Varios de los testigos clave en el proceso que se sigue en contra de Eugenio Hernández Flores, acusado de peculado y lavado de dinero, fueron amagados y asesinados en años recientes, confirmó a SinEmbargo una fuente del Gobierno de Tamaulipas. En una nota publicada hoy por el periódico Reforma se menciona que de los cinco testigos y denunciantes en su contra, dos fueron asesinados en 2016 -uno de ellos después de ser amenazado de muerte-, uno se suicidó en mayo de 2014, seis meses después de delatarlo, y otro más fue "levantado" y está desaparecido desde hace un año.
Hernández, perseguido por la justicia de Estados Unidos, es aún miembro PRI, que le ha conservado todos sus derechos a pesar de los señalamientos de enriquecimiento ilícito y nexos con el crimen organizado.
La fuente dijo a SinEmbargo que, además, la PGR ha actuado de manera sospechosa. En 12 de octubre pasado se le giró un oficio en el que se le solicita información sobre Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, y es hora que todavía no responde...
Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo).– La Procuraduría General de la República (PGR) tuvo conocimiento desde hace tiempo que varios testigos clave en el proceso por peculado y lavado de dinero en contra del ex Gobernador Eugenio Hernández fueron amagados y asesinados en años recientes, dijo a SinEmbargo una fuente oficial del Gobierno de Tamaulipas.
“El expediente lo tuvieron ellos [la PGR]”, dijo.
La misma Procuraduría federal tuvo en sus manos la Ficha Roja de la Interpol que pedía el arresto del ex Gobernador del Revolucionario Institucional (PRI), partido del Presidente Enrique Peña Nieto, y nunca la ejerció.
“La PGR ha actuado de manera sospechosa” en el caso, agregó la fuente autorizada del Gobierno tamaulipeco.
Hernández, quien todavía es miembro del PRI, mantuvo total impunidad durante todos los años en que ha gobernado Peña Nieto, y vio la prisión hasta que la Procuraduría de Tamaulipas ejerció acción penal en su contra.
Pero la omisión de PGR no sólo se reflejó en la Ficha Roja de Interpol, que jamás ejerció.
El pasado 12 de octubre de este año, el Fiscal Especializado en Combate a la Corrupción de Tamaulipas solicitó a la PGR las averiguaciones previas y las carpetas de investigación de Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba, Héctor Suverza Ramírez, Fernando Alejandro Cano Martínez, Celia del Carmen Berlanga Bolado, Alberto Berlanga Bolado y Eugenio Javier Hernández Flores y varias empresas.
Estas averiguaciones vincularían a otro ex Gobernador de Tamaulipas, también con el PRI, con Eugenio Hernández. Se trata de Tomás Yarrington, quien fue detenido en Italia por la Interpol y las autoridades locales y de Estados Unidos. Yarrington, como Hernández, era buscado desde hace años por la DEA y otras autoridades locales de Estados Unidos que lo vinculan con cárteles de la droga.
Sin embargo, hasta la fecha, la Procuraduría General de la República no ha contestado el oficio FECC/384/2017 de la Fiscalía Anticorrupción de Tamaulipas en el que le demanda más información.
Sobre este oficio FECC/384/2017, una fuente autorizada de la Fiscalía Anticorrupción de Tamaulipas dijo a SinEmbargo que tienen la sospecha de que la PGR no ha respondido porque teme que se ahonde más en las posibles relaciones criminales de otros ex gobernadores.
“Sobre todo en la relación Eugenio Hernández-Tomás Yarrington”, agregó.
Hoy, el periódico Reforma dice que en el juicio por peculado y lavado de dinero en contra de Hernández casi nadie acudirá a sostener las imputaciones que lo tienen tras las rejas.
De los cinco testigos y denunciantes en su contra, dos fueron asesinados en 2016 -uno de ellos después de ser amenazado de muerte-, uno se suicidó en mayo de 2014, seis meses después de delatarlo, y otro más fue "levantado" y está desaparecido desde hace un año.
El único que no corrió la misma suerte, menciona el diario, es Feliciano Reyes Pérez, activista de 82 años, quien el 31 de enero de 2005 presentó la denuncia que apenas el 6 de octubre tuvo como consecuencia la captura de Hernández.
LAS ACUSACIONES CONTRA EUGENIO
Hernández Flores, acusado de peculado y lavado de dinero, fue detenido el pasado 6 de octubre en Ciudad Victoria, Tamaulipas.
Perseguido por la justicia de Estados Unidos, Hernández Flores es miembro PRI, que le ha conservado todos sus derechos a pesar de los señalamientos de enriquecimiento ilícito y nexos con el crimen organizado. Otro ex Gobernador del PRI, César Duarte, al igual que Hernández, sigue siendo miembro del partido aunque se le persigue por el saqueo de las finanzas públicas de Chihuahua.
El ex Mandatario tamaulipeco está acusado de adquirir, mediante prestanombres y a precios subvaluados, mil 600 hectáreas de la zona portuaria de Altamira, que pertenecieron al patrimonio del Estado, según la causa penal 67/2017.
De acuerdo con Breitbart –medio ligado al gobierno de Donald Trump–, el priista forma parte de una red que usó los sobornos del Cártel del Golfo y de Los Zetas para comprar bienes inmobiliarios en Mc Allen y Austin.
Hernández Flores, de 57 años de edad y conocido como “Geño”, incursionó en la política gracias a las relaciones que estableció su padre, un prominente empresario y miembro de los gabinetes de Emilio Hernández Manatou (1981-1987) y Américo Villarreal (1987-1993), así como por su formación de ingeniero civil en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) que lo llevó a asumir la presidencia de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPA).
En enero de 2012, el todavía Presidente Felipe Calderón pareció olvidar el apoyo que Hernández Flores le dio durante la contienda electoral y abrió una investigación en su contra– y contra Tomás Yarrington y Manuel Cavazos–.
En junio de ese año, elementos de la PGR y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) catearon propiedades de Eugenio Hernández en Tamaulipas y en Quintana Roo, entidad a la que supuestamente se mudó al concluir su administración y la cual era gobernada por su amigo Roberto Borge Angulo, también investigado por presuntamente encabezar una red de lavado de dinero.
A pesar de haber incautado 10 propiedades que el priista adquirió de forma irregular, las investigaciones no prosperaron y en 2013 la PGR dio “carpetazo”, exonerando a Hernández Flores y a Cavazos Lerma.
En agosto de 2013, Guillermo Flores Cordero, originario de Coahuila, fue detenido en San Antonio, Texas, y declarado culpable de lavado de dinero. El inculpado señaló que Eugenio Hernández “utilizó [sus] empresas ficticias para enviar dinero de México a cuentas en el Valle del Río Grande a nombre de terceros, para encubrir la procedencia de los fondos”, según los fragmentos de la audiencia publicados por el medio San Antonio Express News.
De acuerdo con la declaración, entre 2009 y 2012 Flores Cordero ganó dos millones y medio de dólares en comisiones por blanquear 30 millones provenientes del narcotráfico. La autoridades de Estados Unidos incautaron millones de dólares de las cuentas bancarias que el tamaulipeco tenía en ese país, así como su casa en el condado de Bexar.