Bérgamo se divide en dos partes muy diferenciadas, la ciudad alta y la ciudad baja, y nos centraremos en la città alta por su historia, belleza y patrimonio. Es la zona monumental, amurallada y fortificada donde las enormes casas palaciegas se codean unas con otras y las torres luchan por ser la más alta.
Por Roberto Ruiz
Ciudad de México, 6 de diciembre (ElDiario.es).– Bérgamo, en el norte de Italia, era una ciudad pintoresca, bonita y tranquila donde pasear entre palacios señoriales y calles estrechas, hasta que su aeropuerto se convirtió en base de aerolíneas lowcost y con ellas llegó el turismo desenfrenado.
Por un lado esto hace que sus calles en fin de semana sean un hervidero de visitantes que deambulan por sus monumentos, pero por otro lado nos permite tener esta preciosa ciudad lombarda a tiro de piedra.
Podemos decir que Bérgamo se divide en dos partes muy diferenciadas, la ciudad alta y la ciudad baja, y nos centraremos en la città alta por su historia, belleza y patrimonio. Es la zona monumental, amurallada y fortificada donde las enormes casas palaciegas se codean unas con otras y las torres luchan por ser la más alta. Una ciudad histórica que ha evolucionado a lo largo de los siglos hasta convertirse en una de las más bonitas de la Lombardía italiana.
BÉRGAMO: DE BERGPRUM A PATROMONIO DE LA HUMANIDAD
Antes de saber qué tiene Bérgamo viene bien detenernos en saber qué es Bérgamo. Para hablar de ella hay que remontarse a Bergorum, es decir, a su época romana. Una ciudad de ubicación estratégica, en alto, que fue destruida en el siglo V con la llegada de Atila. Más tarde, ya recuperada, pasó a estar bajo el control de Milan, y después de Venecia, época en la que se fortificó y a la que se deben sus murallas, que datan de 1561. Pero llegó Napoleón y todo cambió, quedando bajo su poder pero no por mucho tiempo. Pronto pasó a quedar en manos austriacas.
Fue en 1859 cuando Giuseppe Garibaldi entró en la ciudad y puso fin al dominio austriaco, poniéndola de nuevo en manos de Italia. El acontecimiento fue tan importante que la puerta por la que entró, la de San Lorenzo, pasó a conocerse como la Puerta Garibaldi. Hoy pertenece a la región de Lombardia, de la que es capital Milán, y desde 2017 Bérgamo es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO gracias a sus murallas venecianas.
UNA VISITA A LA CITTÀ ALTA DE BÉRGAMO
La ciudad alta de Bérgamo está, como ya has podido imaginar, en alto. Y eso significa que para acceder a ella desde la ciudad baja hay que superar un importante desnivel. Puedes hacerlo a pie o, si lo quieres convertir en una experiencia más cómoda y auténtica, en funicular. Eso sí, en fin de semana y hora punta las colas pueden ser espectaculares, pero van más rápido de lo que parecen.
Una vez en la ciudad alta verás que sus calles son desordenadas pero que todo gira alrededor de una calle principal, la más comercial y concurrida de todas, la Via Gambito. En ella, además de algunos de los principales puntos de interés de la ciudad, encontrarás una de las oficinas de turismo de Bérgamo, donde te aconsejamos entrar a recabar información. Allí te explicarán que no te puedes perder nada de lo que te contamos a continuación.
La Piazza Vecchia
Es la plaza vieja de Bérgamo y para muchos es una de las plazas más bonitas de Italia. En su centro encontrarás la Fontana Contarini, de mármol blanco y formada por esfinges y leones, y desde ella accederás a varios de “los imprescindibles” de Bérgamo. Si vas a primera hora podrás disfrutarla en solitario.
El Palazzo de Podestá
Merece la pena por admirar su interior, observar los restos romanos que se muestran en su planta baja y por conocer las exposiciones que muestran la historia de la ciudad. Además, en su entrada está incluido el acceso al Campanone, la torre más famosa de Bérgamo.
El Campanone
El famoso Campanone o Torre Cívica es una torre campanario de 52 metros de altura, las vistas que obtienes desde su parte más alta son espectaculares y su gran campana, el Campanone, la mayor de toda Lombardía, se hace notar cada media hora. Además, todos los días a las 22:00 horas el Campanone suena durante 100 veces seguidas, una tradición que recuerda a cuando antaño se cerraban las puertas de la ciudad a esa hora. Para subir tienes una larga escalera de más de 200 escalones… pero también un rápido y moderno ascensor.
La Catedral de Bérgamo
Junto al Campanone se encuentra la Piazza del Duomo, donde está la catedral, la basílica de Santa María Maggiore y la capilla Colleoni. El duomo de Bérgamo no es especialmente llamativo, sobre todo porque el protagonismo se lo lleva Santa María Maggiore, pero merece la pena coger uno de los folletos informativos que encontrarás a su entrada y seguirlo, te hará de guía y con él podrás conocer sus principales puntos artísticos y de interés.
La basílica de Santa María Maggiore
La basílica de Santa María Maggiore se levantó en el siglo XII como un acto de agradecimiento al superar Bérgamo la epidemia de peste que estaba asolando Europa, y fue rematada en el siglo XVI. Aunque por fuera no es muy espectacular lo llamativo lo encontramos en su interior. Una decoración llevada al máximo de sus posibilidades haciendo honor al horror vacui y que te podrías pasar horas observando. Aquí está enterrado el compositor bergamasco Gaetano Donizzetti, hijo ilustre de la ciudad.
La capilla Colleoni
Y aquí llegamos ante uno de los elementos más destacados de Bérgamo. Fue construida entre 1472 y 1476 por el condottiero Bartolomeo Colleoni arrebatándole el espacio a la sacristía de Santa María Maggiore, Colleoni fue una de las familias más poderosas de la ciudad y no se quisieron merecer menos como mausoleo. Es una verdadera obra de arte del renacimiento lombardo. Junto a ella, en la plaza, también te llamará la atención el baptisterio, un edificio singular de planta octogonal.
Castillo de San Vigilio en la città piu alta
Pero cuando creías que ya estabas en la ciudad alta… ¡descubres que aún se puede subir más! Se trata de la cittá piu alta, para llegar tendrás que salir de las murallas por la zona oeste de la ciudad, por la puerta de Sant'Alessandro, pasar por delante de la heladería La Marianna, donde dicen que inventaron el helado de stracciatella, y llegar a un nuevo funicular que te llevará hasta el Castillo de San Vigilio. Llegar hasta aquí es altamente recomendable pues las vistas del resto de la ciudad son posiblemente las mejores que podrás conseguir, especialmente si bajas dando un agradable paseo.
La Rocca
La Rocca es una antigua fortaleza que aún se conserva en la ciudad alta de Bérgamo y que hoy hace de museo y parque al mismo tiempo. Es un pequeño museo militar al que no necesitarás dedicarle muchos minutos, pues donde más tiempo pasarás será en su parte alta. Desde aquí obtendrás una de las mejores vistas de la ciudad, con especial protagonismo de cada una de sus torres, y desde donde las puestas de sol son más que recomendables.
La muralla y la puerta de San Giacomo
No podrías irte de Bérgamo sin ver bien su muralla, y para eso lo mejor que puedes hacer es dirigirte a la puerta de San Giacomo, donde una rampa sobre una arcada salva el desnivel desde la ciudad baja. Desde aquí puedes caminar siguiendo el perímetro de la muralla veneciana y así disfrutar de sus vistas.