Durante su conferencia de prensa matutina, el Jefe del Ejecutivo federal aseguró que México no va a "intervenir en estos asuntos que corresponden resolver, atender, a los estadounidenses", porque esa es la política bajo la que se rige el país.
Ciudad de México, 7 de enero (SinEmbargo).– “No tomamos postura”, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador esta mañana sobre lo sucedido ayer en el Capitolio, donde una turba armada y simpatizante del mandatario estadounidense Donald Trump intentó lo que algunos ya consideran un “intento de Golpe de Estado”.
"Es de dominio público lo que sucedió ayer en el Capitolio. Nosotros siempre hemos actuado con respeto a la política interna de otros países. Así lo establece nuestra Constitución. Son principios de política exterior la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. No vamos nosotros a intervenir en estos asuntos que corresponden resolver, atender, a los estadounidenses. Esa es nuestra política", afirmó.
Luego de ser cuestionado por la toma del Capitolio, que dejó hasta anoche cuatro personas muertas y 14 policías heridos, López Obrador comentó que "siempre es muy lamentable el que se pierdan vidas humanas", por ello, pidió una “solución pacífica de las controversias”.
“Siempre hemos buscado que todos los conflictos, esto aplica para la política exterior e interna, se resuelvan mediante el diálogo, por la vía pacífica. La Constitución establece en conflictos internacionales, la solución pacífica de las controversias y esto también debe ser norma también en lo interno. Por lo demás no tomamos postura”, agregó.
Desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional, el Jefe del Ejecutivo federal deseó "que siempre haya paz, que prevalezca la democracia que es el poder del pueblo y que haya libertades. Eso es todo".
EL ASALTO AL CAPITOLIO
La ciudad de Washington vivió este miércoles una jornada de caos inédita, debido al asalto por parte de seguidores del Presidente Donald Trump de la sede del Congreso cuando los legisladores certificaban la victoria electoral del demócrata Joe Biden.
Al grito de "Trump ganó", cientos de seguidores del mandatario irrumpieron en el Capitolio tras desbordar a la policía que lo custodiaba, y que provocaron caóticas escenas con trumpistas recorriendo los pasillos con banderas o sentándose en los escaños.
Durante estos incidentes, una simpatizante de Trump identificada como Ashli Babbit, vecina de San Diego (California), resultó herida de bala y falleció tras ser trasladada a un hospital, según confirmaron fuentes policiales a varios medios.
La mujer, una veterana de la Fuerza Aérea, presentaba una fuerte hemorragia ocasionada por un disparo en el cuello efectuado por un miembro de la seguridad de la sede legislativa durante el asalto, que se prolongó varias horas y que obligó a interrumpir la sesión.
Otras tres personas fallecieron como consecuencia de "urgencias médicas" que sufrieron en las instalaciones del Capitolio, dijo el jefe de la Policía Metropolitana de Washington, Robert Contee, en una rueda de prensa nocturna.
Catorce agentes de policía resultaron heridos durante los incidentes en el Capitolio, dos de ellos de forma "grave", y al menos 52 personas fueron arrestadas, según Contee.
ASALTO DESPUÉS DE ARENGA DE TRUMP
El asalto al Congreso se produjo poco después de que los manifestantes hubieran sido arengados frente a la Casa Blanca por el Presidente saliente, quien les repitió la retahíla de denuncias de fraude infundadas en las que insiste desde que se confirmó su derrota en las elecciones de noviembre pasado, sin demostrarlas.
"No cederemos nunca, nunca concederemos (la victoria)", dijo Trump a los miles de congregados a las afueras de la Casa Blanca para la marcha "Salvar a EU", que partió al Capitolio.
En la sede del Congreso, los legisladores se encontraban reunidos para celebrar la ceremonia de validación formal del resultado de las elecciones de noviembre, en las que el demócrata Joe Biden se impuso a Trump.
A partir de su llegada al Capitolio se registraron las primeras escaramuzas entre los revoltosos y los agentes que custodiaban el lugar, que en inferioridad numérica y armados sólo con aerosoles de gases lacrimógenos no pudieron contener a la multitud.
En el momento del asalto al emblemático edificio, los legisladores habían suspendido su reunión para debatir las objeciones presentadas por los republicanos a los resultados en las elecciones en Arizona, uno de los primeros por orden alfabético.
-Con información de EFE