La sede de la CNDH fue tomada el jueves por los familiares de víctimas, pero el viernes una veintena de feministas llegaron al lugar para hacer suyas las demandas y se apostaron en el lugar en el que dijeron se mantendrán por tiempo indefinido.
Ciudad de México, 6 de septiembre (SinEmbargo).- Integrantes de colectivos feministas y familiares de víctimas cambiaron el nombre de las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para convertir en un refugio de mujeres víctimas de violencia en el país.
Ahora, señalaron las activistas, se llamará “Casa de Refugio Ni Una Menos México”.
“Ya no es Derechos Humanos, ya es nuestra propiedad, no la vamos a entregar, es un okupa para las víctimas”, gritó Yesenia Zamudio, madre de María de Jesús, quien fue víctima de feminicidio en 2016.
Las activistas y familiares de víctimas suman tres días de toma de las instalaciones del edificio de la CNDH, ubicado en la calle República de Cuba, número 60.
“Aquí van a vivir madres de víctimas que tienen niños huérfanos y que no tienen dónde vivir, esta será su casa. No lo vamos a entregar, no hay negociación y que le hagan como quieren”, añadió Zamudio.
La madre de María de Jesús alertó que defenderán la toma de edificio, incluso si policías aciden a las instalaciones.
“Si viene la policía nos vamos a defender, así, a ese grado. Ni se les ocurra mandar a los policías hombres, ahí sí nos vamos a poner bien locas, si de por sí Rosario Piedra dice que somos terroristas, pues que no se exponga porque ya nos la creímos”, aseveró.
De acuerdo con las activistas, al menos 15 familias ya ocupan el edificio.
“Ahí decía Comisión Nacional de Derechos Humanos, ellos nos debían defender y no nos defienden; cómo es posible que víctimas vengar a pedir apoyo a víctimas, ¿dónde están las instituciones que están para defendernos?”, gritó otra activista durante la colocación de la manta con el nuevo nombre del edificio.
La sede de la CNDH fue tomada el jueves por los familiares de víctimas, pero el viernes una veintena de feministas llegaron al lugar para hacer suyas las demandas y se apostaron en el lugar en el que dijeron se mantendrán por tiempo indefinido.
Este sábado tanto las feministas como las madres de víctimas que ocuparon las instalaciones arrojaron documentos y mobiliario a la calle que después quemaron, además de exhibir comida que encontraron en el edificio, principalmente cortes de carne, algo que dijeron que es contradictorio ya que la CNDH les ha dicho que no cuenta con recursos para apoyarlas.
También este sábado, Marcela Alemán, madre de una niña agredida sexualmente en 2017 en San Luis Potosí, y Silvia Castillo, madre de un joven asesinado en la misma entidad en 2019, abandonaron la protesta ya que dijeron a medios que la CNDH comenzaría a atender sus peticiones.
Mediante un comunicado, la CNDH recordó este sábado que el 2 de septiembre la presidenta del organismo, Rosario Piedra Ibarra, atendió una petición de audiencia de 18 personas víctimas de diversas violaciones a derechos humanos que permanecían en el plantón.
Dijo que de ese grupo dos personas se quedaron en las instalaciones hasta que se cumplieran sus demandas.
La CNDH recordó que el jueves los colectivos denominados “Frente Nacional Ni una Menos México” y “Aequuus, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos” llegaron a las instalaciones y entregaron un pliego petitorio dirigido al Gobierno federal.
Ante esos acontecimientos, la CNDH dijo que “ha estado buscando el diálogo con ellos y ellas sin resultados” por lo que reiteró su disposición e invitó a las representantes de esta lucha “a iniciar cuanto antes un diálogo constructivo y respetuoso, al que podrían sumarse representantes del Gobierno federal para encontrar juntos los mejores caminos de solución”.
La CNDH indicó a las manifestante que las instalaciones, hoy clausuradas, “no son oficinas burocráticas, sino son centros de recepción y atención de quejas para defender los derechos humanos”.
-Con información de EFE.