Economía

De Pemex a “Pandora”

Los grandes contratistas del sexenio de Calderón y Fox tienen fortunas en paraísos

06/10/2021 - 1:30 pm

Amado Yáñez Osuna, Ramiro Garza Vargas, Fabián Narváez Tovar y los fundadores del consorcio Blue Marine -Antonio Juan Marcos Issa y los hermanos Juan y Alfredo Reynoso Durand- constituyeron estructuras offshore para comprar yates o propiedades, ya que “no es ilegal”. Pese a las históricas denuncias del saqueo a Pemex, al menos Blue Marine y Grupo R siguieron recibiendo contratos en la Administración de López Obrador.

Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo).– Los dueños de cuatro de los grandes proveedores que hicieron negocios por miles de millones de pesos con Petróleos Mexicanos (Pemex) en los sexenios de Vicente Fox Quesada y de Felipe Calderón Hinojosa, aparecen en los “Pandora Papers” o “Papeles de Pandora” “con estructuras utilizadas para comprar yates, resguardar sus ahorros o invertir en bienes raíces”, dice esta mañana el diario español El País, en textos firmados por Zorayda Gallegos y Georgina Zerega.

La investigación de estas periodistas señala en primer lugar al dueño de Oceanografía, Amado Yáñez Osuna, quien creó una empresa para comprarse un lujoso yate en 2012, tras alcanzar su auge empresarial en México. Además recalcaron que esta empresa fue protagonista de “uno de los casos de fraude más grandes en México”.

Oceanografía fue fundada por el padre de Amado Yañez en 1968 y “aprovechó” el auge petrolero en el sureste del país entre los sexenios de Fox (2000-2006) y de Calderon (2006-2012) al afianzarse como una de las principales proveedoras de Pemex.

“Tras el descubrimiento de Cantarell—el yacimiento que fue durante más de dos décadas el principal proveedor de crudo del país—, la compañía se convirtió en pionera en el aprovechamiento del mercado petrolero abierto. Con oficinas centrales en Ciudad del Carmen, el epicentro petrolero en México localizado en Campeche, la firma llegó a contar con instalaciones en Tabasco y Veracruz y a tener en nómina a 11 mil empleados”, exponen Gallegos y Zerega en su reportaje para El País.

Sin embargo, recalcan que el declive de dicha empresa comenzó en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018). Fue el 23 de mayo de 2012 cuando Amado Yáñez acudió al despacho Trident Trust para que sus agentes lo ayudaran a crear una empresa en Islas Vírgenes Británicas, por lo que se registró la estructura Cavallino Di Mare LTD, en la que él quedó como único dueño y Leonardo Olavarrieta Tinaco —director adjunto de Oceanografía— fue nombrado apoderado. El País añadió que los fondos de la sociedad provenían de las acciones transferidas como pago de una deuda.

Los contratistas que salieron en los Pandora Papers tuvieron auge entre los sexenios panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón. Foto: Cuartoscuro.

Después, el 1 de junio de 2012 la empresa adquirió un “yate de placer” llamado Cavallino di Mare, construido en Italia y de una extensión de 19 metros de eslora por 5 metros de manga máxima. “Esta maniobra le permitió resguardar la embarcación sin que su nombre apareciera como propietario del bien”. Durante ese mismo mes Oceanografía firmó un contrato de 309.3 millones de pesos con Pemex para apoyar en la perforación de pozos y brindar mantenimiento a las plataformas apostadas en el Golfo de México.

En 2013 el órgano interno de control detectó que la empresa había entregado cartas de fianza por debajo del mínimo requerido en nueve contratos. El 11 de febrero de 2014, finalmente, la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó a la compañía por 21 meses y la multó con 24 millones de pesos. Dos semanas después la entonces Procuraduría General de la República (PGR) tomó las instalaciones de la empresa ubicada en Campeche, la cual quedó bajo resguardo de la autoridad, por un fraude cometido en perjuicio de Banamex (ahora nombrado Citibanamex).

