La industria de la comida chatarra argumentaba que las empresas, especialmente los pequeños comerciantes, se verían afectados en sus ventas y no era conveniente aprobarla en estos momentos de pandemia. Hubo presión por todas partes, incluso dentro del Congreso de Oaxaca, que finalmente aprobó la histórica iniciativa que prohíbe la venta de bebidas azucaradas y alimentos calóricos a menores de edad. Ahora Oaxaca es un ejemplo a nivel nacional y los diputados locales llaman a los demás congresos “a no tener miedo y anteponer los derechos de los niños antes que los de las empresas”.
–Con información de Efrén Flores
Ciudad de México, 6 de agosto (SinEmbargo).– Para hacer historia tuvieron que ser fuertes a presiones de la industria de la chatarra que durante un año cabildeó para evitar que llegara al Congreso de Oaxaca la iniciativa que finalmente se aprobó y que prohíbe la venta de bebidas azucaradas y alimentos calóricos a menores de edad. No fue fácil, pero estamos felices porque antepusimos el bienestar de nuestros niños por encima de los grandes capitales, dijo la Diputada Magaly López Domínguez, autora del dictamen.
“Las empresas estaban muy interesadas en que no se aprobara esta iniciativa, hubo presión, pero afortunadamente estamos contribuyendo al bienestar de Oaxaca”, reveló a SinEmbargo la Diputada de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) sobre la histórica iniciativa aprobada con 31 votos a favor. “El 18 de septiembre de 2019 hubo una reunión con los empresarios, ellos sabían que este tema se estaba tocando en el Congreso de Oaxaca; tuvieron conocimiento y todo el tiempo para acudir y hacer sus observaciones, incluso en aquella ocasión el dictamen tenía la palabra comercio y dijeron que eso no y se tomó en cuenta porque quitamos esa palabra”.
La Diputada Magaly López hizo un llamado a los congresos estatales (31) para no tener miedo a las presiones de la industria de la chatarra: “Antepongamos la salud y la vida de nuestros niños antes de las empresas. No tengamos miedo porque hoy la ciudadanía nos apoya, hoy podemos hacer la diferencia y legislar a favor de la salud y la educación alimentaria”.
Organismos internacionales como la FAO, ONU y la Unicef, así como 73 organizaciones en pro de la salud celebraron la aprobación de esta iniciativa, pero fue recibida con rechazo por parte del sector empresarial de Oaxaca como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), Asociación Nacional De Tiendas De Autoservicio Y Departamentales (ANTAD), Canaco y el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, A.C. (ConMéxico), este último agrupa a 44 empresas como Bimbo, Nestlé, Coca-Cola y Lala.
Sobre la inconformidad de las empresas y la presión que ejercieron, las organizaciones de la sociedad civil agrupadas en la Alianza por la Salud Alimentaria se congratularon con esta iniciativa que demostró que los empresarios ya no dictan la política pública del país.
“Los empresarios no están para dictar la política pública porque es un rol de Estado”, dijo en entrevista Katia Yetzani García, investigadora en Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor. “La industria tendrá que acatar las medidas aprobadas y buscar otras maneras de que sus productos tengan menos ingredientes críticos que ponen en riesgo la salud de las personas”, dijo en entrevista con este diario digital.
La iniciativa aprobada, abundó, “nos habla de que ahora niñas y niños estarán protegidos por ley del consumo de estos productos que están poniendo en riesgo su salud”.
La investigadora en Salud Alimentaria mencionó que “Oaxaca es un ejemplo de cómo ha habido un cambio en los patrones de alimentación” en algunas partes del país “y cómo ha ido transformándose hacia el consumo que desplaza el consumo de productos chatarra. Oaxaca está tratando de reactivar su fortaleza gastronómica y apoyar a los alimentos disponibles en la región”.
