Los expertos dicen que Corea del Norte probablemente incrementará sus pruebas armamentísticas y su característica retórica combativa antes de las elecciones parlamentarias surcoreanas en abril y las presidenciales estadounidenses en noviembre. Señalan que Kim Jong Un probablemente cree que un arsenal reforzado le permitirá conseguir más concesiones de Estados Unidos cuando se reanude la diplomacia.
Por Hyung-Jin Kim
SEÚL, Corea del Sur (AP).— Corea del Sur acusó el domingo a Corea del Norte de lanzar proyectiles de artillería cerca de su tensa frontera marítima por tercer día consecutivo, mientras la influyente hermana del líder norcoreano, Kim Jong Un, se burlaba de la capacidad de Seúl de detectar sus lanzamientos de armas.
El Estado Mayor surcoreano rechazó las declaraciones de Kim Yo Jong como “propaganda vulgar y de comedia” que pretendía socavar la confianza de los surcoreanos en el ejército y avivar las divisiones.
El ejército surcoreano dijo que el Norte había disparado más de 90 proyectiles el domingo por la tarde, y dijo que su país instaba con firmeza a Pyongyang a detener sus provocaciones o enfrentar una respuesta abrumadora.
Seúl dijo antes que el país vecino había lanzado más de 60 proyectiles el sábado y más de 200 el viernes. Corea del Norte reconoció que había disparado artillería el viernes, pero no el sábado. Pyongyang no hizo comentarios sobre los supuestos disparos del domingo.
Kim Yo Jong dijo el domingo que Corea del Norte sólo había detonado pólvora para simular el sonido de su artillería en la costa, para probar la capacidad de detección del ejército rival.
“El resultado fue como esperábamos. Interpretaron mal el sonido como el sonido de armas de fuego y especularon con que era una provocación. E incluso hicieron un comunicado falso e imprudente sobre que los proyectiles habían caído al norte” del límite marítimo, dijo Kim Yo Jong, en un comunicado recogido por medios estatales.
La tensión entre los dos países ha crecido porque Corea del Norte ha realizado una serie de ensayos de misiles desde 2022, mientras que Corea del Sur ha incrementado sus entrenamientos militares con Estados Unidos en un círculo de represalias sucesivas.
Los disparos de artillería norcoreana el viernes hicieron que Corea del Sur hiciera sus propios ejercicios de tiro. Los proyectiles lanzados por ambos bandos cayeron en una zona de separación marítima establecida en un acuerdo militar de 2018 que pretendía reducir las tensiones militares en el frente.
El acuerdo pretendía detener los ejercicios de fuego real, vigilancia aérea y otros actos hostiles en su frontera, pero ahora peligra porque las dos coreas han tomado medidas que incumplen sus términos.