México

¿Qué hizo encabronar tanto a Trump con México? La corrupción, dice

06/09/2016 - 11:17 am

La Real Academia Española (RAE) define “encabronar” como “enojar, enfadar”. Pero quizás la RAE se queda corta cuando se aplica la palabra a Donald Trump. Es mucha molestia, por supuesto; y además, ánimo de venganza, odio. Aunque no siempre fue así. El magnate quería hacer negocios acá. Pero justo antes de ser candidato presidencial planteó su enorme frustración contra la corrupción; ganó una demanda por millones de dólares y nunca le pagaron, según su queja; y un Alcalde de Quintana Roo, parece, le pidió millones de dólares por terrenos en una reserva natural. Eso, dice The Daily Beast hoy, fue lo que le llevó a pensar en ese gran muro que separe las dos naciones. Su demanda no es de hace mucho: data de la Presidencia de Felipe Calderón; y su enojo se volvió “encabronamiento” justo durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. “El sistema legal en México es corrupto, como lo es mucho de México. Páguenme el dinero el dinero que me deben y dejen de enviar criminales a nuestra frontera”, dijo en febrero de 2015. Y desde entonces su enojo creció, y creció, y creció.

Ciudad de México, 6 de septiembre (SinEmbargo).– Un Alcalde mexicano que le pidió, parece, un soborno de 20 millones de dólares por entregarle playas vírgenes de una reserva natural en Quintana Roo. Un empresario que, señala, lo estafó con el certamen Miss Universo. Un mal negocio y una demanda perdida por unas torres de condominios frente al mar, en Baja California.

Donald Trump intentó hacer negocios en México varias veces. Y siempre perdió. Cada una de esas derrotas, varias en juzgados mexicanos, fueron metiéndole una idea: el muro.

Y un día, cuando vio que los cineastas mexicanos ganaban los Óscar, estalló. E hizo pública su idea: México está lleno de corruptos estafadores, dijo, y es necesario construir un muro para separarlos.

Luego vinieron las primarias para la Presidencia de Estados Unidos, y arrasó. Su discurso de odio contra México se hizo más marcado cada día, y eso le atrajo votos. Entonces le siguió.

Ahora, Donald Trump, el hombre que vino a Los Pinos y humilló al Presidente de México, Enrique Peña Nieto, se ha convertido en una amenaza real; ya no son tuits ni bravuconadas. Ahora tiene la posibilidad de hacer realidad la pesadilla y vengarse de todos los agravios que, considera, se le han cometido.

The Daily Beast cuenta que mucho antes de las escaramuzas de Donald Trump contra México ya como candidato, fue un caso legal de telón de fondo lo que generó su odio hacia los mexicanos y su idea de que se se aprovechan de Estados Unidos. “Había sido jodido en un acuerdo de negocios, y nunca lo olvidó”.

“Hace años, Trump había firmado un acuerdo de negocios con el empresario Pedro Rodríguez por millones, con el fin de lograr el concurso de Miss Universo a la Ciudad de México en 2007. Mientras Rodríguez le pagó una fracción del costo por adelantado, las propiedades de Rodolfo Rosas Moya aparentemente fueron acondicionados en un fideicomiso como garantía para el resto”, narra.

Pero Trump afirma que “no se le pagó según el acuerdo, y la acción judicial posterior fracasó en devolverle los millones de dólares que él cree que se le adeuda”.

Los periódicos mexicanos dijeron que el desencuentro de Trump con Rosas Moya se centra en 25 lotes en Playa del Carmen. Trump incluso ganó un arbitraje contra Rosas Moya en México en 2012, pero no tuvo ningún progreso en recuperar el dinero perdido. Trump cree que se le deben 12 millones, de acuerdo con un informe de 2015 de Bloomberg.

Sus problemas legales mexicanos parecían irritarlo profundamente. El año pasado lanzó una serie de tuits que de manera específica planteaban su irritación personal contra el sistema de justicia mexicano, pero poco a poco fue metiendo a los mexicanos en general.

Donald y Enrique en Los Pinos. Foto: AP
Donald y Enrique en Los Pinos. Foto: AP

The Mexican legal system is corrupt, as is much of Mexico. Pay me the money that is owed me now - and stop sending criminals over our border”, dijo en un tuit del 24 de febrero de 2015. “El sistema legal en México es corrupto, como lo es mucho de México. Páguenme el dinero que me deben y dejen de enviar criminales a nuestra frontera”.

Luego, dijo en otro tuit ese mismo día:

“I have a lawsuit in Mexico’s corrupt court system that I won but so far can’t collect. Don’t do business with Mexico!” “Tengo una demanda en el sistema judicial corrupto de México que gané, pero hasta el momento no la puedo cobrar. ¡No hagan negocios con México!”.

