Hay voces que siguen hablando sin emitir palabra, voces que cantan el miedo y gritan la desesperanza. Yo sigo escuchando la voz de una de las integrantes de la comunidad de Ostula con quien pude conversar esta mañana. Se replica en mi mente el tono de la valentía con la que deja clara cualquier duda: “Lo que nos importa son dos cosas, la tranquilidad de los nuestros y defender nuestras tierras. A nosotros nos lo enseñó mi padre y a él se lo inculcó mi abuelo”. Su determinación me sigue resonando dentro.

Para poder narrarme lo que ocurrió está madrugada con los cinco policías municipales, me pide permanecer en el anonimato. Una vez que acepto su condición, respira despacio y hace un breve recuento del conflicto por el que su comunidad ha atravesado desde hace un par de décadas.

¿Qué pueden ofrecer las tierras de Ostula?

“La comunidad de Ostula que pertenece al municipio de Aquila en Michoacán, se ha mantenido muchos años en condiciones de indefensión para proteger sus tierras. El gobierno en todos sus niveles ha presentado especial interés por las tierras de acá. Las tierras de las que quieren despojarnos, son pertenencia de tres comunidades: además de Ostula está la de Coire y la de Pómaro. Suman poco más de 200 kilómetros de litoral en el Pacífico y tenemos zonas montañosas que son atractivas por todos los ríos y, sobre todo, por los minerales que se han concesionado a empresas mineras extranjeras. No sólo es el gobierno el que ha querido nuestras tierras, en la sierra donde colinda Aquila y Lázaro Cárdenas está asentado el crimen organizado y también quiere adueñarse de ellas”.

¿Han sufrido violencia en carne propia?

“A mí me mataron a mi hermano, todos hemos perdido a alguien. Y siguen necios con quitarnos la tierra. En una asamblea ya hasta nos dieron un mapa de los terrenos entregados, con todo y que la comunidad no ha vendido ni un solo metro de tierra. Para que me entienda Usted, lo que a ellos les importa es el dinero. Mire, dicen que vino el Secretario de Seguridad a la comunidad y les dijo que se ve todo muy bonito desde el helicóptero, que mientras venía allá arriba miró las montañas y que les insistió que aprovecharan la madera para hacer negocio. Nosotros lo que queremos es cuidar nuestras tierras, proteger nuestros árboles y vivir en paz. Ya hasta nos mataron un niño, Edilberto Reyes, hace dos años, con balas del Ejército”.

¿Cómo los han defendido del crimen organizado?

“Nadie nos defiende. La Marina tiene una base de operaciones y a 100 metros tiene un restaurante, esto queda en el ejido La Placita, a unos 300 kilómetros del ejido de la comunidad de Ostula. Pues en ese café se paseaba sin temor, uno de los líderes de los templarios, Federico González alias El Lico, mientras los de la Marina se le quedaban mirando sin hacerle nada. Cuando les preguntábamos que por qué no lo detenían, nos decían ‘pues ustedes denúncienlo’, pero ya sabemos que si denunciamos nos levantan a alguno de nosotros luego luego. A ellos los tienen protegidos”.

¿Por qué crees que tienen algún interés en secuestrar a estos policías municipales?

“Los cinco compañeros a los que levantaron eran policías que tenían el cargo de control de vigilancia, que tienen la confianza de la comunidad. Con el gobierno del estado se llegó al acuerdo de que los autodefensas que lucharon para liberar a la comunidad de los criminales, fueran quienes integraran a la policía municipal, así que ellos, los levantados eran parte de los que nos habían defendido, gente en la que nosotros creemos”.

¿Qué información tienen sobre cómo fueron levantados?

“Un testigo asegura que fueron integrantes de la Marina los que entregaron a los compañeros a un grupo de los templarios. Fue él quien les dio el pitazo de inmediato a los líderes de la comunidad y poco después recibimos la llamada de rescate. Sabemos que los que llamaron son de ese grupo, nos pedían que les entregáramos 21 armas. Pidieron dos voceros para hacer una tregua. Dijeron que para que nuestros compañeros no amanecieran muertos, teníamos que entregárselas. Pero no fuimos a donde nos pidieron, ¿Nosotros de dónde sacamos armas? Nos organizamos mejor entre nosotros para hacer varias cosas que los presionen y nos los devuelvan”.

¿Qué acciones han tomado? ¿Recurrieron a alguna autoridad?

“Presentamos una denuncia a la Procuraduría Estatal y a la Comisión Local de Derechos Humanos de aquí del estado, señalando directamente a la Marina. Ellos tienen ya los documentos. Nosotros no dijimos mentiras, dijimos lo que vimos, lo que pasó. Además, la comunidad está manifestándose en la carretera 200 que va de Tecomán a Lazaro Cárdenas y decidieron ponerse donde la Minera Ternium saca su material, porque eso es lo que les importa, no la gente, sino sus negocios”.

¿Qué esperarías de las autoridades?

“Pues que la Marina salga y haga una aclaración pública de lo que pasó y que, si están para defendernos, sean ellos mismos los que nos traigan a los compañeros vivos de regreso. Dicen que hoy o mañana están preparando un operativo. A ver qué pasa”.

Maite Azuela

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Analista Política y Activista por los derechos humanos y la rendición de cuentas. Maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Concordia, Canadá. Colaboradora de Uno Noticias. Dirige la organización Dejemos de Hacernos Pendejos y forma parte de redes ciudadanas para el impulso de los derechos políticos y la defensa de los derechos humanos. Fue servidora pública durante una década y entre las instituciones para las que laboró están el Instituto Nacional Electoral (INE), el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) y el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública (INAI).

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