El medio español recordó que sólo horas más tarde Citi Group dio a conocer que su subsidiaria Banamex había otorgado un crédito a Oceanografía por alrededor de 585 millones de dólares respaldado por cuentas por cobrar a Pemex. Sin embargo, tras una revisión descubrieron que muchas de las facturas que presentó la empresa eran falsas. En octubre de 2014, Yáñez Osuna fue arrestado y encarcelado. Un mes después el yate fue puesto en venta mientras que en Campeche, cientos de trabajadores seguían reclamando el pago de sus salarios y otras prestaciones.

Zorayda Gallegos y Georgina Zerega revelaron que, según un archivo de Trident Trust fechado en octubre de 2015, los nuevos dueños del Cavallino di Mare fueron los empresarios Rodrigo Madero Covarrubias y Mario Ganon Lugardo, con domicilio en San Antonio, Texas; y Jaime García García, con dirección en San Pedro Garza, Nuevo León.

“En el mismo documento se especifica que Yáñez Osuna ha sido dado de baja como miembro y director de la compañía. La transacción se concretó meses antes de que Oceanografía fuera declarada en quiebra. En abril de 2017 Amado Yáñez fue liberado para llevar el proceso judicial en libertad tras pagar una fianza y 10 meses después un Juez ordenó devolver la naviera a su dueño”.

Estas empresas tuvieron contratos millonarios con Pemex. Foto: Cuartoscuro.

El País agregó que como respuesta a un cuestionario enviado para esta investigación, el apoderado legal de Oceanografía, Jorge Betancourt Méndez, explicó que la empresa opaca se creó sólo para adquirir el yate que tuvo un costo de 1.6 millones de euros y que es el único activo que posee.

“La embarcación se construyó en la Comunidad Europea, por lo que el registro tanto de la propiedad como el abanderamiento se realizó en Islas Vírgenes Británicas debido a que las pruebas y navegación en aguas europeas son necesarias para la entrega del barco”, se lee en el diario al mismo tiempo que explicó que el yate de lujo fue importado para que navegue en aguas nacionales. “En este caso se pagaron todas las obligaciones legales y financieras, de acuerdo a ley aduanera y marítima de México”, señaló al medio español.

FABÍAN NARVÁEZ TOVAR

Las autoras de este reportaje sobre Pemex señalaron además que los “Papeles de Pandora” focalizan también a seis empresas en paraísos fiscales vinculadas a Fabián Narváez Tovar, empresario aliado de Amado Yáñez y director de dos compañías señaladas por pagar la nómina a los empleados de Oceanografía. Sin embargo, de estas seis, la mitad de estas sociedades offshore -establecidas entre 2010 y 2018 para diversos fines como la compra de propiedades y la gestión de inversiones- ya habían sido señaladas en 2016 en el marco de los “Papeles de Panamá“.

El diario español recordó que entre 2011 y 2014 —después de registrar Fasana Corp, con la que compró un departamento en Miami— Narváez Tovar creó en Florida empresas espejo a la establecida en el paraíso fiscal y a la mexicana Grupo Impulsor del Sur SA de CV (Grimsur).

Grimsur, una firma constituida en 2007 en Ciudad del Carmen, era una de las empresas encargadas de pagar la nómina de más de 4 mil empleados de Oceanografía, expone El País.

“La firma de Narváez Tovar, al igual que otras empresas que eran subcontratadas por la naviera, simulaban los pagos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y al Fondo Nacional de Vivienda (Infonavit). Esta maniobra le permitió a la naviera esquivar sus obligaciones fiscales”, agrega la investigación.

En febrero de 2014, Grimsur fue declarada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como una compañía que simulaba sus operaciones y fue incluida en los listados de empresas fantasma, y sólo tres meses después Narváez Tovar buscó la ayuda de un despacho para constituir dos firmas en Islas Vírgenes Británicas, en las que él figuró como único accionista y director.

Oceanografía, Grimsur, Grupo R y Blue Marine están involucradas en estructuras offshore que se revelaron en los Papeles de Pandora. Foto: Cuartoscuro.

Las compañías a las que denominó CR 702 Holding Assets Ltd y PB 1803 Asset Holding Ltd -añaden las reporteras Gallegos y Zerega- fueron creadas en mayo de 2014 con el propósito de adquirir propiedades residenciales y otras inversiones en Florida, pero, tal como revelan los “Papeles de Pandora”, “la empresa no tiene ningún activo y no se dedica a ningún negocio u operación”. En febrero de 2018, cuando cambió de agente registrado, el empresario señaló que los fondos de sus dos entidades provenían de su sueldo como gerente de Administradores Navieros del Golfo.

