La artista norteamericana ha sido durante dos décadas líder de la banda Dead Sara y ha sido relacionada en más de una ocasión con la iglesia de la cienciología.
Por Sergio Murillo
Ciudad de México, 6 de septiembre (AS México).- Siete años han pasado desde que Chester Bennington se quitase la vida. El líder de Linkin Park, una de las principales figuras del rock norteamericano de principios de los “dosmil”, fue hallado sin vida en su apartamento de Palos Verdes (Los Ángeles), confirmando después el suceso Mike Shinoda, otro de los vocalistas de la banda y guitarrista. Desde entonces el grupo se ha mantenido al margen de la industria, reeditando antiguas canciones y desaparecido de los escenarios. Hasta ahora.
Linkin Park ha anunciado un nuevo álbum (From Zero), gira mundial, nuevo batería (Colin Brittain) y nueva cantante —heredera natural del rol de Bennington—: Emily Armstrong. Lo cierto es que la artista ya ha puesto voz a la primera canción de la nueva etapa del grupo. Ha sido en The Emptiness Machine, tema con el que, oficialmente, la banda pone fin a los siete años de silencio creativo.
La huella de Armstrong es el factor diferencial del tema y la prueba de que un giro de 180 grados no termina con la esencia del grupo, sino que la renueva. Aunque la apuesta por la artista norteamericana es arriesgada —no tanto por su calidad musical, sino por la difícil tarea de asumir el papel que antes ocupaba Bennington—, la realidad es que el currículum de la cantante respalda con creces la decisión del grupo.
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Emily nació en Los Ángeles un 6 de mayo de 1986 y, desde niña, comenzó a tocar la guitarra y escribir canciones. Dominada por uno de esos impulsos creativos, que, si bien peligrosos, tanto marcan los primeros destellos de las estrellas, abandonó la escuela secundaria y decidió embarcar hacia la música. Apenas era una adolescente. Su relación con los pentagramas no es trivial. Según confesó a El Paso Times allá por 2012, la música era, simple y llanamente, lo único que le ataba a estar viva.
Fue en 2002 cuando comenzó a subirse a los escenarios. Tocaba con Siouxsie Medley, una guitarrista a quien conoció por un amigo en común y con quien compartía gustos musicales; y así, bajo la influencia de Nirvana y Led Zeppelin, de Joni Mitchell y Stevie NIcks, dieron rienda suelta al lápiz y a las cuerdas. Su estilo se encaminaba hacia afinaciones abiertas y comenzó a fijarse en clásicos como Janis Joplin o Iggy Pop. No lo sabían, pero estaba gestándose su primer grupo: Dead Sara.
El primer concierto de la banda, todavía bajo el nombre de Epiphany, fue en un club nocturno de Los Ángeles. Marcaba el calendario el año 2005. Dos años después vendría la primera gira, y en 2010 consiguieron fundar un sello independiente, bajo el cual lanzaron su álbum debut, Dead Sara, con el que, además, bautizaron al conjunto. Poco a poco fueron ganándose un nombre en el rock independiente; en 2015 publicaron su segundo álbum de estudio, Pleasure to Meet You, y en 2021 salió el tercero, Ain’t It Tragic. Después llegaría la llamada de Linkin Park.
Waiting for the End. pic.twitter.com/WBpOd4Tnxo
— LINKIN PARK (@linkinpark) September 5, 2024
Fue en 2002 cuando comenzó a subirse a los escenarios. Tocaba con Siouxsie Medley, una guitarrista a quien conoció por un amigo en común y con quien compartía gustos musicales; y así, bajo la influencia de Nirvana y Led Zeppelin, de Joni Mitchell y Stevie NIcks, dieron rienda suelta al lápiz y a las cuerdas. Su estilo se encaminaba hacia afinaciones abiertas y comenzó a fijarse en clásicos como Janis Joplin o Iggy Pop. No lo sabían, pero estaba gestándose su primer grupo: Dead Sara.
El primer concierto de la banda, todavía bajo el nombre de Epiphany, fue en un club nocturno de Los Ángeles. Marcaba el calendario el año 2005. Dos años después vendría la primera gira, y en 2010 consiguieron fundar un sello independiente, bajo el cual lanzaron su álbum debut, Dead Sara, con el que, además, bautizaron al conjunto. Poco a poco fueron ganándose un nombre en el rock independiente; en 2015 publicaron su segundo álbum de estudio, Pleasure to Meet You, y en 2021 salió el tercero, Ain’t It Tragic. Después llegaría la llamada de Linkin Park.
Poco se sabe de su vida privada. Más allá del plano musical, cuyas raíces son fuertes incluso en el aspecto más íntimo de la cantante, se ha vinculado a Armstrong a la Iglesia de la cienciología, un grupo de entidades corporativas que suele ser descrito como secta y que cuenta con ilustres seguidores en la más alta cumbre social norteamericana, tales como Tom Cruise o John Travolta.
