Ciudad de México, 6 de septiembre (SinEmbargo).- En la década de los sesenta Francisco Toledo y Octavio Paz coincidieron en París. Compartían el gusto por el arte, el cine y la literatura, pero también el amor por una pintora italiana, lo cual los alejaría eventualmente.
De acuerdo con El Imparcial de Oaxaca, el libro Se busca un alma, de la escritora Angélica Abelleyra, revela que la artista Bona Tibertelli, quien planeaba casarse con Paz, se habría enamorado de Toledo.
“Era sobre todo una mujer libre. Se había separado de André [poeta francés] y planeaba casarse con Paz. Estaba con él y, de repente, llegué yo por casualidad. Tenía apenas 20 años; ella, 35. ¿Qué se puede esperar de un muchachito de esa edad? De madurez, nada”, explica Toledo en un fragmento del libro.
La autora relata que durante 1965 Toledo vivió con Bona, en Juchitán. Después el romance se enfrió y ambos se volvieron grandes amigos.
UNA INSPIRACIÓN PARA TOLEDO
El diario oaxaqueño también explica que el pintor viajó a Londres, Venecia, Ámsterdam y otras ciudades europeas con el escritor, lo cual “abonó a que su visión artística se enriqueciera”.
“Me sugería lecturas. Cuando me invitaba a cenar a su casa, mientras la comida se calentaba, leía en voz alta, a todos los presentes y, luego, reflexionaba sobre esas lecturas […] En cierto modo para mí fue un guía, era muy fraternal, me daba consejos, me decía: ‘Toledo camine derecho’, pero nunca lo hice, ahora menos”, rememoraba Toledo.
Cuando Paz dejó París, el artista perdió contacto con él, pero años después se volvieron a comunicar para colaborar en la revista El Alcaraván.
Según la revista Forbes, Paz le habría dedicado al pintor oaxaqueño un poema del portugués Fernando Pessoa por ser “la mejor descripción de Toledo”. Este es el fragmento:
“El río de mi pueblo”
…El Tajo desciende de España.
Y el Tajo entra en el mar en Portugal.
Eso todos lo sabemos.
Pero pocos saben cuál es el río de mi pueblo.
Y hacia dónde va.
Y de dónde viene.Y por eso, porque pertenece a menos gente, es más libre y más ancho el río de mi pueblo.