Cabe recordar que Navaéz Tovar está ligado al menos a siete empresas en México, y aunque estas no obtuvieron contratos directamente de Pemex, “algunas de sus firmas —como Gimsur y Administradores Navieros del Golfo— prestaron servicios de gestión de embarcaciones, administración de personal y operación de plataformas petroleras a empresas contratistas de Pemex como Oceanografía”.

El País señaló que otra de las empresas de Narváez Tovar que sale a la luz como parte de los “Papeles de Pandora” es Dreema Holdings Limited, creada el 31 de octubre de 2018 con el propósito de adquirir un buque de 7.4 millones de dólares que pertenecía a Toisa Limited, una naviera del magnate griego Gregory Callimanopulos.

“El buque, que es similar al que aparece en la flota que muestra Administradores Navieros del Golfo en su web, está destinado a realizar operaciones marinas en la industria del petróleo y el gas. El origen del dinero con el que se adquirió el bien es un crédito con el CI Banco. Unos meses antes de crear Dreema Holdings, la mexicana Administradores Navieros del Golfo firmó un contrato con Pemex por 6.2 millones de dólares para el servicio de transporte de materiales, equipos y líquidos”, sostiene el medio español.

RAMIRO GARCÍA VARGAS

José Ramiro Garza Vargas, presidente de Grupo R e hijo de Ramiro Garza Cantú (fundador del conglomerado dedicado al sector energético) y conocido como “el gran contratista de Pemex”, también en los “Papeles de Pandora” al ser propietario de dos compañías radicadas en el paraíso fiscal de Guernsey, una isla del canal de la Mancha bajo jurisdicción de la corona británica.

La investigación de Zorayda Gallegos y Georgina Zerega mostró que la sociedad Thornby Limited fue creada para comprar un yate de ocio de 3.1 millones de dólares, mientras que Gabriela Marine Limited fue abierta para adquirir otro de 314 mil dólares, en las que Garza Vargas es el único beneficiario de las entidades creadas en 23 de enero de 2001 a través del despacho Trident, y con fondos provenientes de “salarios y beneficios de la empresa” radicada en México.

El País declaró que de acuerdo con un portavoz del empresario ha confirmado que las dos sociedades continúan activas, pero afirmó que ya no tiene el yate registrado por Thornby Limited.

Al menos dos de los cuatro contratistas que se exponen en los “Papeles de Pandora” tuvieron movimientos en paraísos fiscales en el sexenio de Peña Nieto. Foto: Cuartoscuro.

“Fue vendido recientemente a 150 mil dólares debido a que sufrió daños por un huracán”, dijo el portavoz al medio, a quien también explicó que las dos entidades fueron reportadas a las autoridades fiscales mexicanas y que los yates no estaban a nombre de Garza Vargas porque “en 2001, cuando se adquirieron, era la forma más simple de tener su propiedad”.

Grupo R, fundado en la década de 1970, es considerado uno de los “proveedores estrellas” de la petrolera nacional. Sólo entre 2003 y 2019 se llevó más de 80 mil millones de pesos en contratos por medio de cinco subsidiarias.

El diario español también recordó que padre e hijo – Garza Cantú y Garza Vargas- ya habían aparecido en los “Papeles de Panamá”, en ese entonces por una compañía radicada en Andorra que tenía capital en otros cuatro paraísos fiscales.

EL CASO BLUE MARINE

El último proveedores de Pemex señalado en los Pandora Papers es Blue Marine, un consorcio creado en 1998 por Antonio Juan Marcos Issa y los hermanos Juan y Alfredo Reynoso Durand, grupo que ha obtenido unos 9 mil 200 millones de pesos en contratos a través de seis subsidiarias en las últimas dos décadas.

