Las y los repartidores, representados por el colectivo “Ni un Repartidor Menos”, celebraron el anuncio de seguridad social hecho por la Presidenta Claudia Sheinbaum, pero expresaron su temor de que una regulación derivada pueda comprometer la flexibilidad y libertad que caracterizan su labor. Para garantizar que cualquier regulación no perjudique su autonomía, el colectivo solicita una reunión con el Gobierno para presentar su “Decálogo de Repartidores”, que recoge las principales demandas del sector y busca un modelo que asegure su bienestar sin comprometer su independencia.
Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo).- La falta de derechos, la precariedad, los riesgos y la constante inseguridad vial, que ha cobrado la vida de cientos de repartidores, han marcado a este sector en los últimos años. En su primer día de mandato, la Presidenta Claudia Sheinbaum prometió enviar una iniciativa para garantizar la seguridad social a estos trabajadores.
Aunque celebraron el anuncio, repartidores y repartidoras también señalaron que, si bien es necesario contar con un sistema de seguridad social, éste no debe implicar la pérdida de la flexibilidad que caracteriza su trabajo ni la imposición de una subordinación laboral.
La gran mayoría de estos trabajadores no cuenta con acceso a seguridad social, prestaciones laborales o derechos básicos como vacaciones pagadas o aguinaldo. La gran mayoría de estos trabajadores enfrentan diversos riesgos laborales, como accidentes de tránsito, atropellos y la precariedad de las infraestructuras viales.
Desde 2018, se han registrado aproximadamente 700 repartidores fallecidos en todo el país, siendo Ciudad de México una de las zonas más afectadas con cerca de 300 muertes, donde, a pesar de estas cifras, solo dos casos recibieron justicia, de acuerdo con datos recopilados y proporcionados por el colectivo “Ni un Repartidor Menos”. Tan solo en lo que va del año, desafortunadamente, 42 repartidores perdieron la vida en la capital, y 72 a nivel nacional.
Aunado a ello está el riesgo de sufrir lesiones por accidentes. Hasta septiembre de 2024, se registraron 3 mil 5 accidentes tan solo en la Ciudad de México y al menos 9 mil 870 accidentes en todo el país, de acuerdo con datos de “Ni un Repartidor Menos”, colectivo que destacó que dicha cifra podría ser mucho mayor, ya que muchos accidentes no se registran adecuadamente.
Lo que ocurre es que algunos repartidores, por miedo a los robos e inseguridad, optan por no usar mochilas de reparto, lo que puede dificultar su identificación en caso de un incidente. Y es que, aunado a la inseguridad vial, también padecen discriminación, acoso sexual y el riesgo de sufrir robos y asaltos.
En su discurso en el Zócalo capitalino, luego de recibir el bastón de mando, la Presidenta Claudia Sheinbaum prometió que en este mes enviará al Congreso una iniciativa de ley para “garantizar la obligatoriedad de la seguridad social para las y los trabajadores repartidores de aplicaciones telefónicas”.
Los integrantes de “Ni un Repartidor Menos”, compuesto por repartidores y repartidoras de plataformas digitales, celebraron “su compromiso con el bienestar de todos los mexicanos y la transformación que promete liderar” y se sumaron a su propuesta de brindar seguridad social a los repartidores y repartidoras.
Saúl Gómez, representante y fundador de Ni un Repartidor Menos platicó que recientemente se arrancó una campaña de afiliación con el IMSS Bienestar para que tengan acceso a estos beneficios. No obstante, las y los repartidores, en su mayoría padres y madres solteras, también demandan acceder a guarderías, vacaciones, vivienda, jubilación, entre otros.
En México, el sector de los repartidores de plataformas ha crecido significativamente en los últimos años. De acuerdo con una encuesta y estudio publicado apenas en agosto pasado por Buendía & Márquez, alrededor de 2.5 millones de personas han trabajado alguna vez en plataformas de reparto, donde un 30 por ciento a 40 por ciento de ellos dependen completamente de estos ingresos para su sustento.
