El General Homero Mendoza, en representación de Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), dijo esta mañana que un enfrentamiento entre Los Salazar y La Línea –dos grupos criminales con presencia regional– previo a la matanza que afectó a la comunidad mormona de Los LeBarón, permite abrir una línea de investigación hacia ellos para dar con los asesinos.
“Se asume que la organización delictiva de La Línea ante esta amenaza, la intención de Los Salazar de entrar a Chihuahua, deciden poner o mandar una célula entre Janos y Bavispe. Como resultado de esa confrontación en los límites de ambos estados, se supone que esta célula es a la que se le está atribuyendo la materialización de estas agresiones a la familia LeBarón”, reveló en conferencia.
–Con información de InSight Crime
Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo).– El grupo criminal que es señalado como posible responsable del ataque en el que murieron tres mujeres y seis niños de la comunidad de los LeBarón en Sonora, La Línea, nació y se fortaleció en los años posteriores a que el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa declarara la guerra contra las drogas. La Línea aprovechó el declive del Cártel de Juárez, que comandaron Vicente “El Viceroy” Carrillo Fuentes y Juan Pablo “JL” Ledezma, para fortalecerse con la vieja estructura creando nuevas células y brazos que alcanzan hasta América Latina.
El Cártel de Juárez está en guerra desde hace más de una década con el Cártel de Sinaloa. Se dedica al tráfico de drogas, extorsión y secuestro, y opera sobre todo en las sierras de Chihuahua y Sonora. Cuando Amado Carrillo Fuentes, llamado “El Señor de los Cielos”, estuvo al frente de la Federación, este grupo creció hasta convertirse en la mayor fuerza criminal de México. Con la caída tanto de Amado como de su hermano Vicente, el Cártel de Juárez se fue desintegrando y fue perdiendo un control que ganaron Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada.
Vicente Carrillo duró 17 años al frente de la organización hasta su arresto en Torreón, el 9 de octubre de 2014. El Cártel de Juárez se fue transformando poco a poco en La Línea, que era uno de sus brazos. Se dice que para mantener el control de poblaciones y rutas, en grupo se unió al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en 2017.
La Línea se ha enfrentado desde hace 10 años al menos con Gente Nueva, brazo armado del Cártel de Sinaloa. Los Salazar, una banda que se mueve en las sierras de Sonora y Chihuahua, opera para Sinaloa. El último episodio de este enfrentamiento se libraba en territorio por donde pasó el convoy de las familias menonitas.
Antes de Vicente Carrillo y de Ledezma, Gilberto “El Greñas” Ontiveros Lucero, Rafael Aguilar Guajardo y los hermanos Muñoz Talavera encabezaron el Cártel de Juátez. Tuvieron tan importancia que sus contactos eran directamente con los grupos criminales colombianos productores de cocaína como el Cártel de Medellín, el Cártel de Cali y, después, con el Cártel del Norte del Valle.
La Línea es el Cártel de Juárez en la actualidad, de acuerdo con las autoridades. Domina una vieja estructura que se extiende no sólo en México, sino también en el extranjero. La Línea tendría bajo su control dos grupos más: Los Linces, compuesto por desertores de las fuerzas especiales del Ejército; y los Salazar, que nacieron en las serranías. La pandilla de Los Aztecas también está al servicio de La Línea, que, por cierto, toma su nombre de la “línea de mando” de la policía de Ciudad Juárez. Durante años, la policía de esa ciudad fronteriza sirvió operativamente al Cártel de Juárez.
En 2015, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) dijo que La Línea era un cártel del narco en formación.
HASTA COLOMBIA Y VENEZUELA
De acuerdo con un análisis de Angela Olaya, de InSight Crime, La Línea opera hasta Colombia y Venezuela, hasta donde ha llevado una “pelea a sangre y fuego por el control del área metropolitana fronteriza”.
En mayo de 2019, las autoridades han documentado al menos un enfrentamiento entre grupos criminales cada semana en los alrededores del Puente Internacional Simón Bolívar, que comunica a Villa del Rosario en Colombia con San Antonio de Táchira en Venezuela.
El más reciente enfrentamiento ocurrió en la trocha Los Mangos y dejó una persona muerta y otra herida. Una situación similar tuvo lugar la semana pasada en un paso ilegal cerca del Puente Francisco de Paula Santander, en la ciudad Colombiana de Cucutá.
Esto ocurrió cerca de la comunidad indígena Yukpa, según el Secretario de Gobierno local, quien también dijo que una de las propuestas es “la militarización de los pasos irregulares para evitar que los grupos armados sigan enfrentándose por mantener el dominio de las rutas de contrabando y narcotráfico”.
Las autoridades señalan que esta situación responde a enfrentamientos entre La Línea y una fuerza paramilitar formada de ex soldados venezonalos, quienes se disputan el control del contrabando de mercancías y las rutas de narcotráfico.
ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME
La Línea es hoy el grupo delincuencial más fuerte en el área urbana colombiana de la extensa frontera con Venezuela. Ha logrado avanzar en el control de la mayoría de pasos informales donde controla el contrabando, cobra extorsiones, secuestra, tortura y asesina a quienes no cumplen sus órdenes.
Esta banda, que surgió como un grupo de venezolanos dedicados al contrabando, se desarrolló en la región de la frontera cobrando “impuestos” al contrabando y extorsionando migrantes de la zona. Sin embargo, rápidamente se movió a la ciudad fronteriza de Cucutá, donde avanzó en actividades de microtráfico y prostitución en los puntos neurálgicos de Cúcuta, como el parque de Las Mercedes o el Terminal de Transportes.
Según una investigación de InSight Crime, su principal centro de operaciones, es el barrio La Isla. Este barrio le da acceso directo a varias trochas y cruces informales del río Táchira y el paso hacia Venezuela.
Un agravante para enfrentar a este grupo territorial es que aplica niveles de violencia muy altos. Con la crisis migratoria que se inició hace más de dos años, la premisa por la cual se enfrentan este tipo de bandas es “quién controla el Puente Internacional lo controla todo”.
Sin embargo, el cierre oficial de la frontera en febrero de 2019 se ha convertido en el negocio perfecto para estos grupos se fortalezcan. Este es el caso del grupo de la Línea, la cual a partir de alianzas o disputas ha logrado gran protagonismo.
A principios de 2019, La Línea tuvo una pelea con Los Rastrojos, la cual luego de varios homicidios en Cúcuta y Puerto Santander, parece haberse resuelto a favor de los primeros.
Por su parte, con el grupo de La Frontera se habría logrado un acuerdo para disputarse el control de los puentes internacionales con los Bota de Caucho, ubicados en el lado venezolano de la frontera “en una invasión conocida como “Pequeña Barinas” a orillas del rio Táchira”.
Con el cierre oficial de los pasos oficiales, la población migrante seguirá estando a expensas de grupos como La Línea, que podría tener cada vez más integrantes y más recursos económicos.