PADRÉS: GOBERNADOR SIN PALABRA

06/12/2011 - 12:00 am

Con Guillermo Padrés Elías, el PAN conquistó el gobierno de Sonora después de siete décadas de gobiernos del PRI. Durante años, príistas como Manlio Fabio Beltrones, Eduardo Bours Castelo y Rodolfo Félix Valdés fueron algunos de los virreyes que gobernaron en ese estado fronterizo. Con ganas de un cambio, y en particular tras la tragedia en la Guardería ABC –el 5 de junio de 2009– la mayoría de los sonorenses votaron por la promesa de cambio que les vendió Padrés. Ahora, es evidente, las promesas de cambio no se han cumplido.

Padrés Elías, descendiente del ex presidente Plutarco Elías Calles, nació en Cananea y estudió Derecho en la Universidad Humanitas de México. Fue miembro del Partido Revolucionario Institucional y trabajó como ex secretario de Finanzas de ese instituto político en Cananea. Además, colaboró con el ex gobernador priísta Armando López Nogales y un vínculo familiar lo une con el diputado federal Samuel Moreno Terán, hombre cercano a Beltrones.

En 1997 fue electo como diputado local por el PAN y tres años después ganó las elecciones como diputado federal. Entre 2003 y 2005 fungió como subdelegado de la Secretaría de Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación en Sonora. En 2006, Padrés llegó al Senado de la República en donde encabezó la Comisión de Agricultura y Ganadería. Es, además, un empresario prolífico, propietario de Padrés Automotriz, MG Autos y Refacciones, rancho Pozo Nuevo y Mueblerías Padrés, entre otros negocios.

El camino a la candidatura no fue fácil. Padrés compitió en la elección interna de su partido contra Florencio Díaz Armenta, entonces coordinador de los diputados panistas en el Congreso de Sonora, y contra María Dolores del Río Sánchez, ex alcaldesa de Hermosillo y alguna vez directora del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos. Guillermo Padrés venció por amplio margen a sus compañeros de partido y fue electo, en marzo de 2009, candidato del PAN a la gubernatura de Sonora.

El 5 de junio de 2009, una tragedia cambió las preferencias electorales de los sonorenses. El incendio de la guardería ABC y la muerte de 49 niños y niñas llenó de indignación a la sociedad de Sonora, que inmediatamente reprobó la gestión del entonces gobernador Eduardo Bours Castelo y exigió justicia a las autoridades. La tragedia impactó directamente también al candidato priísta, Alfonso Elías Serrano, quien rápidamente perdió fuerza en las encuestas y llegó a ser superado por Padrés.

Un mes después, el primer domingo de julio, Guillermo Padrés Elías se enfrentó a Petra Santos Ortiz, candidata del PRD; Miguel Ángel Haro Moreno, del PT; Francisco Casanova Hernández, del Partido Socialdemócrata, y al priísta Alfonso Elías Serrano, su primo y contrincante tres años antes en la elección senatorial. El panista venció por casi 40 mil votos de diferencia al candidato del PRI.

Ese mismo día, al proclamarse vencedor del proceso electoral, Padrés prometió justicia. “Será un gobierno justo, es lo que te puedo decir. No podría ahondar más, porque yo he hecho un compromiso de no hablar de ese tema”, dijo sobre el caso ABC. Según el portal Arena Política, al confirmarse la victoria del panista, Bours se reunió con Padrés para pedirle que no iniciara una cacería en su contra.

Las promesas continuaron. El día de su toma de protesta, Padrés dijo: “El día de hoy me comprometo a hacer un Gobierno a la altura de lo sonorenses: Humano, sensible, ciudadano, democrático, institucional. Desde este día iniciamos una transformación profunda de las instituciones públicas del Estado para regresar a los sonorenses la iniciativa convertida en Gobierno del Estado en un facilitador. Nunca más permitiremos un Gobierno absoluto y omnipresente”.

A aquel acto asistieron Carlos Armando Biebrich, Samuel Ocaña y Armando López Nogales, los tres, ex gobernadores de Sonora. Estuvieron presentes también Jan Brewer, gobernadora de Arizona, y miembros de la elite panista como Santiago Creel Miranda, Josefina Vázquez Mota y Fernando Gómez Mont.

Pero la alternancia no supuso ningún cambio para los sonorenses. El anuncio de su gabinete indignó a los sonorenses. Abel Murrieta Gutiérrez, procurador de Justicia durante la administración de Bours, repetiría en el cargo durante el gobierno de Padrés. La justificación del nombramiento sería que Murrieta necesitaría más tiempo para hacerse cargo del proceso de transición.

Casi un año después, en junio de 2010, el gobernador panista reveló que analizaba la posibilidad de destituir a Murrieta, luego de recibir la petición por parte de los padres de los niños fallecidos en el incendio de la Guardería ABC, quienes acusaban al procurador de proteger a los socios dueños de la estancia infantil.

En el aniversario de la tragedia, Padrés encabezó un homenaje para las víctimas. Ahí, sólo alcanzó a decir a los padres de los niños que fallecieron y también de los que resultaron heridos: “Les debemos un perdón a sus hijos y a ustedes un lo siento”. Y agregó: “Quiero decirles que me indigna la indiferencia para con aquellos que sufren, siento el dolor de las familias y de una sociedad que fue excluida por un gobierno frío e indiferente, me lastima la injusticia, el dolor y la marginación”.

Desde entonces, las críticas no han parado. Las víctimas dicen que es un “gobernador sin palabra”. Otros lo llaman un “gobernador circunstancial”. Lo que queda claro es que la suya ha sido una administración de promesas, un gobierno que se ha encargado de librar críticas aplazando respuestas que nunca llegan. En el segundo aniversario del incendio en la guardería ABC, cerca de 12 mil personas participaron en una marcha para exigir la renuncia del procurador Murrieta; 12 mil personas que se han quedado sin respuesta.

Las sospechas sobre la necedad, por parte de Guillermo Padrés, de mantener a Murrieta en el cargo ha vuelto a generar sospechas en fechas recientes tras el asesinato del activista Nepomuceno Moreno Núñez, miembro del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Javier Sicilia y Emilio Álvarez Icaza, compañeros de Moreno, acusaron inmediatamente a Padrés y lo responsabilizaron del asesinato junto a Murrieta. Isabel Miranda de Wallace se sumó a los reclamos. A través de un comunicado, la Asociación “Alto al Secuestro” acusó la negligencia de las autoridades: “No cabe duda los políticos y muchas autoridades están sordas, la activista se pregunta: “¿Cómo no indignarse? ¿Cómo no increpar y cuestionar a los gobiernos estatales cuando no cumplen con su responsabilidad y muestran constantemente su incapacidad e indiferencia ante la violencia?”.

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