Con la propuesta del Gobierno para incorporar a los repartidores al sistema de seguridad social, estos trabajadores ven una oportunidad importante para ser finalmente reconocidos dentro del marco legal laboral. Sin embargo, al mismo tiempo que celebraron esta iniciativa, también destacan que se deben tomar en cuenta las particularidades de su trabajo.
Uno de los aspectos más importantes para los repartidores es la flexibilidad que este tipo de empleo les ofrece. Para muchos de ellos, la posibilidad de elegir cuándo y cuántas horas trabajar, así como la libertad para combinar su labor de repartidor con otras actividades, es una de las razones principales por las que optan por este modelo laboral.
“Pues sí, los servicios de salud son necesarios. Hace poco, nosotros, con ‘Ni un Repartidor Menos, ni una Repartidora Menos’, tuvimos la posibilidad de reunirnos con el IMSS Bienestar, y se está realizando una campaña de afiliación para los compañeros, para que puedan acceder al bienestar. Sin embargo, nosotros sí estamos convencidos de que es necesaria la seguridad social para compañeros y compañeras que la necesitan. Hablamos de padres y madres solteras que necesitan esta posibilidad de tener a los niños en guarderías o escuelas, que necesitan ir poco a poco aumentando sus horarios. Entonces, nosotros sí estamos de acuerdo con la seguridad social, pero no con la subordinación”, indicó en entrevista con SinEmbargo Saúl Gómez, representante y fundador del colectivo Ni un Repartidor Menos.
El concepto de “subordinación” en el trabajo es delicado para los repartidores, según explicó Gómez, debido a que su modelo laboral se caracteriza por la flexibilidad, ya que pueden conectarse a la plataforma en el momento que deseen, sin cumplir jornadas fijas, lo que contrasta con un modelo tradicional de empleo de ocho horas, que muchos consideran incompatible con sus necesidades.
“Nosotros hemos dejado muy en claro que, a nuevas formas de trabajo, nuevas formas de organizar, regular y controlar. Obviamente, nosotros tenemos un esquema flexible de trabajo, en el cual yo me puedo conectar a la hora que yo quiera, donde yo quiera y cuando yo quiera. No tengo que cumplir jornadas obligatorias. Obviamente, con una subordinación tradicional, como la de un empleado común que trabaja 8 horas bajo un esquema de trabajo donde el patrón decide tus horarios, nosotros tendríamos algunos conflictos”, explicó Saúl Gómez.
El estudio realizado por la casa encuestadora Buendía & Marquez confirma que uno de los aspectos más valorados por los conductores y repartidores es la flexibilidad e independencia que este modelo de empleo les brinda. En el sondeo realizado a al menos 10 mil 886 conductores y repartidores de plataformas digitales que realizaron viajes o entregas en los 30 días previos, destaca que el 95 por ciento de los encuestados señaló que valoran mucho o algo la posibilidad de generar ingresos bajo sus propios términos.
La razón principal para registrarse como conductor o repartidor es, precisamente, la flexibilidad, seguida de la oportunidad para obtener ingresos adicionales.
En el último año, 1 de cada 6 personas mayores de 18 años ha considerado convertirse en conductor o repartidor a través de aplicaciones o plataformas digitales, lo que representa a cerca de 16 millones de personas, según abunda la encuesta de Buendía & Asociados, que revela el impacto creciente de estas plataformas en el país.
Los repartidores temen que la implementación de la seguridad social comprometa su flexibilidad y autonomía laboral, y que también conlleve eliminar las ventajas que tienen actualmente, como la posibilidad de trabajar en múltiples plataformas o rechazar pedidos en zonas peligrosas.
Por ejemplo, mencionan el temor de que las empresas de aplicaciones utilicen la incorporación de seguridad social como pretexto para aumentar las comisiones que les cobran a los repartidores o para establecer más controles sobre su actividad, limitando así su autonomía.
Saúl Gómez explicó que, con una regulación que no tome en cuenta sus particularidades, temen que muchos trabajadores se queden sin empleo.
