El calor que vivimos en todo el mundo el pasado mes de julio fue impresionante, en varios lugares se vivieron temperaturas récord, tan sólo en Monterrey el calor fue tal que hasta se detonó el número de defunciones por paros cardiacos y otras afecciones ligadas al golpe de calor.
La Organización de las naciones Unidas lanzó un aterrador mensaje que no debería dejarnos tranquilos, alertaron que hemos pasando la era del calentamiento global y hemos llegado a la “era del horno global” o de “ebullición global”. Según organismos especializados en el tema, como la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Copernicus de la Comisión Europea, en este mes se han registrado los días más calientes en la historia, así como las temperaturas más altas del océano consecutivas que se hayan documentado nunca.
Los científicos estiman que los niveles de calentamiento alcanzados durante las primeras tres semanas de julio no tienen precedentes en 120 mil años.
Siendo sincera esto no es algo que me sorprenda, desde hace años vemos el fantasma del calentamiento global tomar una forma más real, pero nos reusamos a hacer algo al respecto y creemos que aún falta mucho tiempo para que llegue el día cero, desgraciadamente ese día ya llegó y coincido con la opinión de la ONU de que era lo esperado, pero tal vez sucedió más rápido de lo que se estimaba.
Existen muchos factores que han incrementado el cambio climático y uno de los principales es el consumo de carne.
Si le damos un vistazo al informe del 2006 de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) acerca de la ganadería y el medio ambiente, nos toparemos con hechos que nos parecerán sorprendentes y que tal vez nunca nos habíamos planteado, como el que consumir un pedazo de carne puede resultar igual o más perjudicial para el ambiente que conducir un auto.
En este citado informe se detalla que en cuanto a emisión de gases de efecto invernadero, el sector ganadero produce el 18 por ciento, superando así al sector transporte; es responsable de la producción del 65 por ciento del óxido nitroso, el 37 por ciento del metano, así como el 64 por ciento del amoniaco, los cuales se originan en el sistema digestivo y desechos de los rumiantes.
Además de esto, la ganadería utiliza el 30 por ciento de la superficie terrestre del planeta y ocupa un 33 por ciento de toda la superficie cultivable, destinada a producir forraje. La tala de bosques para crear pastos es una de las principales causas de la deforestación, en especial en Latinoamérica, donde el 70 por ciento de los bosques que han desaparecido en el Amazonas se han dedicado a pastizales.
Aún estamos a tiempo para poner un alto a la destrucción inminente de la vida como la conocemos en nuestro planeta, ¿qué estarías dispuesto a hacer para cambiar algo?
Redes sociales Santuario Libres al Fin.
Facebook: https://www.facebook.com/SantuarioLibresAlFin
Instagram: @SantuarioLAF