Para las organizaciones, la prohibición de venta a menores de edad de productos azucarados y de alto contenido calórico en Oaxaca es una oportunidad para cambiar positivamente los hábitos alimenticios de la población, generar conciencia sobre los daños de los productos ultraprocesados y chatarra, e implica también una victoria para las comunidades que luchan por mejorar las condiciones de vida en su localidad.
De acuerdo con Alejandro Calvillo Unna, director de la asociación civil El Poder del Consumidor, Oaxaca es un ejemplo de lo que una comunidad organizada puede lograr para contrarrestar los esfuerzos de la industria por mantener clientes cautivos a pesar de los problemas de salud pública que sus productos generan.
“Oaxaca es uno de los estados con mayor población indígena en el país, y han sido un objetivo de todas éstas grandes empresas; también las poblaciones más vulnerables y más pobres han sido el objetivo de éstas empresas y está muy bien empezar con el cuidado de los niños”, explicó el activista a SinEmbargo.
Pero para que la reforma legal en Oaxaca surta mayores y más efectivos efectos, coincidieron los especialistas, es necesario que haya un proceso paralelo “de promoción de lo que son los dulces naturales: frutas y verduras, principalmente”, además de las botanas de semillas.
“Hay que revalorar las botanas de productos naturales como los de Oaxaca y hay que volver a educar a los niños a comer sano y a tomar aguas frescas, por ejemplo, con productos de origen natural. El cambio de legislación está dando “mucho valor al intercambio y a la promoción del intercambio regional de alimentos”, comentó Calvillo.
En ese sentido, el activista recalcó que “no se trata de prohibir, no es que los niños no puedan tomar un dulce, sino es decirles: hay todos estos dulces naturales y tradicionales también”.
Para Calvillo, lo sucedido en Oaxaca el día de ayer es una “revolución cultural alimentaria” que más adelante podríamos ver replicada en otros puntos del país. Una revolución que contrarresta la deformación que sufre el gusto de los niños por el consumo de productos chatarra, y que acarrea problemas de salud pública.
La iniciativa, que entrará en vigor al día siguiente que se publique en el Diario Oficial del estado de Oaxaca, corre el riesgo de sufrir una avalancha de amparos, advirtió la Diputada Magaly López. “Considero que los empresarios están en todo su derecho de ampararse, pero sería interesante ver cuál sería la resolución de un juez, si privilegiaría los intereses económicos de las empresas o la salud de los niños”, expuso.
El miércoles, pocas horas después de la histórica aprobación, 15 organismos empresariales emitieron un comunicado conjunto para advertir que la prohibición a la venta de alimentos y bebidas votada por el Congreso de Oaxaca “afectará el bienestar de las familias oaxaqueñas”.
“Esta decisión será de alto impacto económico a toda la cadena de valor de la industria agroalimentaria, sector primordial en el Estado y afectando también productores artesanales y pequeños comercios a lo largo del territorio oaxaqueño”, expusieron.
La prohibición a la venta de alimentos y bebidas votada por el @CongresoOaxLXIV afectará el bienestar de las familias oaxaqueñas. Al respecto compartimos #comunicado conjunto ? https://t.co/9RKjiewTkW pic.twitter.com/oP6UdZI31k
— Coparmex Nacional (@Coparmex) August 5, 2020
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“ESTAMOS DE FIESTA”: MAGALY LÓPEZ
–¿Qué significa la aprobación de esta iniciativa?
–Estoy muy contenta y agradecida con todos los que hoy hicieron posible que en Oaxaca sea posible una ley que prohiba la venta de bebidas azucaradas y alimentos de alto contenido calórico a niños. Agradezco la voluntad política de mis compañeros de Morena, de los diferentes grupos parlamentarios como son el PT, PES y las mujeres independientes que se sumaron a esta noble causa y votaron a favor para que hoy este proyecto de dictamen sea ley. En Oaxaca no se venderán más productos azucarados a menores de edad.
