Estos participantes proporcionaron información detallada sobre su participación social y fueron calificados utilizando una herramienta desarrollada por los expertos.
MADRID, 06 de noviembre (EuropaPress).- Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) ha evidenciado que las personas mayores activas socialmente tienen una materia gris más robusta que les ayuda a prevenir el riesgo de demencia.
“Nuestros datos se recopilaron antes de la pandemia de COVID-19, pero creo que nuestros hallazgos son particularmente importantes en este momento, ya que un aislamiento social para todos los adultos mayores puede ponerlos en riesgo de enfermedades como la demencia. Los adultos mayores deben saber que es importante para la salud de su cerebro que aún busquen la participación social de manera segura y equilibrada durante la pandemia”, han dicho los investigadores.
Para alcanzar esta conclusión, publicada en el Journal of Gerontology: Psychological Sciences, los expertos utilizaron información sobre el compromiso social de 293 participantes con una edad media de 83 años. A todos ellos se les realizó un escáner cerebral sensible llamado MRI de imágenes de tensor de difusión que midió la integridad celular de las células cerebrales utilizadas para el compromiso social.
Estos participantes proporcionaron información detallada sobre su participación social y fueron calificados utilizando una herramienta desarrollada por los expertos.
Se otorgaron puntajes altos a las personas que hicieron cosas como jugar juegos de mesa, ir al cine, viajar largas distancias, asistir a clases, conferencias o eventos de educación de adultos, participar en la iglesia u otras actividades comunitarias, reunirse con niños, amigos, parientes o vecinos al menos una vez a la semana; voluntario o trabajo, estar casado y vivir con otros.
De esta forma, los expertos observaron que un mayor compromiso social está relacionado con una mejor integridad microestructural de la materia gris del cerebro en estos adultos mayores. “Necesitamos investigar más los detalles, pero esa es la belleza de esto, el compromiso social cuesta casi nada y no tenemos que preocuparnos por los efectos secundarios”, han dicho los investigadores.