El activista recordó que en el año 2022, la entonces secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, les propuso regular y dar seguridad social, pero destacó que la propuesta presentada en ese entonces podría haber dejado fuera a un gran número de trabajadores, ya que señaló que, de un universo de al menos 500 mil colaboradores en plataformas, solo 32 mil se ajustarían a los nuevos lineamientos, lo que generaría desempleo entre estudiantes, padres y madres solteros, migrantes y personas de la tercera edad.
El portavoz del grupo explicó que los repartidores, aunque muchos sí se conectan las ocho horas diarias, la mayoría operan bajo un esquema flexible que les permite conectarse y trabajar cuando lo deseen, y pueden dividir sus horas de empleo según sus necesidades. Este modelo es imperativo para muchos, incluidos padres y madres solteros, estudiantes que trabajan o incluso adultos mayores.
La encuesta de Buendía & Marquez Asociados refleja que el 60 por ciento de los conductores y repartidores son trabajadores ocasionales, es decir, dedican menos de 20 horas a la semana a esta actividad. Un 30 por ciento trabaja entre 20 y 39 horas por semana, considerándose de medio tiempo, mientras que solo el 14 por ciento lo hace a tiempo completo.
Si la regulación se impone de forma rígida, Gómez advirtió que podría ser contraproducente, ya que a nivel internacional ya hay antecedentes de ello.
Al respecto, mencionó ejemplos de empresas que han intentado implementar un modelo tradicional, como la compañía “Joker”, que ofrecía horarios y facilitaba recursos como motocicletas y espacios de trabajo, pero que terminó quebrando al no poder adaptarse a la flexibilidad necesaria en el sector.
El activista también destacó el caso de España, con la legislación “Rider”, donde de un universo de 700 mil repartidores, solo quedaron 100 mil tras la implementación de regulaciones.
En la Ciudad de México, el colectivo Ni un Repartidor Menos estima que hay aproximadamente un millón de repartidores activos: “Siempre hemos dicho que somos aproximadamente un millón de repartidores, y aunque muchos nos digan que no es cierto, asómate a las plazas y a lugares céntricos como Condesa o la Roma. Hay una base de repartidores casi en cada esquina. Ahí hay repartidores en plazas públicas, repartidores en parques, y en la zona de la Nápoles hasta hay bases de repartidores migrantes. Entonces, esas situaciones nos hacen pensar y llegar a la conclusión de que ya pasamos del millón de repartidores solamente en Ciudad de México. Obviamente, sumando a las otras cinco ciudades con más presencia, llegamos a cerca de 2.5 millones de repartidores”, indicó.
En México, Ni un Repartidor Más teme que, bajo un modelo tradicional de 8 horas, muchos repartidores, incluidos estudiantes y personas de la tercera edad, quedarían excluidos del mercado laboral.
Si las plataformas digitales se vieran obligadas a convertir a sus socios en empleados, alrededor del 60 por ciento de los conductores y repartidores dejaría de utilizar estas aplicaciones para generar ingresos. De ese porcentaje, un 33 por ciento abandonaría completamente las plataformas, un 24 por ciento buscaría otras formas de generar ingresos flexibles y un 3 por ciento optaría por un empleo tradicional, de acuerdo con el estudio demoscópico mencionado. Y es que el sondeo de Buendía & Asociados insiste que, en cuanto a la preferencia, 1 de cada 2 conductores y repartidores prefiere seguir siendo independiente.
El estudio también muestra que, para el 32 por ciento de los encuestados, las ganancias generadas a través de plataformas digitales son un complemento a sus ingresos, mientras que para el 27 por ciento, esta es su única fuente de ingresos.
Los repartidores, desde el año 2019, trabajaron primero en un “articulado” que busca regularizar el trabajo en plataformas sin perder la flexibilidad que los caracteriza. Dicho articulado, explicó Gómez, fue presentado a la Secretaría del Trabajo, la cual dudaba de la disposición de las plataformas para dialogar. No obstante, los repartidores entablaron el diálogo con empresas como Rappi, DiDi y Uber Eats desde 2019, y de ahí surgió un “decálogo de repartidores” que busca mejorar las condiciones laborales.
