Las recientes crisis en las economías de Argentina, Turquía, Irán y Venezuela podrían afectar el sistema financiero mundial, como sucedió en la década de 1990, cuando varias naciones asiáticas requirieron rescates financieros.
Especialistas señalan que la volatilidad en los mercados emergentes es la más alta desde la crisis de hace una década, que puso en evidencia cómo los problemas en una parte del mundo pueden repercutir en la economía mundial.
A ello se suma el temor de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, mismo que contribuye al panorama sombrío en los mercados emergentes.
LONDRES, 6 de septiembre (AP) — Las familias argentinas hacen frente a una inflación del 30 por ciento. Las empresas en Turquía podrían irse a la quiebra debido a sus crecientes deudas. Y los inversionistas que apostaron a los mercados emergentes sufrirán grandes pérdidas este año.
Muchas naciones en desarrollo están siendo sacudidas por una agitación financiera en momentos en que los inversionistas sopesan el impacto de las crecientes tasas de interés y las disputas comerciales en estas economías de rápido crecimiento, pero a menudo frágiles.
El rial, la moneda de Irán, alcanzó un récord de depreciación esta semana mientras que la moneda de Venezuela ha perdido prácticamente todo su valor debido a que la profunda crisis económica del país ha detonado uno de los peores casos de hiperinflación jamás vistos.
El temor es que las grandes pérdidas que puedan sufrir algunos mercados en desarrollo afecten el sistema financiero mundial, como ha sucedido en el pasado, en particular a fines de la década de 1990, cuando varias naciones asiáticas requirieron rescates financieros.
Según especialistas de Ashmore Investment Management, la volatilidad de los mercados emergentes es la más alta desde la crisis de hace una década, que puso en evidencia cómo los problemas en una parte del mundo pueden repercutir en la economía mundial.
A continuación, un vistazo a las causas y las posibles consecuencias de la actual agitación en los mercados emergentes:
LA RAÍZ DEL PROBLEMA
Se considera que la principal razón de la inquietud en los mercados emergentes es la decisión de la Reserva Federal de subir de a poco las tasas de interés.
El banco central estadounidense subió su principal tasa en junio a entre un 1.75 por ciento y un 2 por ciento, y se esperan nuevos incrementos. Las tasas de interés en Estados Unidos estuvieron casi en cero por casi una década, alentando a los inversionistas a comprar bienes o prestar dinero en los mercados emergentes, en la esperanza de conseguir grandes dividendos.
Los aumentos en las tasas de interés de la Fed hacen que algunos bienes estadounidenses resulten más atractivos, ante lo cual los inversionistas están retirando dinero de los mercados emergentes.
Esto sacó a la luz las vulnerabilidades de algunas naciones. Argentina y Turquía son considerados dos de los países más expuestos debido a una cantidad de factores. El peso argentino perdió más de la mitad de su valor este año y casi lo mismo sucedió con la lira turca.
“Cuando surgen problemas, tratas de ver cuáles son los países más comprometidos”, dijo Evghenia Slepsova, economista de Oxford Economics. “Argentina y Turquía son dos de las economías con los peores desequilibrios”.
LA FUERZA DEL DÓLAR
El incremento en las tasas de interés estadounidenses fortalece al dólar, que aumentó un 3.3 por ciento este año en relación con una serie de divisas. En casos como el del peso argentino, el aumento fue sustancial.
El incremento del dólar hace que la deuda contraída en esa moneda sea más costosa. Esa es la situación que enfrentan países como Argentina y Turquía.
Las devaluaciones de las divisas locales hacen asimismo que los inversionistas extranjeros huyan de las acciones y los bonos de los mercados emergentes. El índice MSCI de Mercados Emergentes bajó un 15 por ciento este año. La retirada de los inversionistas extranjeros agrava los problemas de las divisas y aumenta las presiones para que los bancos centrales suban sus tasas de interés, lo que a su vez complica el crecimiento.
Los bancos centrales de Turquía, Indonesia y la India aumentaron su tasa de interés básica en parte para subir las ganancias de los inversionistas extranjeros y renovar la confianza. Argentina subió la semana pasada su principal tasa 15 puntos porcentuales a 60 por ciento, en un esfuerzo desesperado por frenar la caída del peso después de que el Presidente Mauricio Macri anunció que el país usará por adelantado un préstamo de 50 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional. El lunes Macri anunció nuevos impuestos y la eliminación de varios ministerios en un esfuerzo por aliviar la situación.
El futuro de las economías de estas naciones -y el posible impacto de sus problemas en otros mercados- dependerá en buena medida de si sus aumentos en las tasas de interés y sus reformas económicas logran estabilizar sus divisas en relación con el dólar.
Neil Mellor, estratega de divisas de BNY Mellon, dice que la situación no parece tan grave como la que enfrentó Asia en 1997, cuando problemas financieros parecidos hicieron que varias naciones necesitaran paquetes de rescate del FMI.
“Pero hay numerosos temas complejos que podrían afectar la confianza de los inversionistas”, expresó Mellor.
EL COMERCIO MUNDIAL
Las crecientes tensiones comerciales desatadas por la política de Estados Unidos generan incertidumbre y hacen que la agitación resulte más fuerte todavía en los mercados emergentes.
Turquía es un buen ejemplo: una de las razones por las que su moneda se devaluó tanto en los últimos meses fue la decisión del Presidente estadounidense Donald Trump de duplicar las tarifas de importación del acero y el aluminio turcos porque esa nación detuvo a un pastor protestante estadounidense.
El temor de una guerra comercial entre Estados Unidos y China contribuye al panorama sombrío de los mercados emergentes.
Los indicadores económicos presagian una desaceleración mayor que la anticipada de la economía china. Una guerra comercial con Estados Unidos solo agravaría las cosas y aumentaría las presiones sobre el yuan y las acciones chinas.
PERSPECTIVAS
Por ahora, los analistas no anticipan una nueva crisis mundial.
Pero algunos países son más vulnerables que otros. Argentina y Turquía sobresalen entre las economías emergentes con más problemas a resolver, como mejorar el presupuesto, pagar la deuda en divisas extranjeras y reducir la inflación.
La mayoría de los expertos opina que las economías emergentes son hoy más fuertes que hace una década, cuando la crisis financiera mundial causó estragos en sus mercados.
“La balanza que mide los riesgos está empezando a inclinarse hacia el lado de los mercados emergentes”, dijo Jan Dehn, investigador en Ashmore.