El Gobierno federal observa con atención el resultado de las elecciones en los Estados Unidos. El Gobernador del Banco de México Agustín Guillermo Carstens aseguró que existía un plan de contingencia en caso de que hubiese un periodo de volatilidad del peso. Más, las expectativas para México no sólo no son buenas en términos comerciales, sino migratorios. Enrique Berruga Filloy, escritor y diplomático, explica el impacto que tendrán los comicios del próximo 8 de noviembre en la vida de los mexicanos.
Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo).– Alrededor de 135 millones de estadounidenses están listos para asistir a las urnas el siguiente martes y México ha estado en el centro de la campaña de ambos candidatos que compiten por la Presidencia de la potencia económica más importante del mundo. El diplomático Enrique Berruga Filloy ve nubarrones en el panorama, prevé que tanto los acuerdos comerciales como las condiciones migratorias sufrirán severas alteraciones.
El candidato republicano Donald Trump integró en su campaña una serie de insultos a los mexicanos. Les llamó “violadores” y “criminales” Y sin embargo, las propuestas que más amenazan la vida cotidiana de los mexicanos son las que afectarían sus bolsillos.
Una de ellas es su intención de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al que Trump calificó de ser el “peor” acuerdo firmado por Estados Unidos.
En tanto que la candidata demócrata, Hillary Clinton, ha preferido no pronunciarse sobre el tema. Un silencio que tampoco es interpretado como una buena señal, de acuerdo con Berruga Filloy.
“Nunca antagonizó con Trump diciendo ‘está usted equivocado en esto’. Nunca dijo ‘oiga es que el comercio con México beneficia a los Estados Unidos’”, explicó quien fue representante de México ante Naciones Unidas del 2003 al 2007.
Al silencio se suman revelaciones, como la de Dennis Williams, presidente del sindicato United Auto Workers, del sector automotriz en los Estados Unidos, quien declaró que la candidata le confío que revisaría el TLCAN.
El cierre de fronteras económicas parece avecinarse. Trump ha dicho que buscará que las grandes plantas no se instalen más en México, cuya fuga de inversiones ha dejado sin trabajo a los estadounidenses, sostiene.
Caso concreto el de la automotriz Ford Company, que planea instalarse en México con una inversión de mil 600 millones de dólares.
“Si Ford y los otras (compañías) no han empezado a construir su planta (en México), créanme, ellos van a estar de regreso antes de que comiencen a construirla”, dijo el magnate neoyorquino el 2 de noviembre en Michigan.
En entrevista con SinEmbargo, Enrique Berruga explica su desencanto por las próximas elecciones en Estados Unidos y los retos que afrontará México.
—Vemos que los candidatos proponen revisar el TLCAN. ¿No es esto una contradicción si se considera que Estados Unidos fue el que promovió la apertura de las fronteras?
—Efectivamente, es una contradicción, en general muy grande para Estados Unidos, porque desde hace más de 25 años, cuando se creó el Nasdaq [bolsa de valores electrónica], ellos apostaron a que su fuente principal de ingresos iba a ser la tecnología de avanzada, y no estar produciendo fierros y ropa. Eso lo habían estado relegando para que otros países lo hicieran. Y de repente en esta campaña surge que la parte de manufactura le sigue interesando a Estados Unidos como parte de su economía, o al menos así se ha vendido desde el punto de vista político.
—¿Pero hay sustento en este argumento de que la inversión se fuga a México?
—Lo que pasa es que, según ellos, las condiciones han cambiado, porque piensan que tanto Canadá, como México, más allá de que sea correcta la interpretación, se han robado tanto empleos como la ubicación propiamente de las empresas. Es decir, hay una buena cantidad de empresas que se han movido hacia México, y que evidentemente dejaron sin empleo y sin posibilidades de negocios a algunas ciudades de Estados Unidos. La más reciente es la de los aires acondicionados Carrier.
—¿Qué consecuencias tendría el regreso de la industria manufacturera a Estados Unidos?
—Obviamente todos esos productos se van a encarecer muchísimo para el público de los Estados Unidos. Entonces, por un lado la buena noticia es que tendrán más empleos de baja calidad, la mala es que no tendrán dinero para comprar los productos que ellos mismos están generando.
—¿La relación comercial con México no beneficia ya bastante a Estados Unidos? ¿Para qué cambiar el TLCAN?
—El único país con el que tenemos un superávit comercial de todos los tratados de libre comercio es con Estados Unidos, y es uno importante. De manera tal que si ellos tienen la intención de revisar el Tratado va ser en dos direcciones: una, para obtener ciertas ventajas que reduzcan ese déficit comercial que tienen con México, y dos, para poner restricciones y que las empresas no se puedan ir con facilidad de Estados Unidos. Entonces, tenemos un peligro doble: podemos perder empleos y podemos perder las divisas que se obtengan a través de la exportación de productos mexicanos. No veo que una revisión sirviera para que México esté mejor, nos va poner en una situación más complicada de la que tenemos ya.
—Si bien Donald Trump ha sido más enfático sobre renegociar el Tratado, ¿cree que con Clinton en la Casa Blanca este tema quedaría sin tocarse?