“Después de que se lo presentamos a la Secretaría del Trabajo, nosotros comentamos que queríamos presentárselo a las plataformas digitales. Pues la reacción de la Secretaría del Trabajo fue: ‘A ver si te reciben; no creo que te vayan a recibir o atender, pero hazlo’. Lo que la Secretaría del Trabajo no contaba es que nosotros siempre hemos trabajado en el diálogo y nos hemos enfocado en ese diálogo. Nosotros, desde 2019, hemos mantenido relaciones con las plataformas como Rappi, DiDi y, por último, Uber. Entonces, el diálogo social para nosotros siempre va por delante, y eso es algo que nos ha caracterizado. Esta misma propuesta se la presentamos a las plataformas, y ellas dijeron que sí, que podían trabajar junto con nosotros. De ahí fue donde surgió el Decálogo en una primera edición en el año 2022. Recientemente, hace unos meses, también con más grupos de repartidores, trabajamos en la segunda edición del Decálogo de Repartidores para Repartidores. Buscamos el bienestar de los compañeros. Hay más grupos que están interesados, y en este nuevo decálogo estamos sumando a la academia y también a más organizaciones de la sociedad civil. En la primera edición del Decálogo, en el año 2022, solo estaba nuestra organización. En esta otra edición, estamos sumando a más organizaciones para que puedan acompañarnos y, sobre todo, un esfuerzo bien estructurado, en donde se pone al centro a quienes estamos en las calles repartiendo”, narró Gómez.
El representante de Ni un Repartidor Menos enfatizó que su objetivo no es defender a las plataformas, sino la forma en que trabajan las y los repartidores y cómo obtienen ingresos. El Decálogo que menciona propone que cualquier regulación de seguridad social debe ser construida de manera tripartita, involucrando a trabajadores, plataformas y el gobierno.
La propuesta incluye que las plataformas absorban un 90 por ciento del costo de la seguridad social, mientras que el gobierno y los propios repartidores se encargarían del resto.
Cuestionado sobre cuál sería una propuesta que apoyarían las y los repartidores y que se adecue a su modelo de trabajo, Saúl Gómez indicó que lo que ellos proponen es contabilizar 40 horas de trabajo a partir de cada pedido, con la obligación de que las plataformas reporten estas horas al IMSS a solicitud del repartidor que desee acceder a la seguridad social.
El grupo ha llevado su propuesta a seis ciudades principales en México, buscando construir un diálogo que mejore las condiciones de trabajo. Los representantes consideran que la regulación es crucial, pero temen que, si no se atienden sus demandas de flexibilidad, muchos repartidores quedarían fuera del mercado laboral.
2307_ESTUDIO_PLATAFORMAS_DIGITALESEl gremio de repartidores y repartidoras pide al Gobierno federal y a la Presidenta una reunión para presentar el “Decálogo de repartidores”.
“Es una propuesta que hemos trabajado con diversas comunidades de repartidores y repartidoras en el cual refleja las verdaderas demandas y preocupaciones de nuestra ocupación como repartidores digitales, con el objetivo de buscar un mayor #bienestarRepa. Queremos tener un diálogo abierto, que se nos contemple como el centro del debate y que nos permita acceder a la seguridad social. Estamos convencidos de que, bajo su liderazgo, podremos avanzar hacia un modelo más justo, que proteja a los repartidores sin sacrificar la libertad y flexibilidad que son esenciales para nuestra labor”, señalaron en un pronunciamiento.
Explicaron que, a través de dicho Decálogo, buscan generar un ecosistema de bienestar para los repartidores de plataformas sin poner en riesgo su flexibilidad e independencia.
“Confiamos en que este es el momento de trabajar juntos para mejorar las condiciones de los repartidores y repartidoras. Estamos listos para colaborar y contribuir a un futuro más justo y equitativo para todos”, detalla el pronunciamiento de las y los repartidores, luego del anuncio de la Presidenta Claudia Sheinbaum sobre garantizar seguridad social para ellos.