La investigación del medio español recalca que los tres empresarios aparecen ligados en total a cinco estructuras opacas. “Juan y Alfredo Reynoso Durand son beneficiarios de Lichter Trust, un fideicomiso familiar creado en mayo de 2002 en Islas Vírgenes Británicas. Ambos aparecen ligados, además, junto con Juan Marcos Issa, a Blue Marine Offshore Ltd., una compañía creada originalmente en Islas Vírgenes Británicas, pero relocalizada en Panamá en noviembre de 2016. Esa empresa estaba vinculada a tres cuentas bancarias en México y Suiza, que utilizaban para realizar inversiones, manejar las finanzas de las empresas y gastos personales, como un pago de 450 mil dólares a la galería de arte Carles Taché, en Barcelona”.

Además, Juan Reynoso Durand y su esposa, Ana Sofía Juan Marcos Cavazos, son propietarios de una empresa radicada en Islas Vírgenes Británicas bajo el nombre de Durand Inmobilere Inc. Según un documento del despacho panameño Alemán, Cordero, Galindo & Lee (Alcogal), al que tuvo acceso El País, detalla que la compañía se dedica al negocio de bienes raíces y los fondos proceden de “la actividad de los accionistas”. Según explica, la profesión de él es gestor de activos, mientras que ella es ama de casa. Cada uno es beneficiario en un 50 por ciento de las acciones de la empresa y ambos fueron directores de la entidad entre septiembre de 2009 y agosto de 2014.

Las periodistas consultaron a los hermanos Reynoso Durand sobre estas offshore, quienes defendieron se trata de una herramienta “perfectamente legal” y que siempre reportaron las estructuras ante las autoridades fiscales correspondientes. “Todas las operaciones comerciales en las que nuestras empresas han participado son lícitas, transparentes y están registradas ante las distintas instancias legales […] Lo hicimos respetando las legislaciones y normatividad aplicables, con fines estrictamente administrativos, cumpliendo por tanto con la legislación de nuestro país y del extranjero”, respondieron en un comunicado conjunto dirigido a El País.

Tanto Grupo R como Blue Marine continúan activos en su relación con Pemex, pese a las denuncias de saqueos que ha hecho el propio López Obrador. Foto: Cuartoscuro.

La investigación recuerda que el caso Blue Marine lleva al menos una década de discusión en México. El consorcio ha recibido a lo largo de los últimos años múltiples señalamientos de fraude y colusión con el poder político. Hasta el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha denunciado la relación preferencial que tenía la paraestatal con esta sociedad.

En ese sentido, gran parte del dinero que recibió el consorcio de la petrolera fue por arrendamientos de buques. Una de esas operaciones -se lee en la publicación del medio español- por el arrendamiento de cuatro buques en 2006, presentó irregularidades que terminaron siendo investigadas por la Función Pública en 2014. La dependencia inhabilitó por esa contratación a 14 funcionarios por considerar que “manipularon la licitación y contrataron con sobreprecio”.

Uno de los escándalos más grandes que tuvo Blue Marine en su relación con Pemex fue el incendio en septiembre de 2016 de un buque que la empresa había rentado a la petrolera. La paraestatal se hizo cargo de los millonarios daños económicos, lo que levantó ampollas entre la oposición. Menos de un año después de la quema de la embarcación, el grupo empresarial consolidó su expansión y se convirtió en el Grupo Industrial Durandco, según detalla su sitio web. Blue Marine Offshore Ltd. a su vez autorizó el pago de dividendos sobre las millonarias ganancias acumuladas. Ese año, Juan Marcos Issa se llevó 6,6 millones de dólares, Juan Reynoso unos 12 millones, y su hermano Alfredo, unos 8 millones.

Los hermanos salieron ese año de Blue Marine Offshore Ltd. y dejaron a Juan Marcos Issa como único beneficiario. En la filtración aparecen otras tres empresas, Rendor Overseas SA en Panamá, Dyad Portfolio Ltd. y Almond Blossom en Islas Vírgenes Británicas, en las que Juan Marcos Issa aparece como único accionista. Las dos últimas fueron utilizadas para manejar una sociedad en Países Bajos, Calvi Shipping, que prestó 28.5 millones de dólares a Oceanografía, de Amado Yáñez, y manejó millones de dólares de las filiales mexicanas de Blue Marine. En junio de 2018, el despacho que manejaba todas las entidades emitió una alerta interna, registrada en una serie de correos, en los que pedían monitorear a Juan Reynoso Durand por acusaciones de lavado de dinero y solicitó no brindarle el servicio para abrir nuevas sociedades.

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