Agradezco al Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, a la doctora Carmen Medel, Diputada federal e impulsora de etiquetado frontal. A todas las organizaciones civiles que se sumaron para que esto fuera posible; a Jessica Sánchez Maya, defensora de derechos humanos del Consorcio Oaxaca, a la ONU, Unicef, FAO, a todos.
Estoy agradecida porque se comprometieron con la niñez, privilegiamos un derecho humano, que es el derecho a una alimentación sana. En Oaxaca estamos de fiesta, estamos felices porque antepusimos el bienestar de nuestros niños por encima de los grandes capitales y de las grandes empresas que solo han perjudicado a los niños.
–¿Cómo fue la presión de las empresas para echar abajo su iniciativa?
–Efectivamente las empresas estaban muy interesadas en que no se aprobara esta iniciativa, pero esta iniciativa se presentó hace más de un año y en ese entonces, el 18 de septiembre de 2019, hubo una reunión con los empresarios, ellos sabían que este tema se estaba tocando en el Congreso de Oaxaca; tuvieron conocimiento y todo el tiempo para acudir y hacer sus observaciones, incluso en aquella ocasión el dictamen tenía la palabra comercio y dijeron que eso no y se tomó en cuenta porque quitamos esa palabra del dictamen.
Después de esa reunión ya no regresaron sino hasta ayer (martes) nos buscaron y tuvimos una reunión con el presidente del Congreso y con todos los coordinadores de los grupos parlamentarios y escuchamos a los empresarios oaxaqueños que estaban preocupados, sin embargo, les dejamos en claro cuál era el sentido de esta iniciativa: que no era prohibirle a los productores locales y pequeños comercios de Oaxaca vender, que no queríamos castigar la economía; lo que queremos es que los niños no tengan acceso directo a estas bebidas azucaradas y alimentos que dañan su salud y que han sido un factor importante para que hoy tengan obesidad, sobrepeso, diabetes; que es en pro de la salud de los niños.
–¿Entonces hubo cabilderos de la industria?
–Yo considero que sí lo han de haber hecho, a mí no me buscaron, yo platiqué con ellos para explicarles la iniciativa, pero afortunadamente el grupo parlamentario de Morena está comprometido con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y hoy estamos contribuyendo a la agenda pública deMéxico, estamos contribuyendo al bienestar de Oaxaca y espero que los demás congresos tomen como ejemplo que podemos legislar a favor de los niños.
–¿Cuál es el llamado a los demás congresos?
–El llamado es que antepongamos la salud y la vida de nuestros niños antes de las empresas, que no tengamos miedo; que hoy la ciudadanía nos apoya, que hoy podemos hacer la diferencia; podemos legislar a favor de la salud y la educación alimentaria; que tenemos que hacerlo ya porque somos un país enfermo donde ocupamos el primer lugar en obesidad de niños; que es el momento de actuar y que hagamos algo porque esta epidemia sanitaria por la que atraviesa México nos tiene que dejar una enseñanza de tener buenos hábitos alimenticios.
–¿Qué sigue en Oaxaca?
–La iniciativa entrará en vigor al día siguiente que se publique en el Diario Oficial del estado de Oaxaca. Eso depende de los trámites que se tengan que hacer en el Congreso para enviarla y una vez que lo haga se publica.
–¿Qué papel juega el gobierno del estado?
–La Secretaría de Salud estatal debe implementar campañas de alimentación, una norma oficial, tiene que establecer qué alimentos y qué bebidas azucaradas rebasan los límites, en esto nos va a ayudar el etiquetado frontal.
–¿Prevén amparos a esta ley por parte de la industria?
–Considero que los empresarios están en todo su derecho de ampararse, pero sería interesante ver cuál sería la resolución de un juez, si privilegiaría los intereses económicos de las empresas o la salud de los niños.
Quiero dejar en claro que esta prohibición es muy similar a la venta de bebidas alcohólicas y cigarros, se pretende que estas bebidas azucaradas también se consideren nocivos para la salud y por eso los estamos promoviendo.