En el estudio de 2 mil 581 pacientes de 18 hospitales europeos, la prevalencia de disfunción olfativa informada por los pacientes fue del 85.9 por ciento en los casos leves de COVID-19, del 4.5 por ciento en los casos moderados y del 6.9 por ciento en los casos de graves a críticos.
Madrid, 7 de enero (Europa Press).- Un sentido del olfato reducido, o disfunción olfativa, es uno de los síntomas más comunes de COVID-19. Un estudio reciente publicado en el Journal of Internal Medicine ha examinado su prevalencia y recuperación en pacientes con diversos grados de gravedad y el 86 por ciento de los casos leves informan de pérdida de olfato.
En el estudio de 2 mil 581 pacientes de 18 hospitales europeos, la prevalencia de disfunción olfativa informada por los pacientes fue del 85.9 por ciento en los casos leves de COVID-19, del 4.5 por ciento en los casos moderados y del 6.9 por ciento en los casos de graves a críticos.
La duración promedio de la disfunción olfativa informada por los pacientes fue de 21.6 días, pero casi una cuarta parte de los pacientes afectados informaron que no había recuperado el sentido del olfato 60 días después de perderlo.
Prevalence and 6‐month recovery of olfactory dysfunction: a multicentre study of 1363 #COVID19 patients. Note that this is a single study and the duration of smell loss and related #parosmia can last longer. https://t.co/dFO916AxZp #SmellLoss #anosmia
— Michelle Krell Kydd (@glasspetalsmoke) January 6, 2021
Las evaluaciones clínicas objetivas identificaron disfunción olfativa en el 54.7 por ciento de los casos leves de COVID-19 y el 36.6 por ciento de los casos moderados a críticos. A los 60 días y seis meses, el 15.3 por ciento y el 4.7 por ciento de estos pacientes no recuperaron objetivamente su sentido del olfato, respectivamente.
“La disfunción olfativa es más prevalente en las formas leves de COVID-19 que en las formas moderadas a críticas, y el 95 por ciento de los pacientes recuperan su sentido del olfato a los seis meses de la infección”, apuna el autor principal, Jerome R. Lechien, de la Universidad Paris Saclay.