De acuerdo con Semarnat, el mayor contingente se espera que empiece a llegar en las próximas semanas si las condiciones climáticas lo permiten.
Ciudad de México, 6 de noviembre (AP).- Las mariposas Monarca han comenzado a aparecer en los bosques de las montañas del centro de México, a donde llegan a pasar el invierno, informó el sábado la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Las primeros mariposas fueron avistadas explorando los santuarios en lo alto de las montañas en Estado de México y el estado de Michoacán, al parecer para decidir dónde van a quedarse este año.
Las Monarca han llegado con cierta demora. Normalmente su arribo coincide con los festejos por el Día de Muertos del 1 y 2 de noviembre. Las comunidades en las laderas han asociado desde hace años a estas mariposas de colores naranja y negro con el regreso de las almas de los fallecidos.
En un comunicado, la Semarnat anunció “los primeros registros de las mariposas Monarca sobrevolando los bosques de oyamel en los santuarios de Sierra Chincua, El Rosario y Cerro Pelón, en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, en Michoacán, y en los bosques del municipio de Atlautla, en el Estado de México”.
Miles de mariposas Monarca han sido observadas volando por los cielos del norte y centro de México durante los meses de octubre y noviembre. 🦋🏵️
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— SEMARNAT México (@SEMARNAT_mx) November 5, 2022
Se prevé que el principal contingente de mariposas llegue en las próximas semanas, dependiendo de las condiciones climáticas, señaló la Secretaría.
“La migración de la mariposa Monarca no se compara con la de ningún otro insecto, en términos de longitud, regularidad, singularidad y visibilidad, por lo cual su conservación es considerada una responsabilidad internacional colectiva”, añadió la Semarnat en su comunicado.
Es demasiado pronto para decir qué tan grande será este año la migración anual de las mariposas desde Estados Unidos y Canadá. El conteo de las mariposas se efectúa por lo general en enero una vez que se han establecido en grupos en las ramas de los árboles de oyamel y pino.
Ese conteo anual de las mariposas no se utiliza para conocer su número individual, sino las hectáreas (acres) que cubren en su agrupamiento.
El año pasado, llegaron 35 por ciento más de mariposas monarca en comparación con la temporada anterior. El aumento podría reflejar la capacidad de las mariposas para adaptarse al calor extremo o la sequía cambiando la fecha de su partida de México.
Cada año, por lo general en marzo, las Monarca emigran de nuevo a Estados Unidos y Canadá.
La sequía, el clima severo y la pérdida de hábitat al norte de la frontera —en especial del algodoncillo donde las monarca ponen sus huevos— así como el uso de pesticidas y herbicidas, y el cambio climático suponen una amenaza para la emigración de la especie. La tala ilegal y la pérdida de árboles por enfermedad, sequía y tormentas afectan los santuarios del insecto en México.
Este año, la Unión Internacional para la Conservación de al Naturaleza incluyó a la mariposa Monarca en su “lista roja” de especies amenazadas y la catalogó como “en peligro” —dos niveles antes de la extinción.
El grupo calcula que la población de mariposas Monarca en América del Norte ha declinado entre 22 y 72 por ciento en un periodo de 10 años, dependiendo del método de medición.
Después de invernar en México, las mariposas vuelan hacia el norte, reproduciendo múltiples generaciones a lo largo de un trayecto de miles de kilómetros (millas). Las descendientes que alcancen el sur de Canadá emprenden el viaje de regreso a México a finales del verano.