La campaña de Trump ha presentado demandas para desafiar el escrutinio en Pensilvania y otros estados clave, Nevada, Michigan y Georgia, aunque en los dos últimos territorios los tribunales han desestimado sus querellas; mientras que en Wisconsin, el equipo del Presidente ha pedido un recuento de los votos.
Washington, 6 nov (EFE).- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se aferró este viernes a la vía legal para lograr la reelección a medida que se reducían sus opciones de ganar, y volvió a cuestionar sin pruebas “la integridad de todo el proceso electoral” en su país.
“Seguiremos en este proceso a través de todos los aspectos de la ley, para garantizar que el pueblo estadounidense tiene confianza en el Gobierno. Nunca dejaré de luchar por ustedes y por nuestro país”, dijo Trump en un comunicado distribuido por su campaña.
Hasta este jueves, la campaña de Trump insistía en que el Presidente tenía todavía opciones de reelección a través del escrutinio en los estados clave donde todo está ajustado, pero el comunicado del mandatario pareció confirmar que ya han abandonado esa idea.
Horas después de que el candidato demócrata Joe Biden arrebatara a Trump la ventaja en Pensilvania y Georgia, dos estados clave que el mandatario necesita imperiosamente para ganar, su declaración se centró solo en la batalla legal y en sus acusaciones sin pruebas de fraude.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1324752659996397575?s=20
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1324750555059728384?s=20
“Creemos que el pueblo estadounidense merece tener una transparencia completa sobre todo el conteo de votos y la certificación de las elecciones, y esto ya no se trata solo sobre unas elecciones en concreto. Esto se trata de la integridad de todo el proceso electoral”, afirmó Trump.
El Presidente volvía así a cuestionar la integridad del proceso electoral sin aportar ninguna prueba, e insistía de nuevo en que “deben contarse todas las papeletas legales y ninguna ilegal”.
El Ejecutivo estadounidense ha cuestionado, de nuevo sin pruebas, la legitimidad de todo el sistema de voto por correo, que han utilizado un récord de 65 millones de estadounidenses en estas elecciones, y las normas establecidas por varios estados clave para contar esas papeletas.
La campaña de Trump ha presentado demandas para desafiar el escrutinio en Pensilvania y otros estados clave, Nevada, Michigan y Georgia, aunque en los dos últimos territorios los tribunales han desestimado sus querellas; mientras que en Wisconsin, el equipo del Presidente ha pedido un recuento de los votos.
Las autoridades de Georgia adelantaron este viernes que habrá un recuento en el estado debido a lo ajustado del resultado en el estado, donde no se espera que se sepa un ganador definitivo al menos hasta finales de este mes.