A inicios del mes de noviembre, cerró sus puertas el Auditorio Metropolitano de Tecámac, considerado por el Presidente Peña Nieto y por el entonces Gobernador, Eruviel Ávila, el recinto cultural más importante de la región.
En lo hechos, el Auditorio está a la deriva. Sólo cinco hombres de una agencia de seguridad privada lo vigilan, pero lo cuidan de nada: nadie ingresa y nadie sale de ahí, ni siquiera máquinas o trabajadores que deberían avanzar en los arreglos que la obra aún necesita.
Ahí está, sin funcionar, un proyecto que costó 600 millones de pesos y, aún así, el Gobierno del Estado de México reiteró su intención de guardar por los siguientes cinco años, el nombre de la empresa que lo construyó.
Ciudad de México, 6 de diciembre (SinEmbargo).- A pesar de las dudas que hay alrededor del cierre del Auditorio Metropolitano de Tecámac, inaugurado apenas hace ocho meses, el Gobierno del Estado de México notificó que persiste la intención de reservar por cinco años el contrato de la obra, así como el nombre de la empresa que lo construyó.
Luego del cierre del recinto, SinEmbargo ingresó al Sistema de Acceso a la Información Mexiquense (Saimex), una solicitud de información para conocer el nombre de la empresa que construyó el auditorio, así como una copia del contrato celebrado, pero le fue negado, ya que según la Secretaría de Infraestructura y la Unidad de Transparencia, consideran que el daño que puede producirse con la publicación de la información puede ser mayor al interés público de conocer la información de referencia.
Hoy, el Auditorio está abandonado. De acuerdo con información del cuerpo de vigilancia del recinto, desde que se cerró no han entrado ni trabajadores ni máquinas, a pesar de que personal de la Secretaría de Obra Pública estatal ha declarado que aún hacen falta algunos detalles en los baños y en la instalación eléctrica.
Los encargados de seguridad cuidan que nadie externo ingrese. No cuidan nada más porque nadie entra y nadie sale del inmueble. Ellos no saben a ciencia cierta las causas de por qué cerró el recinto, pero niegan que se deba a daños en la construcción, sino a cambios en la administración y que para enero habrá otra vez actividades.
Esta fue la segunda ocasión que este medio digital solicitó la información referente al contrato de la obra. El Auditorio tenía entonces dos meses de haber sido inaugurado y se negó la información porque era objeto de análisis por la Auditoría Superior de la Federación (ASF). La Unidad de Transparencia aceptó esa negativa y declaró válida la reserva por cinco años.
Tras el cierre y en la búsqueda de la misma información, la misma Unidad de Transparencia notificó que a pesar de esa situación, persisten las condiciones para guardar esa información todavía por cinco años.
El ingeniero Gerardo Michel Cuen, Director General de Administración y Construcción de Obra Pública, notificó a esa Unidad que su oficina tiene la información solicitada, pero que se mantendrá la reserva que se decretó desde el 17 de mayo de 2017.
Esta persona, dice la nueva respuesta enviada a SinEmbargo, revisó “el expediente de obra de la Construcción del Auditorio Metropolitano” y verificó la subsistencia de las causas que le dieron origen a la clasificación.
“La información solicitada forma parte del expediente de referencia [Acta de la Cuadragésima Tercera Sesión Extraordinaria, mediante Acuerdo y Resolución número CT-SINF-SE-43-2017/157], el cual es objeto de clasificación por un periodo de cinco años, en consecuencia […] no es posible proporcionar dicha información”.
Así pasó a manos del Comité de Transparencia de la Secretaría de Infraestructura para que confirmara su clasificación y entonces se reiteró que la razón de la clasificación se debe a los trabajos de auditoría a que se refiere el oficio AECF/0347/2016, suscrito por el Auditor Especial de Cumplimiento Financiero de la ASF, que contiene una orden para realizar la auditoría “Programas y Fondos Federales en el Estado de México”.
El Auditorio Metropolitano es objeto de esa auditoría. De acuerdo con esa dirección general, hasta el momento no se han notificado los resultados respectivos por lo que se considera “en trámite”.
La clasificación de la información se basa en el Artículo 114 de la Ley General de Transparencia, que establece que será reservada la información cuya publicación “obstruya las actividades de verificación, inspección y auditoría relativas al cumplimiento de las leyes o afecte la recaudación de contribuciones” y en el Artículo 140 de la Ley de Transparencia estatal, que señala que el acceso a la información pública será restringido excepcionalmente cuando “pueda causar un serio prejuicio a las actividades de fiscalización, verificación, inspección, comprobación y auditoría”.
Además se agrega “que el daño que pueda producirse con la publicación de la información sea mayor al interés público de conocer la información de referencia, siempre que esté directamente relacionado con procesos o procedimientos administrativos o judiciales que no hayan quedado firmes”.
De acuerdo con la Unidad de Transparencia, este caso es “una excepción al principio de máxima publicidad”.
La ASF detectó en la revisión de la Cuenta Pública de 2015, que la obra no costó 430 millones de pesos como se había acordado, sino 169 millones 929 pesos más; los días de construcción pasaron de 307 a 553 días; que era evidente la “deficiente planeación del proyecto”; que éste no satisfacía a cabalidad las necesidades de capacidad o aforo de usuarios y que no cumple con la normativa vigente para espacios públicos de uso masivo.
El precio de la obra aumentó 39.5 por ciento, y además están los 34 millones 999 mil pesos que faltan por comprobar.
La Secretaría de Cultura respondió a SinEmbargo que el Auditorio Metropolitano no se encuentra clausurado ni cuenta con notificación alguna de autoridades municipales, estatales o federales que impidan su funcionamiento.
Pero agrega que la fecha de inauguración, que fue en marzo de 2017, se hizo 11 meses antes de que la obra esté al 100 por ciento, ya que estará en esas condiciones en febrero de 2018.
“Estamos hablando de que hasta en tanto no se termine la obra, que ya nos habían comentado que puede estar hasta el mes de febrero del próximo año, tenemos este lapso para que administrativamente la Secretaría de Cultura reciba esta obra ya al 100 por ciento”, señaló el organismo estatal.