National Immigration Law Center “esto suena a una extensión del muro y de las ideas restrictivas de Trump”.
“Están inventando argumentos fantásticos y Trump ha hecho muchas promesas a la clase trabajadora estadounidense”, dijo Essaheb. “Creo que la idea es que no va a poder cumplir y luego podrá echarle la culpa a este gran chivo expiatorio que para él son los inmigrantes”.