El impacto de la pandemia de la COVID-19 es notorio en el sector automotor, que aporta el 3.8 por ciento del PIB nacional, pues la industria estuvo paralizada durante abril y mayo por la declaratoria de contingencia sanitaria.
En lo que va de 2020 se han vendido 509 mil 318 automóviles, 31.8 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado.
México, 6 de agosto (EFE).- La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) reportó una recuperación mensual de 23 por ciento y un aumento anual de 0.7 por ciento en la producción de vehículos en julio, pero aun así previó una caída de hasta 30 por ciento en la manufactura y exportación para este año.
México produjo 294 mil 946 unidades en julio y exportó 256 mil 098, lo que muestra que “ya pasó” lo peor de la crisis de COVID-19, detalló este jueves Fausto Cuevas, director general de la AMIA.
Aun así, lamentó, el sector automotor arrastra un déficit anual de más de 800 mil vehículos en la producción y mayor a 743 mil en la exportación en lo que va del año, por lo que las cifras no se normalizarán hasta 2024.
Consulta el reporte mensual del Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros de 21 empresas afiliadas a la @AmiaMexico, con datos a julio de 2020 https://t.co/y4o8y1COWR #INEGI pic.twitter.com/9QGxqMFsjF
— INEGI INFORMA (@INEGI_INFORMA) August 6, 2020
“No obstante que hemos estado exportando con buenas tendencias, será difícil que de aquí al cierre de año pudiéramos estar recuperando estas unidades”, expresó Cuevas.
#RAIAVL la exportación de vehículos ligeros muestra una clara recuperación: de haber registrado 27,889 unidades exportadas en abril 2020, primer mes de confinamiento, en julio se registraron 256,098 unidades; así, la baja anual pasó de (-)90.2% a/a en abril a (-)5.5% en julio. pic.twitter.com/vtgOqhvMqG
— Julio A. Santaella (@SantaellaJulio) August 6, 2020
Además de más de 456 mil casos y casi 50 mil fallecidos, la pandemia de COVID-19 ha provocado una rebaja anual de 18.9 por ciento del PIB de México en el segundo trimestre del año y la pérdida de más de 1 millón de empleos formales.
Este impacto es notorio en el sector automotor mexicano, que aporta el 3.8 por ciento del PIB nacional y el 20.5 del PIB manufacturero, según la AMIA.
La industria estuvo paralizada durante abril y mayo porque el Gobierno de México declaró el 30 de marzo la emergencia sanitaria, que suspendió las actividades no esenciales.
En una línea similar, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) notificó 72 mil 897 vehículos vendidos en julio, un incremento mensual del 16 por ciento, pero una disminución anual de 31.3, su sexta caída consecutiva.
Esto significa que, en lo que va de 2020, se han vendido 509 mil 318 automóviles, 31.8 por ciento menos que los 746 mil 598 del mismo periodo del año pasado, precisó Guillermo Rosales, director general adjunto de la AMDA.
#RAIAVL en julio 2020 la industria automotriz registró una exportación de 256,098 vehículos ligeros, lo que representó una disminución anual de (-)5.5% vs los 270,904 a/a de julio 2019. pic.twitter.com/DYRVOAJiVy
— Julio A. Santaella (@SantaellaJulio) August 6, 2020
Pese a ser cifras mejores a las esperadas, el directivo pronóstico que este año venderán 964 mil 400 unidades, 26.8 por ciento menos que las comercializadas en 2019.
“Esta perspectiva es bastante más halagüeña que la estimación, dentro del escenario favorable previo, que se ubicaba en 922 mil 0 unidades, este ajuste es resultado del comportamiento observado a lo largo del periodo junio y julio”, comentó Rosales.
Por otro lado, la Industria Nacional de Autopartes (INA) estimó un retroceso en la producción del 23 por ciento para este año, lo que equivale a una caída de 22.526 millones de dólares para un total de 75 mil 308 millones de dólares.
Sin embargo, a diferencia de sus colegas, el presidente ejecutivo de la INA, Oscar Albín, previó una normalización para mitad de 2020 al destacar el dinamismo de Estados Unidos y Canadá, los principales socios comerciales de México.
“¿Qué podría cambiar radicalmente este pronóstico? Pues sería un nuevo cierre de actividades esenciales en Estados Unidos, primeramente, en algunos estados importantes, que tuviera como consecuencia el paro de la manufactura”, señaló.