—No, de hecho, si observamos a lo largo de la campaña ella nunca defendió los tratados. Nunca antagonizó a Trump diciendo: “Oiga está usted equivocado”. O que dijera: “El comercio con México nos beneficia a los Estados Unidos, genera 6 millones de empleos en Estados Unidos”. Pudo haber dicho que el Tratado estaba bien, incluso que puede frenar la migración desde México porque genera beneficios y empleos en el país de origen. Nunca hizo nada al respecto. Y, además, creo que dadas las condiciones de campaña ella va estar muy presionada por la derecha para dar ciertas concesiones y poder entre comillas gobernar. De esta forma mi visión es muy negativa con cualquiera de los dos. En el caso de Trump es todavía mayor el perjuicio potencial porque no ha dicho que va revisar el Tratado, sino que lo va a repudiar.
—¿Presenta México ventajas a Estados Unidos con relación a otros socios comerciales?
—Cada dólar que importa Estados Unidos desde México tiene 40 centavos con contenido (componentes) de Estados Unidos. En cambio, en el caso de China son sólo 4 centavos de cada 100 los que son productos o parte de componentes de Estados Unidos.
—¿La postura radicalizada de cerrar las fronteras tuvo relación con el Brexit? Al menos esta impresión da para la mayoría de personas, quienes sienten que hubo un cambio de postura de la noche a la mañana.
—No, esto es muy anterior al Brexit. De hecho, Trump desde el 2012 registró el término “Make américa great again” [hacer América grande de nuevo] y empezó a hacer auscultaciones de campaña. Hizo grupos de enfoque, ¿qué es lo que la gente más le enoja?, ¿qué quisiera?, etcétera. Y de ahí salieron tres temas, dos que tienen que ver con México: uno es el TLCAN, esta perdida y robo de empleo; otro es el caso de la migración ilegal, que es otro tema que a la gente le enciende mucho, y un tercero es el subsidio a países como Alemania, Japón o Arabia Saudita. ¿Por qué Estados Unidos tiene que estar pagando por la seguridad de países que son tanto o más ricos que ellos? Y el hombre lo único que hizo fue leer la partitura.
—¿Piensa usted que se endurecerán las medidas antimigratorias, quien sea que llegue a la Casa Blanca?
—Sin duda, porque además entra en el mismo discurso. Es decir, la pérdida de empleos a qué se debe, al TLC, y por otra parte, a la migración. Encima a la migración la culpan de que bajen los niveles salariales, porque dicen que los mexicanos que cruzan la frontera están dispuestos a ganar lo que sea, una fracción de lo que gana cualquier ciudadano norteamericano, México ha estado en el corazón de la campaña por eso. Y especialmente, por los ocho años al hilo de crisis económica. En el 2008 desde la quiebra de Lehman Brothers hasta ahorita, la economía del mundo no se ha reanimado. Si ellos tuvieran un crecimiento importante de bienestar de ingresos, todo este tipo de cosas no las estarían discutiendo.
—¿Cree que Obama hizo algo por hacer la vida más fácil a los mexicano? Entiendo que se rompieron los récords de deportaciones.
—Ninguna administración había deportado a tanta gente como la administración Obama. Eso quiere decir mucho, y ahora será mucho más vehemente porque no sólo van a seguir estas deportaciones, sino que se va a hacer con un alarde mediático, porque cualquiera de los dos lo necesita para decir: “Yo sí estoy controlando la frontera”. Uno con muro, la otra sin muro, y así evitar las críticas de que Estados Unidos es un país sin leyes y que cualquiera se mete. Los migrantes habían estado en la sombra, ahora la incertidumbre va ser mayor, estamos hablando de 7 millones de indocumentados mexicanos nada más. Ya no digamos de otros países de Centroamérica.
—Suena a disparate pero, ¿realmente pueden coaccionarnos para pagar ese muro?
—Bueno, lo que sí se podría hacer, es ilegal, pero podría llegar a hacerlo con algún tipo de enmienda u orden del Ejecutivo, es cobrar el muro mediante las remesas a México. Son 20 mil millones de dólares al año. Todo mexicano que use Western Unión, o Money Gram, le pueden cobrar un impuesto. O porcentaje. Entonces, de cada 100 dólares enviados a los familiares, pon tú a Zacatecas, puede que sólo le lleguen 80, porque se quedaron 20 del otro lado de la frontera para pagar el muro. Esto añadiría otro problema en la economía mexicana que es la reducción de las remesas.
— ¿El Estado está listo para recibir una oleada similar de migrantes? Digo, para reinsertarlos a la vida laboral.
— Honestamente no lo sé. No he visto nada en políticas públicas, en expresiones de alto nivel que se tenga algún plan, igual y se tiene, pero no lo conozco. En la época del ex Presidente Eisenhower después de la Segunda Guerra Mundial hubo las redadas más importantes de la historia, y cuando terminaba el programa Bracero, y eso tuvo repercusiones importantes en Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Zacatecas.
—¿Qué puede esperar un mexicano de cómo afectarán las elecciones de Estados Unidos a su vida?
—Con impactos múltiples. Les puede impactar todo. Desde que hubiera una depreciación importante del peso, porque una fuga de divisas, falta de confianza en la economía mexicana, por la revisión del TLCAN, etc. Y también por cómo esto impacta en el tema de seguridad. Porque el desempleado de la noche a la mañana empieza a ver cómo buscarse la vida, y una fórmula que ha pasado en México es delinquir. Es una bola de nieve que en su momento puede llegar a constituir una preocupación para el mismo Estados Unidos. Si México es un país que se torna muy revuelto, no es un escenario inmediato, pero si llegara a ocurrir, la preocupación también sería para ellos.