Alentado por la aceleración de la vacunación contra la COVID-19 y la disminución de las muertes, el crecimiento económico regional podría ser del 6.3 por ciento en 2021, insuficiente para revertir completamente la contracción del 6.7 por ciento del 2020, dijo el BM.
Por Gisela Salomon
MIAMI (AP) — Las secuelas de la pandemia de coronavirus llevarán años en desaparecer en Latinoamérica y el Caribe, y la región perderá otra década si no implementa de manera urgente reformas que impulsen el crecimiento y reduzcan las tensiones sociales, advirtió el miércoles el Banco Mundial.
“Necesitamos ritmos de crecimiento por encima de los previstos en la década pasada para ayudar a que el impacto social y económico se revierta más rápido”, expresó William Maloney, economista jefe del BM al presentar un informe de medio año de la organización financiera. “La buena noticia es que se pueden hacer cambios que permitan acelerar el crecimiento, pero dado los costos de enfrentar la pandemia, tenemos que hacerlo dentro de un contexto de recursos fiscales reducidos”, explicó.
El reporte económico “Recobrar el crecimiento: Reconstruyendo economías dinámicas pos-COVID con restricciones presupuestarias” fue difundido en momentos en que la región continúa siendo el epicentro mundial de la pandemia, en medio de persistentes críticas de los gobiernos y de la Organización Panamericana de la Salud por la falta de acceso equitativo a las vacunas.
Global growth is set to reach 5.6% in 2021—the strongest post-recession pace in 80 years. But the recovery is expected to be highly uneven.
To learn about how we can achieve an inclusive economic growth, join us on October 11th, 12:00 PM EDT https://t.co/guWdvbqKjj #Growth4All pic.twitter.com/4F9aVhSpjH
— World Bank (@WorldBank) October 6, 2021
Sólo el 37 de la población está completamente vacunada en Latinoamérica y el Caribe.
Teniendo en cuenta la vigorosa recuperación de los principales socios económicos de la región, las bajas tasas pasivas de interés mundial y las buenas perspectivas para los productos primarios, era de esperar que las tasas de crecimiento fueron un 1.5 por ciento más altas, explicó la institución financiera con sede en Washington.
Las previsiones de crecimiento caen por debajo del 3 por ciento para 2022 y 2023, del 2.8 por ciento y 2.6 por ciento respectivamente, y no alcanzarían para reactivar la economía y reducir la pobreza, según el banco.
Aunque no del todo positivas, las previsiones del BM son mejores que las de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL), que recientemente actualizó sus proyecciones de crecimiento regional de este año a 5.9 por ciento, con una desaceleración al 2.9 por ciento en 2022.
En su informe, el BM asegura que “la crisis de COVID-19 se sumó a otra “década perdida” de bajo crecimiento, lo que sugiere problemas estructurales más profundos”.
Economistas coinciden en que los problemas estructurales, que se profundizaron aún más con la pandemia, han limitado por décadas el crecimiento económico de la región.
Antes de la COVID-19 Latinoamérica venía ya con una trayectoria hacia el estancamiento: entre 2014 y 2019 creció a una tasa promedio del 0.3 por ciento, menor al promedio del 0.9 por ciento registrado en los años de la Primera Guerra Mundial, y al del 1.3 por ciento de la Gran Depresión, de acuerdo con CEPAL.
En 2019 el crecimiento fue de sólo un 0.8 por ciento, y cayó a un 6.7 por ciento en 2020, según el BM.
El banco asegura que la región debe implementar “de manera urgente reformas muy postergadas aunque viables” en los sectores de la infraestructura, salud, educación, política energética e innovación, y además encarar los desafíos del cambio climático.
Esa recuperación, sin embargo, enfrenta obstáculos, entre ellos un posible resurgimiento del virus, la persistencia de presiones inflacionarias, el elevado nivel de endeudamiento empresario y el creciente déficit y endeudamiento público.
Por eso, dijo Maloney, es necesario replantear las prioridades del gasto público, hacerlo también más eficiente y potenciar los ingresos.
A nivel país, el BM prevé que la economía de Perú —una de las más castigadas en 2020 con una contracción del 11.1 por ciento— será la que más crezca en 2021 en Latinoamérica, un 11.3 por ciento, aunque podría contraerse nuevamente a una tasa del 3.2 por ciento en 2022. Chile, cuyo PBI retrocedió un 5.8 por ciento en 2020, podría crecer un 10.6 por ciento en 2021 y un 2.4 por ciento en 2022; y Panamá, cuya actividad se contrajo un 17.9 por ciento en 2020, crecería un 9.9 por ciento en 2021 y un 7.5 por ciento en 2022.
Tras un retroceso económico del 8.3 por ciento en 2020, la actividad económica de México se aceleraría a un 5.7 por ciento en 2021 y volvería a achicarse al 3 por ciento en 2022. Brasil, cuya economía se achicó un 4.1 por ciento en 2020, reactivaría su actividad a un 5.3 por ciento este año, aunque el BM prevé que volvería a contraerse a un 1.7 por ciento en 2022.
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De toda Latinoamérica, la economía que menos crecería este año sería la de Ecuador, un 3 por ciento, de acuerdo con las previsiones del BM. Guyana, en tanto, es el país que tendría más crecimiento en toda la región este año, un 21.2 por ciento, pero sería poco menos de la mitad del 43.5 que tuvo en 2020.
En el Caribe, donde el turismo es el motor de las actividades, hay países cuyas economías aún seguirán en negativo, como la de San Vicente y Las Granadinas, con una contracción del 6.1 por ciento previsto para 2021.