“Un mes después de los tweets, Trump juró que México nunca volvería a tener un concurso de Miss Universo (más tarde vendió el certamen, después de que sus socios de negocios se opusieron a sus diversas controversias de campaña). Y pareció conectar sus propios problemas legales con su deseo de construir una barrera gigante entre los Estados Unidos y México”, dijo The Daily Beast.

El marzo de 2015, a través de su blog, el yucateco Rodolfo Rosas Moya afirmó que Trump mentía cuando aseguraba que su empresa, Comercializadora Ronac, S.A. de C.V., le debía dinero por el pago en garantía para la realización de Miss Universo en 2007. Rosas Moya escribió que el certamen se llevó a cabo exitosamente y que hubo ganancias de más de 8 millones de dólares.

Explicó que tres años después, Trump acusó a Mexicana Grupo Promotor MU México, S.A. de C.V., empresa con la que el dueño de los derechos de Miss Universo firmó contrato para la realización del evento, en la cual el mexicano no tiene ninguna relación legal. “Me parece que Donald Trump no tiene calidad moral para hacer declaraciones contra mí ni contra mi país, mucho menos de burlarse de las leyes mexicanas y de México de la manera que lo está haciendo”, dijo.

Pero Trump siguió:

“No quiero nada con México, excepto construir un muro impenetrable y que dejen de estafar a Estados Unidos”, dijo el estadounidense el 5 de marzo.

Rosas Moya volvió insistió:

“Reitero, Donald Trump miente y con sus mentiras crea una farsa sólo digna de un reality show al que está acostumbrado y sólo él cree”.

Donald Trump pareció encenderse aún más cuando los cineastas mexicanos ganaron varios Oscar. Declaró que le parecía injusto el triunfo.

Pero la frustración con el Miss Universo no es lo único que enojó a Trump. El empresario ha dejado una estela de proyectos fallidos y esperanzas no satisfechas en México.

Hace diez años, antes de Trump querer construir un muro, quería construir un complejo de tres torres, 526 unidades de condominios de lujo con vista al mar en Baja California. Afirmó el Trump Ocean Resort Baja sería “el lugar más espectacular de todo México”.

“Pocos días antes de estar disponibles, más del 80 por ciento de las unidades habían sido vendidas. Pero en 2008 el proyecto se había estancado indefinidamente. A cientos de aspirantes a propietarios de condominios se les dijo que las torres no se construirían. Su inversión había desaparecido en lo que equivalía a un agujero en el suelo”, dice The Daily Beast.

“Descubrieron que más de 32 millones de dólares en anticipos y depósitos se habían gastado, todos los inversores habían retirado, y la Organización Trump quería retirar su nombre del proyecto.

“Cuando el proyecto no pudo aterrizar, Trump dijo que su papel no era como desarrollador, y que sólo había prestado su nombre a la construcción por una cuota de licencia de medio millón de dólares, que finalmente perdió honorarios legales después de una masiva demanda de los compradores defraudados. Más de un centenar de propietarios había puesto su fe en el nombre de Trump [...]. En 2013, los propietarios y Trump llegaron a un acuerdo por separado y confidencial por un monto no revelado”, de acuerdo con el diario digital norteamericano.

Y no sólo eso: En 2007, el Alcalde de Cozumel presentó un plan para preservar y desarrollar una gran porción de la bioreserva y dijo que una parte de la zona sería un desarrollo Trump por 300 millones de dólares en un tramo de playas vírgenes, que incluiría un puerto deportivo, campo de golf por supuesto, pista de aterrizaje privada, y varios hoteles de lujo en un área protegida de las islas del Caribe mexicano.

“Al año siguiente, Donald Jr. e Ivanka Trump se habría reunido con el Alcalde y los representantes de una empresa llamada Mayaland a las afueras de Cancún, para discutir el desarrollo propuesto que rondaba las 7.5 millas de playas vírgenes [cerca de 15 kilómetros]”.

De acuerdo con la revista Proceso, el interés de la familia Trump terminó ese día, cuando el Alcalde supuestamente pidió un soborno de 20 millones para cambiar la designación del lugar protegido por uso comercial. La familia Trump no ha hablado públicamente sobre la propuesta, que desde hace varios años se rumoraba en el gobierno local.

“Como con tantos otros temas, la política de Trump se basa en su personalidad. Su política exterior se basa en primer lugar en las experiencias personales. La admiración mutua entre Trump y Vladimir Putin parece haber influido fuertemente en su posición sobre las futuras relaciones Estados Unidos-Rusia. La crítica a las ideas de Trump sobre prohibir musulmana, que vinieron del ex Primer Ministro británico David Cameron, parecían romper una de las relaciones más importantes de Estados Unidos. Y en cuanto a México, Trump simplemente parece que no asimilar cómo dos hombres de negocios, y el sistema judicial mexicano, le anularon una ganancia de millones de dólares. Y eso es imperdonable”, concluye The Daily Beast.

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