Un total de 892 grupos de odio o extremistas existían en Estados Unidos al cierre de 2015. La mayoría está vinculado con la ideología supremacista blanca y entre los más numerosos destacan el Ku Klux Klan, los grupos de skinheads o cabezas rapadas y los movimientos neonazis, aunque también existen grupos de afroamericanos separatistas. Mark Potok, uno de los expertos más avezados de Estados Unidos en el tema, asegura que muy probablemente la campaña de odio desarrollada por Donald Trump durante la contienda electoral que termina este 8 de noviembre, hará que el número de estos grupos aumente al cierre de 2016. Trump, dice Potok, se convirtió en el líder de un movimiento de la sociedad blanca conservadora que se resiste a perder su hegemonía frente a minorías que avanzan en el país con paso firme.
Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo).- Entre 2014 y 2015, el número de grupos de odio o extremistas en Estados Unidos pasó de 784 a 892, de acuerdo con un reporte del Southern Poor Law Center (SPLC, por sus siglas en inglés), una organización que hoy integra al grupo de expertos más importante sobre el tema en ese país.
Los números significan que la aversión organizada, o el odio institucionalizado, como quiera verlo, aumentó 14 por ciento en un solo año.
Entre los grupos de odio o extremistas a los que SPLC mantiene en constante vigilancia, y a los que el reporte se refiere, están el Ku Klux Klan, los skinheads o cabezas rapadas, movimientos neonazis e incluso grupos de afroamericanos separatistas.
“El aumento de los grupos de odio ha sido impulsado por la reacción de un gran número de estadounidenses ante importantes cambios demográficos, económicos y culturales en el país en los últimos años”, dice en entrevista con Sinembargo Mark Potok, uno de los especialistas más avezados en EU sobre grupos extremistas y editor de The Intelligence Report, la publicación en la que SPLC presenta sus investigaciones.
La ira en ciertos sectores predominantemente blancos/conservadores ha sido provocada específicamente por la inmigración latina y las proyecciones demográficas que muestran que los blancos ya no tendrán un estatus de mayoría en el país en el año 2040.
Como muestra la gráfica, el aumento de los grupos de odio se aceleró en 2009, año en que Barack Obama llegó a la Casa Blanca y se convirtió, para pesar de millones probablemente, en el primer presidente afroamericano de la historia.
El avance de estos grupos comenzó a reducirse en 2011, pero el año pasado la cifra aumentó por primera vez en tres años.
2015, de acuerdo con Potok, fue un año particularmente marcado por una extraordinaria violencia de los grupos extremistas locales.
“Las milicias antigobierno, los supremacistas blancos, los enemigos del aborto, los islamistas radicales, los neonazis y los amantes de la bandera Confederada [símbolo de apoyo a la esclavitud] transformaron en blanco de sus ataques a la policía, funcionarios de gobierno, musulmanes, judíos, afroamericanos, niños de escuela, marinos, doctores que practican abortos, incluso a traficantes de drogas”, escribió Potok en un reciente artículo.
Su aumento también debe entenderse como una reacción contra la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y contra el surgimiento del movimiento Black Lives Matter. Esta reacción generó un sentimiento de polarización e ira que sólo puede compararse con la convulsión política y social que enfrentó EU en 1968.
La campaña presidencial en 2015-2016, marcada por la retórica xenófoba y racista de Donald Trump, sin duda impulsará al alza la creación de estas organizaciones beligerantes, de acuerdo con Potok.
Por esa razón buscamos al especialista para una breve charla.
–El reporte de SPLC registra un aumento de 108 grupos de odio o extremistas tan sólo de 2014 a 2015. ¿Qué explica el aumento?
–Muchos de estos estadounidenses, la mayoría de ellos simpatizantes de Donald Trump, sienten que el país en el que crecieron está desapareciendo y que las élites políticas y económicas [en cierto sentido representadas por Hillary Clinton, la candidata demócrata] no se preocupan por la gente común.
–¿Cuántos estadounidenses pueden actualmente ser miembros de o simpatizar con cualquiera de estos grupos de odio?
–Eso es casi imposible de saber, pero ciertamente son cientos de miles los que están involucrados en algún grupo vinculado con la derecha radical. Decenas de millones de estadounidenses están enojados por los cambios económicos y culturales que ya mencioné.
–El mapa de los grupos de odio que ustedes desarrollaron pareciera reflejar un país con una guerra interna de la que se habla poco.
–Es cierto que el mapa muestra un montón de grupos de odio, pero hay que tomar en cuenta que actualmente la población de Estados Unidos es de unos 320 millones de personas. En realidad es una fracción muy pequeña de ese total la que está involucrada en grupos de extremistas.
–¿Esperan un aumento en el número de este tipo de grupos después de las campañas políticas que acabamos de vivir?
–Es muy probable que el número de grupos de odio siga creciendo, en gran medida porque la campaña de Donald Trump ha abierto un espacio político para quienes tienen ese tipo de ideas y de ideología. Además, incluso suponiendo que Trump pierda, habrá muchos estadounidenses que quedarán enojados y resentidos, que sentirán que la elección estuvo “amañada”, como Trump les ha dicho repetidamente. Muchos de ellos probablemente se unirán a estos grupos.
–Estados Unidos parece dividido ahora. En un lado se ve un Estados Unidos blanco-anglosajón perdiendo hegemonía, y en el otro un Estados Unidos de minorías, negros, hispanos, inmigrantes, que están felices con los espacios que han conquistado en los últimos años. ¿Es posible reconciliar estos dos países?
–En cierto sentido, eso es cierto. A lo largo de los próximos 30 años, sin embargo, los blancos perderán su mayoría en este país y se convertirán en una minoría más. Mi esperanza es que esta nación se una como una nación verdaderamente multirracial y multicultural en la que nadie gobierne.
–¿Es posible que este Estados Unidos, después de Trump encuentre la reconciliación?
–Sí, claro que es posible.