La escritora María de Alva habló con SinEmbargo sobre su más recientes novela, una biografía novelada del poeta Pedro Garfias, perteneciente a la Generación del 27.
Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo).– Un corazón extraviado (Harper Collins), la novela de la escritora María de Alva relata la vida del poeta español Pedro Garfias, perteneciente a la Generación del 27: su paso por la Residencia de Estudiantes y amistad con los miembros de dicho grupo, su participación dentro de la guerra civil española, su exilio en México y su muerte en la ciudad de Monterrey, todo ello con el objetivo de hablar de sobre “la gente que no sale en la foto”.
“Pedro Garfias es una leyenda urbana que sí está relacionada al exilio español que hubo en la ciudad de Monterrey, pero, en realidad —hay que decirlo— él casi no vivió en Monterrey, falleció ahí por casualidad, pero en realidad él hasta los 38 años vivió en España, se viene por la guerra, por el exilio, él fue soldado durante la guerra, además de poeta, y entonces se viene a México, estuvo en la Ciudad de México mucho tiempo, un tiempo en Monterrey, en efecto, trabajó en la (Universidad) Autónoma de Nuevo León, cuando la Autónoma tenía poquito de haberse fundado, pero luego se va otra vez a Torreón, a Guadalajara, regresa a México, y luego acaba muriendo en Monterrey, en ese último viaje ya fueron como unos cinco o seis meses y falleció, pero sí está ligado como a una memoria colectiva”, comentó la autora en entrevista con SinEmbargo.
En Un corazón extraviado, María de Alva inicia con el relato de la antigua Librería Cosmos de Monterrey, desaparecida en medio del olvido y convertida en un Kentucky Fried Chicken, un lugar que ella conoció en sus mejores tiempos, en los cuales deambulaba el fantasma de un poeta español: el propio Garfias.
Cuestionada sobre un paralelismo entre los destinos de la Librería Cosmos y el de Pedro Garfias, la doctora María de Alva consideró que la figura está presente en su novela “porque justamente es la pérdida de la librería es también la pérdida del poeta, una cosa está ligada a la otra, yo creo que esas pérdidas también componen nuestra identidad, porque son cosas que hemos perdido en el camino, es la injusticia de la vida”.
“Estos poetas que se pierden con una guerra, con el exilio, no es que se hayan perdido porque eran malos poetas, que eso me parece como muy nefasta acotación de pensar que alguien no es famoso porque es malo, no, como que la gente no piensa que también es la suerte, el contacto, la gente con la que se relacionó, conoció a tal editor y si ese círculo de México no se da, esta persona se pierde, no tiene nada que ver con su calidad, y eso creo que también es importante decirlo”, compartió en la plática la autora.
De Alva explicó que Pedro Garfias fue un poeta de la Generación del 27, a la que pertenecieron Federico García Lorca y Luis Buñuel, entre otros exponentes. Dijo que a partir de la “leyenda urbana” entorno a la presencia del poeta español en la Sultana del Norte le entró curiosidad por saber más de él: por qué acabó ahí, qué fue de su vida, “y lo más sorprendente fue darme cuenta que en realidad estuvo conectadísimo con las personas más conocidas de esa época”.
“Está mencionado en las memorias de Luis Buñuel, en Mi último suspiro, en las memorias de Rafael Alverti, de La arboleda perdida; en Confieso que he vivido, de Pablo Neruda, estuvo ahí siempre pero tuvo mala suerte, la guerra, el exilio, quizás su alcoholismo, quizás fue que vagó mucho, nunca se quedó en un sólo lugar, como la mayoría de los exiliados españoles, no estuvo atado a la fundación de lo que luego fue el Colegio de México, quizás eso no le ayudó, ciertamente fue una persona perdida, no por eso menos valiosa, y justamente a mí lo que me interesaba era hablar de la gente que no sale en la foto”, expresó la doctora De Alva.
María de Alva platicó que ella conoció a Pedro Garfias a través de la música. Recordó que durante las largas distancias que recorría en carro junto a sus papás escuchaba a cantautores españoles, como Juan Manuel Serrat, Luis Alberto Aute, Víctor Manuel. “Ellos tienen muchísima poesía musicalizada de diferentes poetas, y entonces yo no sabía a esa edad que estaba oyendo poesía, de repente en la prepa y luego en la carrera me doy cuenta que eso que yo escuché de niña era poesía, yo siempre digo que yo aprendí poesía en el coche de mis papás, y de ahí fue que sale esta conexión, justamente otra conexión más con Pedro Garfias, porque resulta que esta canción de ‘Asturias’, que yo pensaba que era de Víctor Manuel resulta que es de un poeta que está enterrado en mi ciudad: Pedro Garfias”.
La doctora De Alva precisó que contrario a lo que se puede pensar, existe bastante información sobre Pedro Garfias, que sobre todo se lee en círculos académicos, además de artículos periodísticos sobre él, libros de homenajes, “en apariencia así como extraviados pero sí encuentras cosas de él, y sobre todo, hay que decirlo, que aparece mencionado por otros autores de su generación”.
“Si bien no está publicada su poesía así, a la mano, sí hay investigaciones de tesis doctoral sobre él, una de las más importantes se hizo en la Complutense de Madrid, que a mí me sirvió mucho, es un texto de mil páginas, tiene toda su obra y toda su vida. Sí hay, pero, claro, una tesis doctoral se lee en grupos minúsculos, no tiene ninguna difusión”, indicó.
Y puntualizó: “Yo no necesariamente es que diga ‘vamos a reivindicarlo’, yo quise contar una historia de cómo se construye ese fracaso, ese anonimato, esa pérdida, porque siento que en ese olvido está también una de las cosa más fundamentales de nuestra humanidad, que se finca en esta inutilidad muchas veces de la vida, en la que vamos perdiendo cosas en el camino, se pierde la librería, se pierde el poeta, y es parte del transcurso de la vida, pero también es parte de que no sabemos apreciar lo que está por ahí”.